La obsesi¨®n met¨¢lica de Abram¨®vich
El magnate ruso del Chelsea ha desembolsado m¨¢s de 200 millones en fichajes en dos a?os con el ¨²nico objetivo de ganar la ¡®Champions¡¯
Cerca de 850 millones de euros invertidos en los ¨²ltimos nueve a?os entre fichajes y n¨®minas, una fortuna a la espalda de 12.600 millones -la 53? seg¨²n la lista Forbes-, y, sin embargo, algo peque?o, de apenas 74 cent¨ªmetros de alto y ocho kilos, la copa de la Champions, ha nublado la vista de Roman Abram¨®vich, propietario del Chelsea, desde su desembarco en el f¨²tbol en 2003. Una representaci¨®n met¨¢lica que esta noche podr¨ªa por fin conquistar ante el Bayern de M¨²nich y que ha transformado emocionalmente al conjunto ingl¨¦s desde que un resbal¨®n de Terry en la final de 2008 ante el Manchester United provocase un arrebato pasional en el magnate ruso.
Desde su llegada al club londinense previo pago de 170 millones de euros, el Chelsea ha sufrido una revoluci¨®n econ¨®mico-deportiva orientada sobre todo hacia la consecuci¨®n del t¨ªtulo europeo. Un objetivo que se convirti¨® en necesidad tras el fracaso de Mosc¨² en la tanda de penaltis cuatro temporadas atr¨¢s. Ahora, Roberto Di Matteo, como lo fuera entonces Avram Grant, ambos recambios de urgencia, puede conseguir un trofeo que ha estigmatizado a su m¨¢ximo mandatario. Al chasco de la final perdida le prosigui¨® un a?o despu¨¦s el gol en el ¨²ltimo minuto de Iniesta en Stamford Bridge, en el partido de vuelta de las semifinales de 2009. A partir de entonces y hasta hoy, el Chelsea no hab¨ªa vuelto a alcanzar una final tras caer en 2010 ante el Inter de Mil¨¢n, a la postre campe¨®n, en octavos, y con el Mufc en cuartos un a?o m¨¢s tarde.
El gol de Iniesta parece haberse difuminado tras la eliminaci¨®n de los azulgrana en lo que se interpret¨® como una venganza po¨¦tica
Poco acostumbrado a posar frente a las c¨¢maras, una guardia de 40 personas escolta a diario a Abram¨®vich para proteger su intimidad. Nada que ver con su expansi¨®n en el f¨²tbol; el multimillonario ruso ha desembolsado este curso m¨¢s de 100 millones de euros en nueve fichajes. Una cifra menor a los 126 de la temporada anterior, pero que demuestran las exigencias del ruso por satisfacer sus necesidades. A pesar de haber depositado las riendas de un proyecto nuevamente millonario en Villas-Boas tras su ¨¦xito con el Oporto, como ya lo hiciera en 2004 con Mourinho, es sin embargo su improvisado sucesor, Roberto Di Matteo, quien se encuentra en una postura similar a la de Avrant Grant en 2008. Son curiosamente dos sustitutos de ocasi¨®n los que m¨¢s cerca han estado de satisfacer a su jefe. El israel¨ª ocup¨® el banquillo tras la marcha repentina de Mourinho y alcanz¨® contra todo pron¨®stico una final hist¨®rica para los blues. Di Matteo ha vuelto a conseguirlo en apenas dos meses de trabajo y tras haber superado al Barcelona en las semifinales. Si el fallo de Terry perdura de momento en la historia negra del Chelsea, el gol de Iniesta, otra imagen imborrable, parece haberse difuminado tras la eliminaci¨®n de los azulgrana en lo que se interpret¨® como una especie de venganza po¨¦tica. Un factor que ha funcionado como terapia y que ha motivado la recuperaci¨®n an¨ªmica de un bloque con cuentas pendientes.
Grant y Di Matteo son, curiosamente, dos sustitutos de ocasi¨®n los que m¨¢s cerca han estado de satisfacer a su jefe
Desde que se produjera el fatal desenlace de Mosc¨², en el que un d¨ªa antes Abram¨®vich se gast¨® 76 millones de euros en dos obras de arte, hasta el ¨¦xito de M¨²nich, la paciencia del magnate ha menguado provocando un efecto directo en los m¨¢rgenes de confianza de sus entrenadores. Por el banquillo de Stamford Bridge han desfilado desde entonces Scolari, Hiddink, Ancelotti, Villas Boas y ahora Di Matteo, cinco entrenadores en cuatro temporadas. Todos partieron con el mismo objetivo, conseguir el ¨²nico t¨ªtulo que le falta a su due?o y al club en sus 107 a?os de historia. Puede que de conseguirlo hoy Di Matteo se gane la confianza del impaciente mandatario y se mantenga al frente de los blues al menos una temporada m¨¢s. De lo contrario, la c¨²pula directiva ya sondea varios sustitutos.
Lejos de disminuir con el paso del tiempo, la ansiedad de Abram¨®vich por poseer uno de los pocos bienes que escapa directamente a chequera se ha convertido en un anhelo superior a los 148 metros de eslora que posee el Eclyse -su lujoso yate valorado en 615 millones de euros-. Un deseo que puede que le convierta en una adaptaci¨®n moderna del griego S¨ªsifo. Que tanto subir a la colina, vea de nuevo c¨®mo es otro el que consigue colocar la piedra. Es la condena por una tener una obsesi¨®n, met¨¢lica.
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