Mal Valencia, peor Ibrahimovic

El Valencia se estrell¨® dos veces contra el mismo muro: un rival de entidad que lo espera, lo anestesia y lo mata a la contra. Como el Madrid en Liga hace dos semanas, el PSG repiti¨® en Mestalla. A pesar de estar advertido Valverde, el resultado fue parecido. Sobre todo por una primera parte desastrosa del Valencia en la que le dio al PSG todas las ventajas imaginables para sentenciar. Rectific¨® Valverde en la segunda, con Valdez y Canales, siendo m¨¢s vertical y punzante, negados sus delanteros ante el gol, que lo convirti¨® el central Rami, el mejor de los valencianistas. Ante sus compatriotas, el franc¨¦s luci¨® su enorme potencia f¨ªsica: primero sec¨® y desquici¨® a Ibrahimovic, expulsado en el ¨²ltimo suspiro por una plancha, y despu¨¦s alivi¨® con su gol la derrota valencianista ante la vuelta dentro de dos semanas en Par¨ªs.

A pesar de su colosal n¨®mina de estrellas, al PSG no le importa que lo dominen. M¨¢s bien al contrario. Est¨¢ encantado de que as¨ª sea. Cede el bal¨®n y el campo, pacientemente, a la espera de que el rival se derrote contra sus siete defensores, los cuatro zagueros y los dos mediocentros. Ah¨ª Verratti destac¨® varios cuerpos sobre todos los dem¨¢s. El joven medio procedente del Pescara, il vice Pirlo,como lo conocen en Italia, dict¨® una lecci¨®n a la hora de recuperar y armar el contragolpe. Es peque?o y compacto, con un punto de agresividad desconocida para el mediocentro del Juventus. Pero parecida claridad en el reparto del bal¨®n. A partir de ah¨ª, los cuatro de arriba son puro talento. A la derecha, Lucas Moura, un cohete con un aire a Theo Walcott, el extremo del Arsenal. Sus arrancadas y cambios de ritmo quebraron la resistencia de Guardado, que levant¨® la bandera blanca. A la izquierda, Pastore, m¨¢s metido hacia adentro y m¨¢s intermitente, s¨ª, pero cada vez que encendi¨® la luz¡­ gol: dio el primero a Lavezzi en un pase de tac¨®n y remat¨® el segundo tras un servicio de Lucas Moura. Lavezzi, efectivamente, es el efecto sorpresa. Le sobra olfato y agresividad para aparecer por donde no se le espera. Al mando de las operaciones, Ibrahimovic, el enorme delantero sueco, una figura casi paternal, por la superioridad con la que se mueve y reparte juego desde su posici¨®n de delantero de referencia.

El Valencia hizo mal todo lo que pod¨ªa hacer mal en la primera parte: empecinarse en entrar por el centro, jugar al pie y a c¨¢mara lenta, defenderse con laxitud ante algunos de los mejores delanteros del planeta¡­ La elecci¨®n de Jonas fue un fiasco. La banda izquierda se convirti¨® en un punto ciego. El brasile?o se iba al centro a enlazar con Banega, Tino y Soldado. Sin un desmarque de ruptura, abusando del pase en corto, a ninguna parte. Valverde lo sustituy¨® por Valdez en el descanso. Tambi¨¦n retir¨® a Ever Banega, a quien Verratti, rob¨¢ndole dos veces la cartera, hab¨ªa dejado en evidencia. Hasta Guaita se trag¨® el segundo tanto por entre las piernas.

El p¨²blico agradeci¨® ambos cambios. Ten¨ªa ganas de ver a Canales y de aplaudir a Haedo Valdez, autor del gol en el descuento de hace tres d¨ªas en Bala¨ªdos. El Valencia prob¨® un juego m¨¢s directo que al menos alborot¨® a la zaga parisina. Y cuando la pelota la manej¨® Canales dio la sensaci¨®n de poder suceder algo. Pero en eso se qued¨®: cuando conduc¨ªa, levantaba la cabeza y no surg¨ªa nadie al desmarque. Uno como los que tira Lavezzi, que recogi¨® un pase largo de Verratti y le perdon¨® el tercer gol a Guaita con una vaselina frustrada. Algunos de los centros curvados de Canales invitaban a un cabezazo pleno de Soldado de no haber sido por que la pareja de centrales franceses, Sakho y Alex, lo tuvo esposado toda la noche. Y cuando Valdez se escap¨® de ellos, err¨® en el remate. Solo Rami anim¨® a la hinchada en el ¨²ltimo momento. Primero con una cabalgada que fue dejando cad¨¢veres franceses tirados por el campo. Despu¨¦s con un remate en el aire a un centro de falta de Tino Costa. Y de paso acab¨® por desquiciar a Ibrahimovic, expulsado con roja directa por pisar a Guardado, una demostraci¨®n de la mala cabeza del delantero sueco. Con la eliminatoria a favor y a falta de unos segundos, se hizo expulsar y no estar¨¢, como m¨ªnimo, en la vuelta de los octavos.