La vida en matrimonio en el Dakar
Rosa Romero, descalificada tras finalizar la etapa de ayer a medianoche, se debate entre volver a casa o quedarse a apoyar a su marido, Nani Roma
Nani Roma ven¨ªa encendido, se le estaba dando bien la jornada, no comet¨ªa errores y pod¨ªa con lo que le echaran: piedras, tierra, r¨ªos... Entonces divis¨® unos colores conocidos a lo lejos: una moto parada, con problemas, y un piloto tratando de poner remedio. Mejor, una piloto. Pues cuando aquel bulto lejano se fue definiendo, Roma comprendi¨® que la que ten¨ªa problemas era su mujer: Rosa Romero. Nada m¨¢s lleg¨® al vivac al final de la etapa, que gan¨®, pregunt¨® c¨®mo le iba. Y un miembro de su equipo le inform¨®: "Ha tenido un problema el¨¦ctrico con el arranque. Pero cuando me la he encontrado, me ha hecho una se?al de ok con el pulgar", conced¨ªa. Pero no le fue tan bien a Rosa como a su marido en la etapa de ayer.
La piloto, que suma dos participaciones en el Dakar, la primera en el a?o 2006, no pudo solucionar los problemas con su moto, y tard¨® horas y horas en finalizar la especial. Adem¨¢s, tuvo que hacerlo con la ayuda, a veces de un cami¨®n que la remolcaba. Y finaliz¨® la ruta por el camino destinado a los coches, ya que la etapa de ayer estaba dividida en dos trazados, diferentes para los coches y las motos. Escogi¨® aquel otro camino consciente de que no era el suyo, pero le ven¨ªa mejor porque las marcas de los coches estaban bien definidas y aquello le echar¨ªa una mano con la moto en p¨¦simas condiciones, pues tampoco le funcionaba el Iritrack, el sistema que da a la organizaci¨®n la se?al de por d¨®nde se encuentra cada participante. Lleg¨® al campamento al borde de la medianoche.
Y tras el tremendo esfuerzo, la desilusi¨®n: los comisarios le han impedido tomar la salida esta ma?ana, cuando se dispon¨ªa a iniciar la cuarta etapa. Al elegir el camino que no era el suyo, Romero se salt¨® un buen pu?ado de puntos de paso obligatorios; una infracci¨®n de este tipo est¨¢ sancionada por el reglamento con la suspensi¨®n. As¨ª, la piloto, que en su primer intento abandon¨® el Dakar en la cuarta etapa, se ve¨ªa obligada a abandonar ahora al tercer d¨ªa. Y lo hac¨ªa, adem¨¢s, malhumorada. Hubiera preferido que la sancionaran con todo el tiempo del mundo -si un piloto se salta un punto de paso es sancionado con 20 minutos-, antes que impedirle seguir corriendo, pues ella no opta a victoria alguna. Por la ma?ana, reci¨¦n encajada la noticia, solo ten¨ªa ganas de coger un avi¨®n y marcharse de vuelta a Espa?a. Pero visto que su mayor apoyo, Nani Roma, puede hacer algo grande en este Dakar, esta vez subido a un coche en lugar de a una moto, se lo est¨¢ pensando.
Hasta ahora, sin embargo, tanto uno como otro han pasado m¨¢s tiempo con sus respectivos equipos que con la pareja. Sobre todo porque las motos siempre abandonan el campamento mucho antes que los coches, pr¨¢cticamente de madrugada. Cada uno debe, tras finalizar la etapa, reunirse con su equipo, preparar el libro de ruta del d¨ªa siguiente, asistir a la reuni¨®n de cada tarde con los organizadores del Dakar...
Roma, en un a?o en el que tiene opciones reales de triunfar en coches despu¨¦s de haberlo hecho en motos en 2004, enmarcado en el equipo m¨¢s potente de este 2012, el X-Raid, y con un Mini de color amarillo, est¨¢ centrado en su trabajo y en su objetivo. Romero, con una KTM, pero desde una perspectiva m¨¢s amateur, aunque con un buen equipo detr¨¢s y hasta un mochilero con experiencia, Pedro Pe?ate, no ten¨ªa la misma presi¨®n, aunque s¨ª el objetivo de terminar el rally. No lo har¨¢. Al menos, a lomos de su moto. Pero quiz¨¢ como apoyo moral y presente de su marido.
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