¡°?Lo que tenemos que hacer es jugar mejor!¡±
Los jugadores del Madrid contestaron a Mourinho cuando les pidi¨® que criticaran a los ¨¢rbitros
Hasta hace un a?o, cuando Jos¨¦ Mourinho hablaba en el vestuario, los jugadores interrump¨ªan sus actividades y escuchaban sin atreverse a pronunciar palabra. El mi¨¦rcoles, en El Madrigal, cuando despu¨¦s del 1-1 el entrenador del Madrid esper¨® a sus jugadores en el t¨²nel de vestuarios, estaba sumamente agitado. En el bullicio del vestidor su voz se elev¨® sobre los dem¨¢s ruidos. Uno de los testigos le escuch¨® clamar: ¡°Ahora ten¨¦is que salir y decir a la prensa que el ¨¢rbitro nos ha robado dos puntos¡±. El t¨¦cnico estaba enfurecido. Pero salvo Cristiano, Pepe y sus ayudantes, la gran mayor¨ªa de la concurrencia estuvo m¨¢s pendiente de ducharse que de atenderle. Hubo futbolistas que protestaron abiertamente la orden del jefe. Las voces discordantes se escucharon en todos los rincones: ¡°?Otra vez con la misma historia! ?Lo que tenemos que hacer es jugar mejor al f¨²tbol!¡±.
El entrenador, sumamente enfadado, abandon¨® el vestuario en compa?¨ªa de Karanka. Poco despu¨¦s, el club anunci¨® a trav¨¦s de sus empleados que ni Mourinho, ni sus delegados, ni los futbolistas, har¨ªan declaraciones en p¨²blico. El t¨¦cnico mand¨® silencio. En las redes sociales, con el patrocinio de Eladio Param¨¦s, el portavoz de Mourinho, se alent¨® una campa?a propagand¨ªstica bajo una llamativa etiqueta de Twitter: #ElSilenciodeMourinhoEsElGritoDelMadridismo
Los jugadores cumplieron con la orden del entrenador pero desde el partido en Vila-real han hablado m¨¢s que nunca entre ellos. El jueves, Casillas y Sergio Ramos convocaron a todos sus compa?eros a una reuni¨®n. Los t¨¦cnicos no fueron invitados. Tampoco tuvieron acceso otros empleados del club. Solo acudieron jugadores. Seg¨²n los asistentes, durante el concili¨¢bulo se puso ¨¦nfasis en rechazar la estrategia de denuncias de conspiraci¨®n que tanto alteraron a la plantilla en la temporada pasada, en la creencia de que todo aquello solo sirvi¨® para tapar los errores del entrenador y motivar a los rivales. Algunos hablaron de los problemas futbol¨ªsticos del equipo. No descartaron la necesidad de organizarse entre ellos para pulir los defectos que hab¨ªan tenido en las ¨²ltimas semanas, principalmente a la hora de atacar.
La asamblea de jugadores
La asamblea de jugadores sorprendi¨® a Mourinho. Al t¨¦cnico, siempre preocupado por controlar la gesti¨®n de personal hasta los m¨ªnimos detalles, no le gust¨® el modo en que fue convocada la reuni¨®n. La imposici¨®n del silencio hacia el exterior guarda relaci¨®n con el deseo febril del t¨¦cnico por conseguir discursos uniformes cada vez que traza una l¨ªnea de comunicaci¨®n. Ante la posibilidad de no transmitir una imagen monol¨ªtica, por desconfianza de lo que pidieran declarar algunos futbolistas, Mourinho cort¨® por lo sano.
Los jugadores y los t¨¦cnicos siguieron sin hablar tras el 5-1 a la Real. El director de relaciones institucionales madridista, Emilio Butrague?o, anunci¨® la medida: ¡°El mi¨¦rcoles [en Vila-real] fue un partido extra?o y era conveniente estar un poco al margen. Nosotros no hemos hablado de los ¨¢rbitros. Ojal¨¢ los ¨¢rbitros no se equivoquen con nosotros en los nueve partidos que quedan. El club estima que la prudencia es lo m¨¢s aconsejable y no hay m¨¢s que decir¡±.
Butrague?o olvid¨® que su compa?ero de trabajo Miguel Pardeza, que ejerce de director deportivo del Madrid, ofreci¨® tres entrevistas el jueves pasado a los diarios ¡®As¡¯, ¡®Marca¡¯ y ¡®El Mundo¡¯ en las que declar¨® que en el club se hab¨ªan sentido discriminados respecto a los arbitrajes que recib¨ªa el Barcelona. El presidente de honor, Alfredo di St¨¦fano, tambi¨¦n critic¨® a los ¨¢rbitros en su columna de ¡®Marca¡¯. La titul¨® ¡°No robar¨¢s¡±.
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