Pellegrini, la ovaci¨®n de Barinaga
La Rosaleda premia la fidelidad y el papel del entrenador chileno en la resurgimiento del M¨¢laga
Encorsetado econ¨®micamente,toda vez que el jeque Abdullah Al Tani decidi¨® cerrar el grifo de millones y desaparecer de la escena, el M¨¢laga arranc¨® el verano sumido en una profunda depresi¨®n. Con el club en el escaparate de venta, las denuncias de varios futbolistas por impagos y la huida de su gran estandarte sobre el c¨¦sped, Cazorla, adem¨¢s de la de su exdirector general, Fernando Hierro, el panorama invitaba a Manuel Pellegrini a tomar la puerta de salida. No lo hizo el chileno, hombre siempre ponderado, acostumbrado ya a los grandes desaf¨ªos despu¨¦s de guiar a la ¨¦lite europea al Villarreal y obtener unas cifras de r¨¦cord a su paso por el banquillo del Real Madrid.
No emigr¨® el t¨¦cnico, que anduvo el curso pasado con el agua al cuello por la irregular trayectoria de su equipo, ahora enderezado e instalado en la gloria. Y la grada de La Rosaleda, vestida de gala el pasado martes, extasiada por el triunfo de su equipo ante el rimbombante Zenit (3-0) en su puesta en escena en la Champions, se lo agradece sobremanera.
¡°?Manuel, Manuel, Manuel Pellegrini!¡±, coreaban los hinchas malacitanos, hist¨®ricamente comedidos en sus alabanzas hacia el banquillo, conforme se avecinaban los goles de Isco (2) y Saviola. Solo el preparador vizca¨ªno Sabino Barinaga, despu¨¦s de un 4-0 copero ante Osasuna en 1962, recibi¨® una ovaci¨®n de similar magnitud. ¡°Es un premio, el p¨²blico se lo merec¨ªa. Estamos concienciados para llevar a cabo el proyecto¡±, atenuaba con humildad El Ingeniero, convertido ahora en el pastor malague?o y cuyo estilo sobre el tapete es innegociable. No vari¨® un ¨¢pice su guion durante la temporada 2010-2011, cuando las cr¨ªticas arreciaban y el M¨¢laga se encontraba empantanado en la zona de descenso ¨Cestuvo inmerso en ¨¦l desde la jornada 20? a la 31?¨C, ni pesta?ea hoy d¨ªa tampoco, cuando su equipo cabalga con soltura en la Liga ¨Cest¨¢ ubicado en el segundo pelda?o de la tabla, solo dos puntos por detr¨¢s del Bar?a¨C y ha irrumpido a lo grande en las altas esferas continentales.
¡°?Manuel, Manuel, Manuel Pellegrini!¡±, core¨® la grada de La Rosaleda en el duelo ante el Zenit
Maniatado por el plan de austeridad y reestructuraci¨®n impulsado por los propietarios del club, no alz¨® la voz cuando dieron luz verde a la salida de Cazorla al Arsenal por 16 millones. Sin timonel, perdi¨® adem¨¢s a un ariete de envergadura como Rond¨®n (al Rubin Kazan, por 10 millones) y asisti¨® al desfile de piezas importantes en su engranaje como Matijhsen (Feyenoord), Maresca (Sampdoria) o Apo?o (Zaragoza). A cambio, reclut¨® a coste cero a futbolistas de vuelta como Iturra, Santa Cruz o un reverdecido Saviola y dio alas al joven canterano Fabrice Olinga, autor del gol m¨¢s prematuro de la historia de la Liga con 16 a?os y 98 d¨ªas. Solvent¨® sin contratiempos la fase de acceso a la Liga de Campeones, en la que dobleg¨® al Panathinaikos pese al yugo econ¨®mico que pend¨ªa sobre el pase ¨Cun m¨ªnimo de 8,6 millones¨C, y dio empaque a una plantilla que en las tres primeras jornadas ha cosechado tres victorias ante el Celta (0-1), Zaragoza (0-1) y Levante (3-1), y solo ha cedido un empate contra el Mallorca (1-1).
El equilibrio y la mesura de su gesti¨®n son la llave. Con una partitura ofensiva atractiva, f¨²tbol asociativo y un correcto repliegue en la retaguardia, el ¨¦xito del M¨¢laga se asienta en la fuerza del grupo. Solo Joaqu¨ªn, alegre y bicicletero como en sus mejores tiempos, y la combusti¨®n de Isco, un joven de talento extraordinario que ha revolucionado a la hinchada, sobresalen entre los par¨¢metros colectivos impuestos por Pellegrini. Cuenta adem¨¢s el chileno, contenido en siempre en su mensaje, con el buen hacer de futbolistas como Monreal o Camacho y el oficio de veteranos como Demichelis o Weligton. ¡°La experiencia nos ha servido para convertirnos en una familia y fortalecer el grupo¡±, apuntaba este ¨²ltimo, el capit¨¢n, que a la vez puntualizaba: ¡°ahora solo falta que los due?os del club den la cara y hablen con nosotros¡±. No ha trascendido hasta ahora, no obstante, nada m¨¢s all¨¢ de un escueto ¡°congratulations¡± (enhorabuena) por parte de Al Thani cuando su equipo logr¨® el billete para la Champions.
Poco parece importarle hoy d¨ªa a la afici¨®n, cuya mirada ya no se dirige al palco. Los h¨¦roes est¨¢n sobre el verde. Y, sobre todo, ejerciendo de forma silenciosa, en el banquillo.
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