Zancadas y centros contra el racismo
Gebre Selassie, primer jugador negro de la Rep¨²blica Checa, combate la xenofobia con su f¨²tbol
Para un sector minoritario de la sociedad checa, Theodor Gebre Selassie (T?eb¨ª?, Rep¨²blica Checa; 1986) ha cometido un pecado: ser negro. Cuando hace un a?o luci¨® por primera vez la camiseta de su selecci¨®n y se convirti¨® en el primer jugador de color en lucir la el¨¢stica de la Rep¨²blica Checa [donde la cifra de inmigrantes alcanza el 20% de la poblaci¨®n total], la voz de alarma corri¨® como un reguero de p¨®lvora entre las facciones m¨¢s retr¨®gradas del pa¨ªs, en cuyos grader¨ªos m¨¢s radicales, al igual que en otros territorios de Europa del Este, tambi¨¦n han calado con fuerza las garras del racismo y la xenofobia. ¡°Es curioso, hay un hombre negro [Barack Obama] al mando de la naci¨®n m¨¢s poderosa del planeta y a la gente le llama la atenci¨®n que juegue con mi selecci¨®n¡±, se resigna ¨¦l, una de las irrupciones m¨¢s agradables durante la primera fase de la Eurocopa, due?o del carril derecho del equipo de Michal Bilek.
Gebre Selassie fue insultado por los hinchas radicales de Rusia con sonidos simiescos
Hijo de Chamola, doctor et¨ªope que emigr¨® a la Checoslovaquia comunista para proseguir con sus estudios, y Jana, profesora checa, Gebre sigui¨® la senda de sus progenitores e ingres¨® en la Universidad de Olomouc. Los libros, sin embargo, quedaron a un lado cuando se decant¨® por la pelota, por m¨¢s que su figura longuil¨ªnea y su nombre remitan al tart¨¢n y a uno de los grandes iconos del atletismo, Haile Gebreselassie. ¡°Me quedo con las distancias cortas, las que recorres en un campo de f¨²tbol¡±, desliza el lateral, que en el primer partido de la Eurocopa ya tuvo que aguantar los sonidos guturales emitidos por un grupo de hinchas rusos. ¡°Me di cuenta, pero he experimentado cosas mucho peores. Debo olvidarlo, no creo que haya ninguna raz¨®n para que se hable de ellos. Lo m¨ªo es el juego¡±. La UEFA abri¨® una investigaci¨®n, aunque no impuso castigo alguno. S¨ª por los s¨ªmbolos y los improperios [80.000 euros] que dedicaron los aficionados croatas al italiano Mario Balotelli, tambi¨¦n de raza negra.
No fue, no obstante, la primera vez que Gebre tuvo que hacer frente a las burlas simiescas procedentes de las gradas checas, quiz¨¢ por los mismos que en la d¨¦cada de los noventa tiraban pl¨¢tanos a Kennedy Chihuri, medio nacido en Zimbaue y que militaba en el Viktoria Zizkov. Para Selassie, el episodio m¨¢s flagrante tuvo lugar el pasado mes de octubre, cuando su equipo, el Slovan Liberec, avasall¨® al Sparta de Praga a domicilio. Despu¨¦s de rubricar una acci¨®n soberbia que signific¨® el 0-3 definitivo, un elevado n¨²mero de espectadores core¨® al un¨ªsono c¨¢nticos discriminatorios contra ¨¦l. Gebre prefiere agarrarse a la iron¨ªa: ¡°Lo siento, pero he nacido en la Rep¨²blica Checa y he vivido all¨ª toda mi vida. Solo he visitado una vez Etiop¨ªa. Estoy orgulloso de ser diferente, de ser negro¡±.
Si Obama dirige los Estados Unidos, no entiendo por qu¨¦ se sorprenden de que yo juegue con mi selecci¨®n"
Notable ha sido hasta el momento su despliegue en la Eurocopa. Siempre con el dep¨®sito lleno, explora la banda durante los 90 minutos, hasta el punto de que puede desenvolverse como lateral y como extremo, dada su facilidad para servir balones. Uno de ellos, frente a Grecia, fue embocado a gol por su compa?ero Pila?. No podr¨¢, sin embargo, desguarnecer la guarida ante Portugal. Un envite de m¨¢xima exigencia que le brindar¨¢ un reto de fuego: echar el lazo a Cristiano Ronaldo.
¡°Tiene cabeza y, sobre todo, es un luchador nato¡±, expon¨ªa a The Guardian el preparador Milan Boksa, su tutor durante sus primeros pasos en el f¨²tbol profesional, en el Jihlava, de la Segunda checa. ¡°Solo quiero ser recordado como un simple jugador, no como alguien al que abucheaban por el color de su piel¡±, zanja ¨¦l, bloggero, cin¨¦filo, ya en la agenda de diversos clubes europeos y que planea regresar a la universidad cuando la pelota le conceda una tregua. Desde las gradas, de momento, algunos todav¨ªa no lo han hecho.
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