Be?at dinamita Nervi¨®n
Un golpeo genial del vasco en el descuento da el derbi sevillano a un Betis m¨¢s fuerte y con las ideas m¨¢s claras
Sobraron las bengalas en el S¨¢nchez Pizju¨¢n, incluso alg¨²n acceso de dureza innecesaria, se impuso un f¨²tbol aceptable y dos equipos, que mostraron sus armas, quiz¨¢s a r¨¢fagas, para deparar un derbi animado, de buenos detalles y una enorme igualdad. Mereci¨® el Betis en el triunfo y lo logr¨® con un golpeo genial de Be?at, un vasco que pasar¨¢ a la historia de los derbis por su genial golpeo en el alargue del partido, cuando, imitando a Ronaldinho, le col¨® el bal¨®n a Varas por debajo de su barrera. Un tanto que, m¨¢s all¨¢ del sentimiento, asesta un golpe casi mortal a las aspiraciones europeas del Sevilla y cuestiona el trabajo de M¨ªchel.
Su equipo, mustio, solo aguant¨® en los primeros minutos de ambas partes, siendo superado en el resto del partido por un Betis m¨¢s fuerte, m¨¢s sensato, que quiz¨¢s dio un golpe sobre la mesa para alterar el orden del f¨²tbol sevillano, que lleva a?os en manos de su rival. La explosi¨®n de j¨²bilo del beticismo ahog¨® a un Sevilla en franco declive. Fue para los b¨¦ticos el final so?ado despu¨¦s de tantas frustraciones.
Sevilla, 1-Betis, 2
Sevilla: Varas; Luna, Fazio, Cala, Fernando Navarro; Navas, Medel, Trochowski (Bab¨¢, m. 74), Reyes (Rakitic, m. 57); Manu del Moral (Lios Alberto, m. 85) y Negredo. No utilizados: Palop; Coke, Deivid y Guarente.
Betis: Fabricio; Nelson (Chica, m. 41), Paul?o, Dorado, Nacho; Iriney (Ca?as, m. 64), Be?at; Santa Cruz, Pozuelo, Montero (Pereira, m. 78); y Rub¨¦n Castro. No utilizados: Casto; Amaya, Matilla y Salva Sevilla.
Goles: 1--0. M. 5. Negredo. 1-1. M. 43. Be?at, de falta. 1-2. M. 92. Be?at, en otra falta.
?rbitro: Delgado Ferreiro. Expuls¨® a Medel (m. 91) por doble amonestaci¨®n. Amarillas a Be?at, Negredo, Fazio, Trochowski, Dorado, Jefferson Montero y Ca?as.
Unos 48.000 espectadores en el estadio Ram¨®n S¨¢nchez Pizju¨¢n.
Al Betis le marc¨® una puesta en escena t¨ªpica de los equipos con el est¨®mago lleno. La derrota del Sporting lo dej¨® en Primera, lo que aliger¨® de tensi¨®n al cuadro de Mel. El Sevilla, un hidalgo venido a menos, s¨ª le meti¨® al juego lo que exige un derbi. Tensi¨®n, agresividad en cada bal¨®n dividido y clase, porque la tiene, en algunos de sus jugadores, caso de Trochowski o Negredo. Lo pas¨® mal el Betis en un inicio lleno de dudas, ocupando mal los espacios y acusando algunas decisiones de su entrenador, como la colocaci¨®n de Santa Cruz como interior derecho. La ficha m¨¢s alta del Betis destinada para marcar goles se limit¨® a cerrar a Reyes, otra ficha tan alta como est¨¦ril, en este caso para el Sevilla. El trabajo del paraguayo del Betis, sin embargo, fue mod¨¦lico.
Trochowski, en su mejor cuarto de hora de la temporada, le ense?¨® la matr¨ªcula a Be?at e Iriney, colocando un bal¨®n al ¨¢rea que Negredo caz¨® anticip¨¢ndose a la d¨¦bil defensa b¨¦tica y rozando el fuera de juego, con la mente puesta en la Eurocopa. El gol hizo justicia a una acometida explosiva del Sevilla, m¨¢s metido que su rival, tambi¨¦n con m¨¢s en juego. El apag¨®n lleg¨® al cuarto de hora, cuando los de M¨ªchel mutaron de forma sospechosa, alimentando la irregularidad que les ha perseguido durante toda la temporada.
