Saber decir adi¨®s
Los seguidores del Arsenal no se preguntan si Wenger se va a ir, sino cu¨¢ndo
¡°Sobre un buen cimiento se puede levantar un buen edificio, y el mejor cimiento y zanja del mundo es el dinero¡±. Miguel de Cervantes
Santi Cazorla, jugador espa?ol del Arsenal, cometi¨® el pecado mortal para el f¨²tbol ingl¨¦s el fin de semana pasado de fingir que le hab¨ªan hecho un penalti. Ni los aficionados ni la prensa lo olvidar¨¢n. Llevar¨¢ la marca de Ca¨ªn hasta el fin de sus d¨ªas. As¨ª son en Inglaterra. No perdonan a los que pretenden enga?ar al ¨¢rbitro, y menos si se tiran en el ¨¢rea rival.
Que lo intentara es un s¨ªntoma de la frustraci¨®n en la que ha ca¨ªdo el Arsenal despu¨¦s de un arranque de temporada prometedor en el que el talento y el liderazgo de Cazorla brill¨®. Fue nombrado, recordemos, el mejor jugador de la Premier del mes de septiembre. ¡°Me encanta el estilo del equipo¡±, dijo en aquel momento. ¡°Vamos a tener mucha posesi¨®n del bal¨®n¡±.
Cre¨ªa que era posible gastar poco y competir con los clubes de los jeques y los magnates. Se equivoc¨®
Siguen teniendo el bal¨®n m¨¢s que sus rivales pero no saben qu¨¦ hacer con ¨¦l. Perdieron el martes contra el Bradford City, de la Cuarta Divisi¨®n inglesa, en la Copa de la Liga y solo han ganado uno de sus ¨²ltimos seis partidos. Van s¨¦ptimos en la Premier League, a 15 puntos del primero. Los sue?os de los fans del Arsenal, que tiene el estadio m¨¢s moderno (y las entradas m¨¢s caras) de Inglaterra, se han esfumado. Hace un par de meses pensaban que por fin, tras siete temporadas sin ganar nada, ahora s¨ª ten¨ªan un equipo capaz de competir con cualquiera, al menos en Inglaterra. Ya no.
El murmullo de la afici¨®n que se escuchaba el a?o pasado ¨C ¡°veneramos a Ars¨¨ne Wenger pero ya es hora de que se vaya¡± ¨C arriesga convertirse en un clamor. Eso ser¨ªa terrible. El entrenador franc¨¦s del Arsenal transform¨® al club tras su llegada hace 16 a?os. Ten¨ªa fama de ser un equipo aburrido ¨C ¡°boring, boring Arsenal¡±, dec¨ªan- pero bajo su mando empez¨® a desplegar un f¨²tbol que combinaba el estilo aguerrido ingl¨¦s con la elegancia de estilistas extranjeros como Dennis Bergkamp y Thierry Henry. Gan¨® el campeonato ingl¨¦s tres veces y la FA Cup cuatro. Pas¨® toda una temporada sin perder un partido de Liga. Lleg¨® a ser condecorado por la reina de Inglaterra.
Pero todo eso es historia. La pregunta entre muchos fieles del Arsenal ya no es si se va a ir, sino cu¨¢ndo. El deseo creciente en el estadio de los Emirates es que, en vez de sufrir la humillaci¨®n de ser despedido, dimita. Ya no es el Rey Midas, que todo lo convierte en oro. Hubo una ¨¦poca en la que fichaba bien y vend¨ªa mejor. Ten¨ªa buen ojo. Trajo a Henry al Arsenal por 16 millones de euros, lo convirti¨® en un crack mundial y ocho a?os despu¨¦s, cuando entraba en su fase de decadencia, lo vendi¨® al Barcelona por 24 millones. Ahora no ficha ni vende bien. Hace a?o y medio se le fue Cesc F¨¢bregas con 24 a?os y lo mejor de su carrera, todo indica, por delante; el verano pasado su mejor jugador, el goleador Robin van Persie, fich¨® por el Manchester United.
¡°La sensaci¨®n hoy,¡± dijo esta semana Emmanuel Petit, exjugador del Arsenal, ¡°es que el Arsenal est¨¢ creando una generaci¨®n de jugadores que espera irse a otro club para poder ganar algo¡±. Cazorla s¨ª fue un buen fichaje pero solo no va a ganar nada. Ya da se?ales de frustraci¨®n, como se vio el fin de semana pasado, y qui¨¦n sabe si ¨¦l tambi¨¦n empezar¨¢ a so?ar pronto con irse a un club m¨¢s triunfador.
Un par de golpes duros m¨¢s y deber¨¢ plantearse la posibilidad de decir adi¨®s al club
A Wenger se le admira por haber administrado las finanzas del club con moderaci¨®n. Cre¨ªa que era posible gastar poco y competir con los clubes de los jeques y los magnates. Se equivoc¨®. Sus siete a?os en el desierto lo demuestran. Pero no da se?ales de querer rectificar. El franc¨¦s es y seguir¨¢ siendo un peque?o burgu¨¦s rom¨¢ntico, seguir¨¢ creyendo que el ahorro le llevar¨¢ la gloria. Lo que los aficionados quieren es que tire la casa por la ventana y fiche a un Falcao, a un jugador carism¨¢tico capaz de revolucionar al equipo y de meter 40 goles por temporada.
Sus principios se lo impedir¨¢n. Le honra. Don Quijote tambi¨¦n fue un caballero honorable. Pero el mundo real es cruel y los dioses del f¨²tbol tambi¨¦n. Un par de golpes duros m¨¢s y se tendr¨¢ que empezar a plantear la posibilidad de que ha llegado el momento de decir adi¨®s.
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