Piqu¨¦: ¡°Sali¨® Leo y se asustaron¡±

Leo Messi pudo jugar 32 minutos y 47 segundos medio cojo porque trabaj¨® lo suyo durante una semana en sesiones de ma?ana y tarde para estar en condiciones de auxiliar al equipo ante el PSG si la situaci¨®n lo requer¨ªa. Y as¨ª fue. ¡°Sali¨® leo y pareci¨® que se asustaban¡±, resumi¨® Piqu¨¦ tras el partido. Mientras el central atend¨ªa a las televisiones, Leo celebraba una improvisada fiesta privada con su amigo F¨¢bregas por el nacimiento de la hija del volante en la sala del control antidopaje del Camp Nou: el partido acab¨® a las diez y media de la noche y dos horas despu¨¦s, Messi consigui¨® llenar la probeta. Cuando lleg¨® al vestuario casi no quedaba ning¨²n compa?ero con el que festejar, pero le esperaba Juanjo Brau, fisioterapeuta de confianza, uno de los triunfadores de la noche, el hombre que no se ha separado de Leo desde que el equipo regreso de Par¨ªs hace una semana.

En el vestuario dicen que el futbolista argentino ya ha aprendido a escuchar a su musculatura

Messi jug¨® porque el Barcelona perd¨ªa el partido y el camino. ¡°Jug¨®, b¨¢sicamente, porque ha madurado, porque ha aprendido a escuchar sus sensaciones y porque ha trabajado much¨ªsimo¡±, aseguran en el cuerpo m¨¦dico, conscientes de que si Messi no levanta la mano en Par¨ªs hubiera dicho adi¨®s a la temporada. En la ciudad deportiva se sabe el tremendo esfuerzo que ha realizado durante la ultima semana. Todos est¨¢n convencidos de que hace unos a?os hubiera sido imposible que Leo pudiera jugar un solo minuto: ¡°Hubiera forzado al m¨¢ximo y se hubiera roto¡±, avisan. Muy al contrario, resulta que contra el PSG solo se activ¨® en plenitud en una jugada, encontr¨® a Villa y Pedro termin¨® la acci¨®n empatando el encuentro. Suficiente. A partir de ah¨ª, cada tres pasos estiraba los m¨²sculos isquiotibiales. Messi le quit¨® la raz¨®n al doctor Pruna, responsable m¨¦dico del primer equipo que llevaba d¨ªas cubri¨¦ndose las espaldas al advertir del riesgo que sufr¨ªa si jugaba. Pero Leo ha aprendido a escuchar a su musculatura.

Es comprensible que al t¨¦rmino del partido, en el banquillo, empezando por Vilanova y terminado por el utilero, el cuerpo t¨¦cnico buscara a Juanjo Brau. Saben bien que si no fuera por la sapiencia y cuidado ¡ªmental y f¨ªsico¡ª del fisioterapeuta dif¨ªcilmente Messi el mi¨¦rcoles hubiera podido arrimar el hombro. Si Leo se sent¨® en el banquillo, donde se comi¨® las u?as desesperado hasta que Vilanova le dio bola, fue porque la madurez del argentino trasciende al juego. El pacto estaba muy claro; si no era necesario no sal¨ªa. La Pulga toc¨® la pelota trece veces, dio doce pases bien, cayo en fuera de juego en una acci¨®n, recuper¨® una vez el bal¨®n, lo perdi¨® en dos y recorri¨® 2.828 metros. ¡°Messi cambi¨® todo¡±, reconoci¨® Pedro.

Leonardo, director t¨¦cnico del PSG: ¡°Con Messi hubi¨¦ramos ganado 6-0¡±

Ayer, para alivio de la hinchada azulgrana, un parte m¨¦dico del Barcelona, tras las pruebas a las que fue sometido por la ma?ana, demostr¨® que la lesi¨®n no ha sufrido ninguna variaci¨®n, por lo que seguir¨¢ la pauta de recuperaci¨®n marcada. A Messi no se le espera en Zaragoza el domingo ni contra el Levante, la pr¨®xima semana. ¡°Espero llegar a las semifinales¡±, dijo al abandonar la cl¨ªnica. De su trascendencia dio fe Leonardo, director t¨¦cnico del PSG: ¡°Con Messi en nuestro equipo hubi¨¦ramos ganado 6-0¡±.