Cuando El Ni?o era el anti-Woods

Hubo tiempo en que a Sergio Garc¨ªa se le etiquet¨® como el anti-Woods. Era 1999. El castellonense hab¨ªa sido el mejor amateur en su debut en el Masters de Augusta, semanas despu¨¦s se estren¨® como profesional en el Open de Espa?a y lleg¨® al Campeonato de la PGA con la energ¨ªa desbordante de sus 19 a?os. El fen¨®meno meteorol¨®gico le bautiz¨®: El Ni?o.

Tiger Woods hab¨ªa ganado dos temporadas antes el Masters con solo 21 a?os. Era la gran sensaci¨®n del golf. Y ah¨ª se encontraron, El Tigre y el Ni?o, en una pelea por el grande que se resolvi¨® a favor del estadounidense por solo un golpe. Parec¨ªa que comenzaba entonces la lucha que marcar¨ªa el golf en los a?os siguientes. Pero mientras Woods ha aumentado su colecci¨®n hasta los 14 broches del Grand Slam, El Ni?o no se ha hecho mayor en ese sentido.

¡°De aquel chico quedan much¨ªsimas cosas¡±, dec¨ªa Garc¨ªa a este peri¨®dico en una entrevista reciente. ¡°La personalidad, la forma de jugar y la intenci¨®n. Todo eso queda, y el d¨ªa que se vaya no volver¨¦ a jugar m¨¢s al golf. Claro que ahora soy m¨¢s maduro. Con 19 a?os pensaba que lo ¨²nico en mi vida era el golf¡±. El cuento de hadas ha tenido tambi¨¦n cap¨ªtulos oscuros. Sergi¨® pens¨® dejar el golf ¡°temporalmente¡±, tomarse un descanso de seis meses o un a?o. Estaba ¡°regular de cabeza¡±, y en cuanto el campo se empinaba mostraba la bandera de rendici¨®n.

Sergio Garc¨ªa es pura sensibilidad. Para lo bueno y lo malo. En el campo y fuera. Cerr¨® su cuenta de Twitter porque se encend¨ªa con algunos comentarios y se sujetaba la mano para no responder. Ech¨® pestes de Augusta y tuvo que pedir perd¨®n. Dijo que no pod¨ªa ganar un grande y rectific¨®. Tambi¨¦n jugando es de sangre caliente, capaz de subirse a un ¨¢rbol para golpear la bola en el torneo Arnold Palmer y bajar luego de un peligroso salto. Es su forma de ser. Innegociable. Pocos jugadores en el mundo tienen su tacto con los palos, sobre todo con el drive. Los 66 golpes de la primera jornada no fueron ninguna casualidad, sino la marca de un golfista prodigioso que sin embargo este viernes tuvo un mal d¨ªa, una de tantas jornadas grises en Augusta. Casi 15 a?os en la ¨¦lite, m¨¢s de 50 grandes seguidos disputados y 17 clasificaciones en el top ten de un major hablan de un notable del golf. Que llegara a estar ¡°harto¡± del deporte que ama es tambi¨¦n un s¨ªntoma de la presi¨®n y la exigencia a la que ¨¦l mismo se ha sometido.