El peso de la ley cae sobre Contador
El TAS sanciona al campe¨®n espa?ol con dos a?os de suspensi¨®n por dopaje.- El ciclista de Pinto, que podr¨¢ volver a competir el 5 de agosto pr¨®ximo, pierde sus victorias en el Tour de 2010 y en el Giro de 2011.- El tribunal cree que lo m¨¢s probable es el consumo de un suplemento contaminado
El pasado, el futuro y el valor deportivo de Alberto Contador, el mejor ciclista del mundo y uno de los grandes deportistas espa?oles del siglo XXI, quedaron ayer definitivamente heridos despu¨¦s de que el Tribunal Arbitral de Deportes (TAS) resolviera que debe ser sancionado con dos a?os de suspensi¨®n por dopaje. La lucha de Contador por demostrar su inocencia y por su honor, que le empuj¨® a rechazar hace un a?o una propuesta de un a?o de sanci¨®n por la federaci¨®n espa?ola, le condujo finalmente a chocar contra algunos de los m¨¢s grandes poderes del deporte, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), y a soportar todo el peso del C¨®digo Mundial Antidopaje.
La decisi¨®n, pronunciada 19 meses despu¨¦s de un positivo por clembuterol en el Tour de 2010, dej¨® "indignado y hundido", seg¨²n sus pr¨®ximos, al ciclista, de 29 a?os, que la recibi¨® por tel¨¦fono al mediod¨ªa en su casa de Pinto y la consider¨® "incomprensible", como se limit¨® a decir v¨ªa sms; tristes a los aficionados al ciclismo que han gozado de la espectacularidad en las grandes carreras de uno de los mejores escaladores de la historia, y fastidiados a variados dirigentes mundiales del ciclismo, preocupados por la imagen de su deporte en tiempos de competitividad global.
Ni Contador ni su equipo, el Saxo Bank, quisieron hacer p¨²blicas sus consideraciones sobre la sanci¨®n y convocaron a los medios para una conferencia de prensa hoy en Pinto. Aunque la mayor¨ªa de los equipos cuentan con cl¨¢usulas de rescisi¨®n en casos de dopaje, las especiales circunstancias del caso, la retroactividad de la sanci¨®n -?se podr¨ªa privar de su sueldo a posteriori a una persona que ha trabajado, vencido y exhibido la publicidad de su equipo como marca su contrato?- y el detalle de que los hechos sancionados ocurrieron cuando corr¨ªa en el Astana hacen improbable cualquier castigo por parte del Saxo, cuyo due?o, Bjarne Riis, estar¨¢ hoy apoyando a Contador en Pinto. La UCI, de todas maneras, advirti¨® a Riis de la posibilidad de perder la licencia WorldTour y el derecho a correr el Tour, dado que el 60% de los puntos que garantizaban ese derecho al Saxo los aportaba el propio Contador.
Pese a que el TAS es la ¨²ltima instancia deportiva, seg¨²n fuentes cercanas, Contador no descarta recurrir al Tribunal Federal Helv¨¦tico o al Europeo de Derechos Humanos.
Seg¨²n las cuentas de los tres ¨¢rbitros del TAS que juzgaron su caso en noviembre pasado, Contador no podr¨¢ volver a correr hasta el 5 de agosto pr¨®ximo, por lo que se pierde el Giro, el Tour y los Juegos Ol¨ªmpicos, pero no la Vuelta. Adem¨¢s, es despojado de su tercer Tour -el de 2010, pasando al segundo, Andy Schleck, aquel que lo perdi¨® por 39s quej¨¢ndose del ataque de Contador cuando se le sali¨® la cadena en el Port de Bal¨¨s-, de su segundo Giro -Michele Scarponi, el Zapatero de la Operaci¨®n Puerto inscribir¨¢ su nombre en el trofeo- y de dem¨¢s triunfos conseguidos en 2011 y en enero de 2012. Para una pieza separada dej¨® el TAS su decisi¨®n sobre la petici¨®n de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) de una sanci¨®n econ¨®mica de 2.485.000 euros, equivalente al 70% de sus ingresos anuales por su actividad como ciclista profesional.
Aun privado de esas victorias, que ¨¦l considera leg¨ªtimas, el palmar¨¦s de Contador sigue siendo uno de los m¨¢s importantes de la historia del ciclismo: dos Tours, un Giro, una Vuelta y decenas de victorias m¨¢s. Sin embargo, quiz¨¢s m¨¢s grave a¨²n que la p¨¦rdida econ¨®mica o de t¨ªtulos es la p¨¦rdida de la inocencia que sufrir¨¢ el corredor que desafi¨® y derrot¨® al estadounidense Lance Armstrong en el Tour de 2009. Inevitablemente, a su pesar, la mirada del aficionado sobre sus victorias ser¨¢ diferente, quiz¨¢s m¨¢s oscura.
El laudo arbitral, redactado en 98 folios en ingl¨¦s, concluye que la tesis de Contador -el clembuterol se encontraba en un trozo de carne contaminada consumida el d¨ªa del control antidopaje, el 21 de julio de 2010-, aunque posible, era altamente improbable una vez vistas las pruebas y o¨ªdos los testimonios de los expertos: en este caso concreto no han podido concluir que hubiera un riesgo de contaminaci¨®n de la carne comprada en Espa?a. Por otra parte, juzgan tambi¨¦n posible una transfusi¨®n sangu¨ªnea, la l¨ªnea defendida por la AMA y la UCI en su recurso, pero menos probable que el de la contaminaci¨®n de un suplemento energ¨¦tico. Por ello consideran que Contador, sobre quien reca¨ªa la carga de la prueba, piedra angular del sistema de responsabilidad objetiva, no hab¨ªa podido justificar de ninguna manera la presencia de clembuterol en su cuerpo. Y ello equivale, dado que es una primera infracci¨®n, a una sanci¨®n de dos a?os de suspensi¨®n.
Ir¨®nicamente, Contador, desde un principio, descart¨® la posibilidad de que el clembuterol estuviera en alguno de los numerosos integradores y barritas energ¨¦ticas que consume en gran cantidad en competici¨®n, pues ello habr¨ªa supuesto autom¨¢ticamente una sanci¨®n de un a?o (como en el caso de Jessica Hardy, que cita la resoluci¨®n), y present¨® como prueba una lista de todos los productos que consum¨ªa y el testimonio de sus fabricantes garantizando su pureza. Sin embargo, seg¨²n el TAS, su palabra no puede probar que no consumiera un suplemento no incluido en su lista.
La formaci¨®n del TAS justifica finalmente su decisi¨®n de despojarle de los triunfos de 2011 -pese a las protestas de Contador, que record¨® que corri¨® el Giro y dem¨¢s carreras porque no estaba sancionado- con el argumento circular de que Contador pide que le dejen los triunfos conseguidos durante un periodo de suspensi¨®n -pese a que esta sea retroactiva- y que ello ser¨ªa injusto comparado con los deportistas a los que nunca se les ha levantado la sanci¨®n provisional antes de una resoluci¨®n final.
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