El Betis ampl¨ªa su repertorio

Un excepcional primer tiempo que sorprendi¨® a un Valencia sin ritmo, m¨¢s las necesarias dosis de oficio y fortuna en la prolongaci¨®n, acabaron por convertirse en los pilares de un triunfo muy importante para el Betis. El equipo andaluz crece y crece, a?ade a sus tradicionales virtudes una desconocida solvencia defensiva y disfruta con un cuarto puesto moment¨¢neo que premia el descaro y la evoluci¨®n de su juego. Mejor¨® mucho el Valencia con la entrada de Banega en la segunda mitad, pero le falta entidad y velocidad. Es un equipo sin desborde y carece de bandas, virtudes b¨¢sicas para romper a un equipo como el Betis, que supo meterse atr¨¢s para resolver el encuentro con un sentido pr¨¢ctico inexistente en los andaluces la pasada temporada. Mordi¨® el Valencia porque tiene a futbolistas del hambre de Soldado, capaz de generar ¨¦l solo ocasiones, aunque necesita juego e intensidad. Quiz¨¢s por eso no puede sorprender que solo lleve un gol fuera de casa, el de Jonas en el Santiago Bernab¨¦u.

Perdi¨® el Betis a Be?at, afectado por una gastroenteritis, y se encontr¨® con Salva Sevilla, otro jugador que solo entiende el f¨²tbol como modelo de asociaci¨®n y creatividad. Presuntamente, el equipo andaluz hab¨ªa perdido a su faro, pero se reh¨ªzo con una respuesta mod¨¦lica y solidaria en los tres hombres que se alinearon en el centro del campo. Ca?as puso la garra, Nosa Igiebor la potencia en el desborde y Salva Sevilla la seda. La conjunci¨®n de estos elementos desarm¨® a un Valencia blando, aparentemente cansado y sin la intensidad necesaria para poner en apuros a un rival que semana a semana se hace m¨¢s competitivo. Al Betis le ayud¨® en su crecimiento el gol de Salva Sevilla, a los ocho minutos, cuando un horrible despeje de Rami propici¨® un remate franco del almeriense. No puso hacer nada Alves, como tampoco su equipo, superado por el mayor ritmo del equipo andaluz.

Pellegrino encontr¨® el equilibrio en la Liga de Campeones con la inclusi¨®n de Albelda junto a Gago, pero al veterano centrocampista pareci¨® pesarle el hecho de jugar dos partidos por semana. Superado por las oleadas del Betis, m¨¢s fresco, m¨¢s r¨¢pido y veloz, el Valencia lo pas¨® mal, con una lentitud exasperante en la creaci¨®n del juego y una falta de creatividad alarmante. La clave del partido radicaba en el centro del campo, donde el trivote del Betis aplastaba al del Valencia. Soldado, perdido y rodeado de defensores b¨¦ticos, reclamaba juego, pero se encontr¨® con la incomunicaci¨®n futbol¨ªstica de sus compa?eros, aturdidos, sin hilo.

El equipo de Pellegrino mostr¨® una lentitud exasperante en la creaci¨®n del juego y una falta de creatividad alarmante

Todo lo que no hicieron tres futbolistas en la primera mitad, Albelda, Gago y Tino Costa, lo resolvi¨® Banega con su juego f¨¢cil. Pas¨® a dominar el Valencia, levantado por el argentino, con una capacidad natural para hacer f¨¢cil lo dif¨ªcil. El Betis not¨® el cansancio de Salva Sevilla, un futbolista de tanta calidad como de fr¨¢gil f¨ªsico, y se repleg¨® a la espera de cazar al Valencia al contragolpe. Surgieron entonces subalternos que hasta ese momento hab¨ªan estado algo escondidos. Como el trabajo defensivo de los dos centrales, Paulao y Mario, as¨ª como su portero Adri¨¢n, una de las revelaciones de la temporada. Decisiva fue su intervenci¨®n a falta de cuatro minutos. Soldado, con un desmarque estupendo, se qued¨® solo en el ¨¢rea con el bal¨®n botando. El meta del Betis sac¨® el cuero con una intervenci¨®n felina. En ese despeje murieron las aspiraciones del Valencia. Sobrado de oficio, con el joven Nono sacando de quicio a futbolistas tan experimentados como Gago y Banega. Con un poco de defensa, un mucho de personalidad y toneladas de esfuerzo, el Betis culmin¨® un triunfo que le coloca cuarto y dispara sus ilusiones de redondear una buena temporada.