Su¨¢rez rompe la triple condena

El interruptor estaba en Zaragoza y lo encontr¨® un chico de Aranjuez. Carlos Su¨¢rez encendi¨® el per¨ªmetro del Madrid (cuatro de cuatro en triples) para iluminar la 24? victoria del l¨ªder y romper con la racha de tres derrotas consecutivas que hab¨ªa llevado a los blancos al div¨¢n. El acierto del alero desde el 6,75 permiti¨® a los de Laso salvar la papeleta ante un correoso CAI que apur¨® hasta el final sus opciones. Begic sostuvo a su equipo en el tramo inicial y cuando se le acab¨® el carrete los suyos volvieron a caminar por la cornisa. Esta vez no resbalaron y, a la espera del viaje a Mosc¨² para jugar con el CSKA y retomar el rumbo en Europa, sortean la racha negativa.

El dominio en el rebote ofensivo, el impulso inicial de Rudy y los puntos de Begic dieron a los blancos las primeras ventajas en el partido. De nuevo err¨¢tico en el per¨ªmetro (uno de ocho en el primer cuarto; uno de 12 al descanso; y siete de 25 al final, un 28% de acierto), el Madrid apost¨® por un giro de guion y se aplic¨® en la pintura. 23 de los 30 primeros puntos del equipo de Laso llegaron bajo el aro rival, 12 de ellos de Begic, que encontr¨® un fil¨®n en Zaragoza. El gigant¨®n esloveno (2,16m), que ya se luci¨® en la primera vuelta ante el CAI, impuso su envergadura y su met¨®dica parsimonia frente todas las parejas de baile que le coloc¨® Jos¨¦ Luis Abos y lanz¨® al l¨ªder en el marcador (20-30, m. 14). Solo Norel y Roll, autores de 20 de los 26 primeros puntos de su equipo, eran capaces de anotar con fluidez en el arranque de los locales. Pero con Mirotic desenfocado y la l¨ªnea de tres convertida en una alambrada electrificada (uno de 12 al descanso) al Madrid le costaba encontrar la velocidad de crucero. Apenas acumul¨® seis puntos de renta (32-38) antes de retirarse al vestuario.

Con el cuerpo magullado y la mente turbada despu¨¦s de tres derrotas consecutivas, los de Laso decidieron retomar el optimismo desde la concreci¨®n. El equipo se volc¨® en aprovechar la racha de Begic, iluminado como pocas veces. Todas las flechas le apuntaban a ¨¦l. Como ya ocurriera con la llegada de Hettsheimeir, el s¨®lido rumor de la contrataci¨®n de Salah Mejri (2,17m) para la pr¨®xima temporada, le sirvi¨® de acicate. Mientras el p¨ªvot tunecino del Blusens se luc¨ªa en Santiago (24 puntos y ocho rebotes) en la victoria del cuadro gallego ante el Asefa Estudiantes (82-71), Begic (2,16m) se reivindicaba en Zaragoza (20 puntos y seis capturas) como si de un particular partido simult¨¢neo se tratara.

A tirones, los blancos fueron ensayando la victoria (32-43, m. 21) agarrados siempre al dominio en el rebote (25-39), sobre todo en ataque (8-16), y a las espectaculares acciones de Rudy (18 puntos). Sin embargo, la aparici¨®n de Aguilar y, sobre todo, de Rudez, equilibr¨® la batalla bajo los aros, acompa?ando as¨ª la aportaci¨®n de Norel. Con un parcial de 10-4, los rojos se arrimaron en el marcador (42-47, m. 24) y con otro de 11-5 asaltaron al Madrid (59-59, m. 30). Para entonces, el CAI era un constante esp¨ªritu colectivo y el Madrid una suma de arrebatos epis¨®dicos. Llull segu¨ªa negado en el triple (0 de cuatro), Carroll anot¨® sus dos ¨²nicos puntos a seis minutos del final, Mirotic solo firm¨® una canasta en juego y Hettsheimeir acumul¨® m¨¢s faltas (4) que minutos en pista (2m48s).

A Begic se le agot¨® el dep¨®sito en el tramo final y solo Rudy y Felipe mantuvieron el tipo ante el aro rival. No hubo noticias de Draper y Sergio Rodr¨ªguez y Llull se entregaron m¨¢s a la prisa que a la velocidad. Pero tambi¨¦n pec¨® de precipitaci¨®n el CAI, presa de la ansiedad ante la opci¨®n de triunfo. Inopinadamente fue Carlos Su¨¢rez el que encontr¨® el interruptor para encender los triples del Madrid. Cuatro aciertos del alero en sus cuatro lanzamientos (los dos ¨²ltimos en momentos tan cruciales como comprometidos) y uno m¨¢s de Sergio Rodr¨ªguez sentenciaron la 24? victoria del l¨ªder en 26 jornadas. Cr¨¦dito suficiente para superar el bache.