Rebeldes con y sin causa
La insubordinaci¨®n de Vettel en Malasia no es m¨¢s que la ¨²ltima de las diversas que se han dado a lo largo de la historia
La pu?alada que Sebastian Vettel le arre¨® a Mark Webber en el pasado Gran Premio de Malasia cuando, en las ¨²ltimas vueltas de la carrera, vulner¨® las ¨®rdenes impuestas por Red Bull y atac¨® y super¨® a su compa?ero de equipo para lograr su primera victoria de la temporada, ha centrado los focos de atenci¨®n de las ¨²ltimas dos semanas. Lo m¨¢s llamativo del caso es la frialdad con la que Vettel se subi¨® al podio y le pidi¨® disculpas del australiano en una interpretaci¨®n bastante mala que no logr¨® que nadie se creyera ese arrepentimiento que se esforzaba en transmitir. Lo m¨¢s llamativo del caso fue, precisamente, esa puesta en escena, porque la historia m¨¢s reciente de la F-1 est¨¢ trufada con insubordinaciones como la de su tricampe¨®n m¨¢s joven.
Alonso ¨C Hamilton en 2007 (McLaren). Ron Dennis, patr¨®n de la escuder¨ªa de Woking, a¨²n siente escalofr¨ªos al pensar en aquella temporada. El flamante fichaje de Fernando Alonso, que aterrizaba en McLaren despu¨¦s de ganar los dos ¨²ltimos t¨ªtulos con Renault (2005 y 2006) coincidi¨® con la estruendosa irrupci¨®n de Lewis Hamilton, un novato que la estructura brit¨¢nica llevaba moldeando desde hac¨ªa casi una d¨¦cada ¨Centr¨® a formar parte de ella con 13 a?os. La extrema competitividad de ambos fue aumentando la tensi¨®n, el espa?ol comenz¨® a sentirse maltratado y el conflicto latente explot¨® en el Gran Premio de Hungr¨ªa, cuando tanto Alonso como Hamilton pasaron de lo estipulado previamente. El brit¨¢nico no permiti¨® que su vecino diera una vuelta extra en la cronometrada del s¨¢bado como inicialmente estaba previsto, y el asturiano se la devolvi¨® bloque¨¢ndole en el taller, detr¨¢s suyo, impidiendo de este modo que el chico de Tewin pudiera tener una ¨²ltima oportunidad. La ¡®pole¡¯ se la llev¨® Alonso, pero la FIA le termin¨® sancionando con la p¨¦rdida de cinco puestos en la parrilla.
Prost ¨C Senna en 1989 (McLaren). No hay mejor testimonio para escenificar la explosiva relaci¨®n que mantuvieron en McLaren Alain Prost y Ayrton Senna que el documental que narra la vida del brasile?o, dirigido por Asif Kapadia y que gan¨® el festival de Sundance en 2011. Los deseos de Ron Dennis de formar una dupla invencible se le giraron en contra en 1989. El franc¨¦s, que entonces ya (1988) acumulaba dos t¨ªtulos con la estructura de los b¨®lidos plateados, se encontr¨® con un compa?ero que llegaba de Lotus, donde ya hab¨ªa exhibido parte de su tremendo talento. En aquel primer curso juntos, la corona fue para Senna y el clima se volvi¨® irrespirable al a?o siguiente. Dennis les pidi¨® a ambos que se respetaran, al menos en la primera curva de cada gran premio, algo que, seg¨²n ¡®El Profesor¡¯, no hizo su compa?ero en San Marino. A partir de ese momento comenzaron los navajazos que no terminaron hasta el accidente en Jap¨®n, pen¨²ltima parada del calendario, que inicialmente dej¨® al corredor galo fuera de combate. Horas despu¨¦s, en los despachos, la FIA impuso a Senna una rid¨ªcula sanci¨®n y proclam¨® campe¨®n a Prost, justo antes de que fichara por Ferrari.
Villeneuve ¨C Pironi 1982 (Ferrari). El ya famoso ¡®Multi 21¡¯ con el que Red Bull pidi¨® a sus dos pilotos que mantuvieran sus posiciones en Sepang no es m¨¢s que un c¨®digo, una forma velada de comunicarse con ellos para tratar de llevar a cabo una estrategia sin que todo el mundo se de cuenta de ello. Esta orden es mucho m¨¢s sutil que el cartel de Slow (despacio) que apareci¨® en el muro de Ferrari en el Gran Premio de San Marino de 1982. En cabeza rodaba Gilles Villeneuve, justo por delante de Didier Pironi, su compa?ero en la Scuderia. Despu¨¦s de adelantarse una y otra vez durante casi 20 vueltas, el franc¨¦s se sac¨® de la manga un interior y se llev¨® la prueba. El canadiense, que no se esperaba aquel desenlace, nunca se lo perdon¨® y dej¨® de hablarle. En la siguiente carrera (B¨¦lgica), ambos peleaban por la ¡®pole¡¯ cuando Villeneuve sufri¨® el accidente en el que muri¨®, un final tr¨¢gico que dej¨® muy tocado a Pironi, que falleci¨® cinco a?os m¨¢s tarde (1987) mientras corr¨ªa en lancha. Su viuda tuvo a dos gemelos: Didier y Gilles.
Reuteman ¨C Jones 1981 (Williams). La rebeld¨ªa de Carlos Reuteman en el transcurso del Gran Premio de Brasil de 1981 oblig¨® a los gerifaltes de Willians a mostrarle un cartel desde el muro en el que espec¨ªficamente se le ordenaba que dejara pasar a Alan Jones. El argentino ten¨ªa estipulado por contrato que deb¨ªa cederle la posici¨®n a su compa?ero, pero en esta ocasi¨®n sali¨® por delante y se march¨® directo hacia la victoria. Jones, que concluy¨® el segundo, no apareci¨® por el podio. El desencuentro entre ambos tuvo consecuencias nefastas para Reuteman, que perdi¨® el Mundial por un solo punto (el campe¨®n fue Piquet), en parte, porque no recibi¨® ning¨²n tipo de ayuda del australiano.
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