La vida en la ruleta
Nadal, Feliciano y Falla, verdugo de Fish, avanzan a tercera ronda en tres partidos llenos de cambios.- Federer, clasificado sin jugar
En Melbourne, tres partidos en la ruleta rusa, inestables y llenos de vuelcos.
As¨ª avanza Feliciano L¨®pez (7-5, 7-6 y 6-2 al italiano Cipolla) hasta la tercera ronda del Abierto de Australia: podr¨ªa decirse que su paso es seguro, pero perdi¨® una ventaja de 5-2 en la primera manga, y en seis sets ganados en dos partidos ya ha apurado tres tie-breaks, que son tres citas con el diablo. As¨ª contin¨²a Rafael Nadal (6-4, 6-3 y 6-4 al alem¨¢n Haas): podr¨ªa decirse que es Thor con raqueta, que suma 78 ganadores en el torneo y que su nueva herramienta es un martillo, pero resulta que tuvo bola de break para 6-1 en la primera manga, que al poco se enfrent¨® a una que le hubiera dado el 5-5 a su contrario, y que march¨® break abajo en la tercera. As¨ª, atado a los vaivenes del encuentro, tambi¨¦n pasa a tercera ronda Alejandro Falla: derrib¨® (7-6, 6-3 y 7-6) al estadounidense Fish, el n¨²mero ocho, pero lo hizo entre calambres, atendido por el fisio y criticado por su contrario, que le dijo m¨¢s que palabras durante un cambio de lado, y que vio en sus dolores una trampa para confundirle, como si su derrota no se escribiera con los tremendos derechazos del colombiano.
?C¨®mo explicar tantos cambios, tantas alternativas, en tres partidos resueltos en tres mangas?
En Melbourne, la pelota echa chispas. Esto es pista dura. Esto es el cemento calentado por el tremendo sol de Australia. Un manotazo gana el punto. Un saquetazo da ventaja. Argumentos tan sencillos propician guiones complejos: los cambios de marcador son constantes y exigen que la cabeza vaya donde a¨²n no llega el cuerpo. El primer grande del a?o se compite sin que casi haya habido pretemporada y cuando 2012 solo ha descontado dos semanas. Faltos de rodaje, los tenistas se cuecen bajo el sol y los marcadores se mecen al ritmo de sus des¨¢nimos. Faltos de partidos, sus armaduras se resienten: el alem¨¢n Beck se retir¨® con problemas en la espalda, lo que clasific¨® sin jugar al suizo Roger Federer para tercera ronda. Y faltos de entrenamientos, hasta los mejores, Nadal entre ellos, penan para imponer con continuidad los cambios que quieren imprimir a su juego.
"En los siete primeros juegos estuve fant¨¢stico, comet¨ª un gran error con 5-2...y con 5-4 y bola de break en contra tuve la suerte de lograr dos aces. El camino es el de esos primeros siete juegos", dijo el n¨²mero dos mundial.
El mallorqu¨ªn es un tenista en transformaci¨®n. Busca ser m¨¢s concreto, cerrar antes los puntos, no entrar siempre en un di¨¢logo con el contrario. Sin embargo, tras a?os de largos debates con sus rivales, a veces pierde el hilo y vuelve a terreno conocido. Le pas¨® ante Haas, un tenista estimable, con 33 a?os el de m¨¢s edad del torneo. Le pasar¨¢, probablemente, en tercera ronda, a donde ha llegado en los ¨²ltimos 24 grandes que ha jugado, contra el vencedor del Lacko-Young. "Son cambios, y todo cambio cuesta", razon¨® el campe¨®n de diez grandes tras competir de nuevo con la rodilla derecha protegida por un vendaje. "Est¨¢ mucho mejor. Estoy feliz. Puedo jugar sin problemas", se despidi¨®. Nadal ha encontrado el camino. Ahora tiene que andarlo.
Tambi¨¦n parece haberlo hallado Nicol¨¢s Almagro, que firm¨® una victoria espectacular ante el b¨²lgaro Gregori Dimitrov por 4-6, 6-3, 6-7(4), 6-4 y 6-0, despu¨¦s de tres horas y media de juego. "Ha sido un duelo de Grand Slam de verdad. Estos son los partidos que te hacen crecer", se?al¨® el murciano, ya en la tercera ronda del torneo.
Interminable Isner
El ruido del p¨²blico es tan ensordecedor que el argentino David Nalbandian no logra que nadie le escuche. El estadounidense John Isner, su contrario, acaba de disparar un segundo saque m¨¢s que dudoso. El duelo se estira ya m¨¢s de cuatro horas, apura la quinta manga (8-8) y acaba de vivir un momento decisivo: con toda probabilidad, Isner ha fallado ese saque en pelota de break que habr¨ªa dejado al Gringo sacando por el partido. El juez de silla, sin embargo, no escucha la reclamaci¨®n del argentino, que pide la revisi¨®n del Ojo de Halc¨®n tras pens¨¢rselo un mundo. Se inician tensos minutos de discusi¨®n ("?cu¨¢nto tiempo tengo para pedirlo?, ?cu¨¢nto?", pregunta Nalbandian) que no cambian nada. Isner salva ese juego. Al siguiente, hace suyo el partido por 4-6, 6-3, 2-6, 7-6 y 10-8 tras 4h41m. Una barbaridad. Nada para un maratoniano como ¨¦l, que se enfrentar¨¢ en tercera ronda a Feliciano L¨®pez.
"David es un competidor incre¨ªble", dijo el estadounidense, quien coprotagoniz¨® con el franc¨¦s Mahut el partido m¨¢s largo de la historia del tenis en Wimbledon 2010 (11h5m divididos durante tres d¨ªas de encuentro). "He tenido suerte", continu¨® el gigante. "El partido de Wimbledon siempre ser¨¢ el m¨¢s dif¨ªcil. Aqu¨ª tuve calambres en la pierna derecha, pero el sol baj¨® y con ¨¦l tambi¨¦n lo hizo la temperatura".
Nalbandian acab¨® desesperado. Desaprovech¨® cinco bolas de break (?cinco!) en la manga definitiva. Gano seis peloteos m¨¢s que su rival. El punto que cerr¨® el partido, y que perdi¨®, fue siempre suyo. Movi¨® la pelota a su antojo... y se encontr¨® con Isner, un tenista especializado en partidos maratonianos.
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