¡°He sobrevivido al c¨¢ncer y s¨ª, he ganado siete veces el Tour¡±

¡°He sobrevivido al c¨¢ncer, soy fundador de Livestrong, me encanta M¨¦xico y s¨ª, he ganado siete veces el Tour de Francia¡±, dijo Lance Armstrong en espa?ol durante una conferencia en M¨¦xico en la que habl¨® sobre su lucha contra la enfermedad. ¡°De mi vuelta al ciclismo en 1998 y todo lo que me llev¨® a ganar el Tour de Francia, de todo eso, lo m¨¢s importante fue iniciar una organizaci¨®n como Livestrong", a?adi¨® el corredor texano. Armstrong sigue predicando el mismo mensaje en su causa contra esta enfermedad como figura legendaria del ciclismo, pese a que ser¨¢ despojado de los siete t¨ªtulos del Tour de Francia que conquist¨® de 1999 a 2005.

Esa fue la ¨²nica referencia que hizo el estadounidense a las acusaciones de dopaje que pesan sobre ¨¦l y que el 23 de agosto la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) hizo p¨²blicas. El organismo mantiene que el ciclista texano emple¨® y consumi¨® ¡°sustancias prohibidas y/o m¨¦todos prohibidos, incluyendo EPO, transfusiones sangu¨ªneas, testosterona, corticosteroides y agentes enmascaradores¡±. Armstrong lo neg¨®, pero en un comunicado emitido a trav¨¦s de su cuenta personal en Twitter, el mismo d¨ªa de la acusaci¨®n, anunci¨® que desist¨ªa en su lucha por demostrar su inocencia. El siete veces ganador del Tour de Francia puede ser despose¨ªdo de todos los t¨ªtulos ganados a partir del 1 de agosto de 1998, cuando volvi¨® al ciclismo tras una lucha victoriosa contra el c¨¢ncer. Su regreso triunfal a la bicicleta corre, por tanto, el riesgo de esfumarse y Livestrong ser¨ªa el ¨²nico vestigio de su vuelta a la ¨¦lite.

Un d¨ªa despu¨¦s de la acusaci¨®n de la USADA, las donaciones a 'Livestrong' se multiplicaron por 25

El castigo, adem¨¢s de borrar un palmar¨¦s hist¨®rico generado entre 1998 y 2011, proh¨ªbe que participe en competiciones reguladas por la AMA (Agencia Mundial Antidopaje). Armstrong, luchador y devorador insaciable de kil¨®metros, queda as¨ª relegado a participar en competiciones amateurs. Ahora, Livestrong se ha convertido en su gran obsesi¨®n. Pese a que desde su fundaci¨®n se han quejado de que el veto al ciclista en la categor¨ªa profesional influ¨ªa negativamente en la recaudaci¨®n de fondos de la organizaci¨®n para la lucha contra el c¨¢ncer, el efecto se revirti¨® nada m¨¢s conocerse la sanci¨®n. Al d¨ªa siguiente Livestrong ve¨ªa como las donaciones se multiplicaban por 25 y las aportaciones sumaron 62.000 euros frente a los 2.500 de la v¨ªspera. En 2011, la organizaci¨®n factur¨® 40 millones de euros y, en los ¨²ltimos 15 a?os, sum¨® 400 millones para la causa contra el c¨¢ncer y la distribuci¨®n de 14 millones de sus pulseras amarillas tan populares. Armstrong cobra unos 120.000 euros de media por cada charla en la que comparte su experiencia sobre la enfermedad. Da unas 20 conferencias al a?o, por lo que sus ingresos se estiman en 2,4 millones de euros al a?o.

La inc¨®gnita que queda por resolver es tambi¨¦n peliaguda. Si el corredor pierde todos los t¨ªtulos, como pretende la USADA, tambi¨¦n deber¨ªa devolver todo el dinero que trajeron esos triunfos, seg¨²n el c¨®digo de la AMA. Las cuentas no son f¨¢ciles de hacer: los casi 3,5 millones de euros solo por sus ¨¦xitos en la ronda francesa, que incluyen los d¨ªas que visti¨® de amarillo (83), los triunfos de etapa (22) y los absolutos (siete), y un total de casi seis millones si se tienen en cuenta sus resultados en el resto de las carreras, seg¨²n estimaciones de la revista econ¨®mica Forbes. Adem¨¢s del dinero embolsado en las charlas y el procedente de sus patrocinadores.

Pese a haber decidido ¡°pasar p¨¢gina¡± y no hacer frente a las acusaciones de dopaje, la imagen del Armstrong luchador sigue teniendo mucha m¨¢s fuerza que la del Armstrong tramposo, aunque nunca se le atribuyera un positivo durante su etapa en activo. Su carism¨¢tico lado humano queda reflejado en el ¨¦xito de su organizaci¨®n y respaldado por sus patrocinadores, el Kansas City (que paga unos seis millones por poner el nombre de su organizaci¨®n ben¨¦fica a su estadio a lo largo de seis a?os); y Nike, que le acompa?¨® toda su vida, y lo sigue haciendo, al igual que el resto de las empresas que apoyaron al texano desde su retirada en 2011.