Con Reyes desaparecido y Manu en la inopia, a medida que aparec¨ªa Be?at, bien secundado por el joven Pozuelo, un peque?o torbellino entre l¨ªneas, el Betis comenz¨® a crecer. Paso a paso, meti¨® al Sevilla en su ¨¢rea, aterrorizado por su incapacidad, temeroso de perder el control a pesar de la presunta calidad que atesoran muchos de sus futbolistas. El Betis apret¨®, hizo suya la agresividad del rival y se pis¨® ¨¢rea.? Pudo haber penalti a Pozuelo y Delgado Ferreiro, que no quer¨ªa l¨ªos, le perdon¨® la roja a Negredo, que sac¨® del campo a Nelson con una entrada muy dura.
Comenzaron los empujones, los golpes y algunos gritos para demostrar que se jugaba un derbi. El Betis, renacido, pesc¨® en una falta de Be?at, como en la ida. A Medel le falt¨® aplomo ante Santa Cruz. Encontr¨® soluci¨®n a sus problemas quit¨¢ndole el bal¨®n al Sevilla, que sufre atr¨¢s, as¨ª de f¨¢cil y de efectivo.
M¨ªchel vio que Reyes era un estorbo en banda y lo meti¨® por el centro, mandando a Manu del Moral a la izquierda, para reventar a Santa Cruz. El utrerano, de mediapunta, le cre¨® problemas al Betis, que volvi¨® a verlas venir, como en la primera mitad. Reyes hizo jugar a Navas, que super¨® a Nacho una y otra vez. M¨ªchel se acord¨® del Reyes de la primera parte y lo mand¨® a la ducha para cabreo del utrerano y entr¨® Rakitic. Un cambio con miga.
Acus¨® el cambio el Sevilla. El partido entr¨® en un marasmo, con los dos equipos midi¨¦ndose, sin golpearse. El derbi estaba abierto. Harto de buscar a Navas, el Betis ten¨ªa peligro al contragolpe, m¨¢s entero, con las ideas m¨¢s claras. Lleg¨® al tramo final del derbi dando la cara en un territorio tan hostil como Nervi¨®n. Los de M¨ªchel se mostraron espesos, faltos de aire, sin f¨²tbol para sobrepasar a un Betis con ganas de revertir el orden futbol¨ªstico de la ciudad, en manos del rival durante casi una d¨¦cada.
En esos momentos decisivos solo le falt¨® una acci¨®n de calidad de alguno de sus hombres letales, caso del delantero Rub¨¦n Castro, que eligi¨® mal en un par de acciones, o de Be?at, que lleg¨® al tramo final desfondado,pero con la suficiente calidad como para anotar un gol antol¨®gico, que muestra la inteligencia de un gran futbolista.
Los hinchas del Sevilla apedrean el autob¨²s de su propio equipo
Los ¨¢nimos estaban muy calientes a la conclusi¨®n del derbi en la afici¨®n del Sevilla. Un grupo numeroso de hinchas esper¨® a los jugadores sevillistas cuando sal¨ªan del estadio, momento en el que fueron gravemente insultados. Los aficionados, muy exaltados, solo respetaron a Navas y Medel, al tiempo que la tomaron con el resto de los jugadores, ya en el autob¨²s para realizar una cena de recuperaci¨®n en un cercano hotel al S¨¢nchez Pizju¨¢n.
All¨ª les esperaba otro numeroso grupo de hinchas, en torno a unos 80, que recibieron al autob¨²s con una lluvia de bengalas y lanzamiento de objetos, lo que provoc¨® la en¨¦rgica actuaci¨®n de la polic¨ªa, que se emple¨® con rapidez y contundencia. Los aficionados radicales, sin embargo, interceptaron el paso del autob¨²s con un contenedor de basura y cuando qued¨® bloqueado, comenzaron con una continua lluvia de objetos. No es la primera vez que los ultras del Sevilla emplean la violencia con sus jugadores, ya que a lo largo de la temporada y despu¨¦s de los malos resultados cosechados por el equipo, algunos jugadores se han visto envueltos en situaciones desagradables, aunque no de la gravedad de la que se vivi¨® tras la celebraci¨®n del derbi. ¡°Es un d¨ªa muy triste¡±, reconoci¨® M¨ªchel, quien reconoci¨® que su continuidad en el Sevilla la pr¨®xima campa?a se complica.
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