A por la d¨¦cima y la tercera

La sensaci¨®n de opresi¨®n se extiende por los pasillos del Bernab¨¦u y por el vestuario de Valdebebas como una bruma espesa. Perdida la Liga y comprometida la Copa por un resultado desfavorable, si a la temporada del Madrid le quitan la Champions ocurrir¨¢n cosas previsiblemente desagradables. Un vac¨ªo inmenso, imposible de llenar sin conflictos, se abrir¨¢ para la directiva y la plantilla entre marzo y junio. La sensaci¨®n de inquietud se acrecienta entre los jugadores porque cunde la divisi¨®n. No se trata de dos bandos. Es una constelaci¨®n que gira impaciente alrededor de un l¨ªder, Jos¨¦ Mourinho, cada vez m¨¢s ausente y malhumorado. Quiz¨¢ la ¨²nica manera de frenar el proceso destructivo ser¨ªa eliminar al Manchester (20.45 horas) para pasar a cuartos, luego a semifinales, y por fin llegar a Wembley y conquistar la d¨¦cima. Esto, al menos ser¨ªa bueno para la directiva y para Mourinho, que as¨ª podr¨ªa marcharse con honores o quedarse y limpiar el vestuario de ¡°ovejas negras¡±, como ¨¦l dijo, para siempre.

Da igual que sea el Manchester, uno de los clubes m¨¢s ricos y populares del planeta, el que visita el Bernab¨¦u. Es secundario que se trate del noveno duelo entre dos de los equipos m¨¢s potentes de los ¨²ltimos a?os. Da lo mismo que esta noche cobre el c¨¦sped se re¨²nan Wayne Rooney y Cristiano Ronaldo, el mejor futbolista ingl¨¦s y el goleador m¨¢s rotundo que ha vivido en la n¨®mina madridista. Cuando aparece Jos¨¦ Mourinho en escena provoca sensaci¨®n. Una sensaci¨®n que ¨¦l sabe instrumentalizar como nadie para convertirse en el centro de atenci¨®n. Cientos de periodistas le siguieron hipnotizados mientras se negaba a hablar de f¨²tbol con el pretexto de no querer revelar secretos al enemigo. En su lugar, como siempre, el m¨¢nager provoc¨® una situaci¨®n de telerealidad. Acompa?ado por Essien, se dedic¨® a hablar de los acontecimientos con tono autorreferencial. Cuando le preguntaron si ser¨ªa un fracaso no ganar la Champions esta temporada, hizo una mueca de desagrado y replic¨® altivo: ¡°Hay grandes clubes en el mundo que nunca la ganaron. Hay grandes entrenadores que nunca la ganaron. El Madrid ha ganado nueve. Yo he ganado dos. Tanto yo como el Madrid somos unos privilegiados. Ahora el Madrid quiere ganar la d¨¦cima, yo quiero ganar la tercera, y voy a pelear por mi tercera hasta que llegue. Si llega este a?o, bien, y si no, el pr¨®ximo. Pero tengo confianza en mi trabajo y no pienso terminar mi carrera solo con dos Champions¡±.

Los jugadores del Madrid lo repiten desde que conocieron el rival en el sorteo de diciembre: hombre por hombre, el Manchester es inferior en cada l¨ªnea. Con la misma convicci¨®n los futbolistas ponen en duda que la eliminatoria vaya a ser sencilla. Saben que si el Manchester se cierra en su campo, como es de prever, al Madrid le puede costar un siglo abrirse paso hasta el remate, por m¨¢s que Ferdinand y Vidic parezcan centrales en declive. El m¨¢nager del equipo, Alex Ferguson, que a sus 71 a?os habla con el aplomo de un tabernero, declar¨® que habr¨¢ goles a pesar de la necesidad de precauci¨®n de ambos conjuntos. ¡°Le aseguro que esto no acabar¨¢ 0-0¡±, dijo. ¡°Esto ser¨ªa imposible¡±.

Los precedentes son sombr¨ªos para el Manchester. Solo gan¨® dos de los 20 partidos que disput¨® en Espa?a en competiciones europeas. Respecto a sus cuatro cruces anteriores con el Madrid (1957, 1968, 2000 y 2003) se impuso en uno, en 1968, cuando la reuni¨®n de Charlton, Best y Law consolid¨® su ¨¦poca m¨¢s mitificada. "Creo que estamos en condiciones de ganar la Champions", apunt¨® Ferguson. "Los jugadores tienen un gran esp¨ªritu. La gente sigue repitiendo que este equipo es peor que nuestros equipos del pasado. Yo no lo creo. Esta presi¨®n nos ayudar¨¢. Nosotros construimos equipos, apostamos por los j¨®venes, somos formadores expertos, y aqu¨ª crecen t¨¦cnica y espiritualmente. Esto nos permite trabajar a largo plazo y ganar en consistencia. Por eso estoy convencido de que ganaremos la 'Champions' otra vez".