Esperpento del Bar?a
Los azulgrana se toman el partido con el Bayern como si fuera un bolo veraniego y sufren una eliminaci¨®n vergonzosa La hinchada se fue preocupada por la mala gesti¨®n con Messi, ausente
Adi¨®s Europa. La Champions se la jugar¨¢n dos equipos alemanes, el Borussia y el Bayern, como qued¨® escrito en Dortmund y M¨²nich, mientras el Madrid intenta dignificar la final de Copa y el Bar?a festejar¨¢ la Liga. La despedida europea del Bar?a fue, en cualquier caso, tan humillante que costar¨¢ levantar el ¨¢nimo para cantar el alir¨®n. A costa de querer dimensionar la Liga, dimiti¨® de mala manera de Europa. Nunca compiti¨® desde la alineaci¨®n y menos a partir de los cambios. El escarnio ha sido may¨²sculo de principio a fin, en la ida y en la vuelta, con y sin Messi.
El barcelonismo acompa?¨® en masa a su equipo hasta que lleg¨® a las puertas del Camp Nou y se enter¨® de que no jugaba Leo. A alg¨²n socio le dieron ganas de darse media vuelta por sentirse sorprendido, estafado o desenga?ado. Nadie repar¨® entonces en el partido ni en la remontada, en el Bar?a ni en el Bayern, aturdida la hinchada por la suplencia del 10, cuyas lesiones son tan indescifrables para la cr¨ªtica como su juego para los defensas: solo se sab¨ªa hasta ahora que jam¨¢s se borraba y era capaz de jugar a la pata coja. Preocupa la gesti¨®n del caso Messi.
BARCELONA, 0 - BAYERN, 3
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Piqu¨¦, Bartra (Montoya, m.86), Adriano; Song, Xavi (Alexis, m. 55), Iniesta (Thiago, m. 65); Pedro, Cesc y Villa. No utilizados: Pinto; Dos Santos, Messi y Tello.
Bayern M¨²nich: Neuer; Lahm (Rafinha, m. 76), Boateng, Van Buyten, Alaba; Javi Mart¨ªnez (Tymoshchuk, m. 74), Schweinsteiger (Luiz Gustavo, m. 66), M¨¹ller; Robben, Rib¨¦ry y Mandzukic. No utilizados: Starke, Dante, Shaqiri y G¨®mez.
Goles: 0-1. M. 48. Robben. 0-2. M. 72. Piqu¨¦ (en propia puerta). 0-3. M. 76. M¨¹ller.
?rbitro: D. Skomina. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Robben, Alves y Piqu¨¦.
Camp Nou: 95.877 espectadores.
Actu¨® sin venir a cuento el partido entero del martes de la semana pasada en M¨²nich, sali¨® media hora para desequilibrar la contienda del s¨¢bado de San Mam¨¦s y ayer calent¨® banquillo cuando se le supon¨ªa finalmente curado de la lesi¨®n que le tortura desde Par¨ªs. No se advirti¨® en la previa sobre las dudas respecto a Messi. El chasco fue monumental y los seguidores se desinflaron a coro en el campo y en la red: si no juega Dios, no hay milagro. El impacto por la ausencia de Messi fue decisivo porque ning¨²n aficionado hab¨ªa urdido un plan sin contar con ¨¦l.
No estaba Messi, seguramente porque sus sensaciones eran malas, y su dolor fue contagioso. Tampoco jugaban Busquets, Puyol, Mascherano y Alba. Ya sea por una mala gesti¨®n del plantel, por un rosario de calamidades o por la fatalidad, la alineaci¨®n denunci¨® el desguace del Bar?a. Los azulgrana llegaron descuartizados a la cita m¨¢s exigente del curso. No les quedaba m¨¢s remedio que enfrentarse al Bayern desde la inferioridad y tambi¨¦n desde la rebeld¨ªa. El partido pas¨® a ser una cuesti¨®n de amor propio para el Bar?a y tambi¨¦n lo perdi¨®.
El Bayern aplaudi¨® de entrada la dignidad del Bar?a despu¨¦s de subrayar su superioridad a partir de la jerarqu¨ªa t¨¢ctica de Schweinsteiger. El despliegue alem¨¢n contrast¨® con el tartamudeo futbol¨ªstico del Bar?a. Jugaban los muchachos de Heynckes como un equipo y defend¨ªan uno a uno los chicos de Vilanova. La montonera azulgrana aguant¨® medio tiempo por las respuestas individuales de Bartra y del coloso Piqu¨¦. Los barcelonistas incluso se fueron envalentonando a partir del arrebato de Piqu¨¦, los tiros de Pedro y las escaramuzas de Alves e Iniesta.
Vilanova retir¨® a Xavi e Iniesta, como si el partido le importara un pito
Aunque Javi Mart¨ªnez anud¨® a Iniesta, el Barcelona lleg¨® a alcanzar el ¨¢rea de Neuer. A falta de f¨²tbol en los volantes y de presi¨®n en los delanteros, se impon¨ªa el arrebato, suficiente para que reculara el Bayern, muy bien organizado y a cambio penalizado por la lentitud de sus dos centrales. Jugada a jugada, defendido el Bayern, el partido pareci¨® virar falsamente hacia el bando del Bar?a. Hubo un momento en que incluso el equipo dio a entender que no le val¨ªa el empate sino que iba a competir por la victoria. Y la gent blaugrana se anim¨® hasta que lleg¨® el descanso.
El Bayern no tuvo clemencia en la reanudaci¨®n con el Camp Nou. Vald¨¦s sac¨® r¨¢pido de porter¨ªa, consciente de que si hab¨ªa una ocasi¨®n ser¨ªa por sorpresa o en una recuperaci¨®n, nunca en ataque est¨¢tico o elaboraci¨®n, y el bal¨®n se perdi¨® por el margen izquierdo hasta llegar a Alaba. El cambio de orientaci¨®n del lateral hacia Robben fue tan luminoso como la definici¨®n del extremo holand¨¦s, desenganchado de Alves, enfocado hacia Vald¨¦s, dispuesto a engatillar su tiro infalible de rosca.
El gol holand¨¦s provoc¨® una reacci¨®n esperp¨¦ntica en el Bar?a. Vilanova retir¨® a Xavi e Iniesta, como si el partido le importara un pito, y dejo el equipo a la intemperie, sometido al vendaval del Bayern, que dej¨® dos tantos m¨¢s de propina, uno en propia puerta de Piqu¨¦ despu¨¦s de un centro de Rib¨¦ry y el tercero de M¨¹ller. Ya no hubo ronda ni contienda ni siquiera un acto de fe o de orgullo barcelonista, de manera que los aficionados se fueron largando poco a poco del estadio, ruborizados por el presente y espantados por el futuro, muy martirizados.
Hac¨ªa mucho tiempo que no se viv¨ªa una eliminaci¨®n tan decepcionante y vergonzosa en el Camp Nou, nada que ver con las dolorosas ca¨ªdas ante el Inter o el Chelsea, aceptadas y aplaudidas por la hinchada. Ausente desde hace tiempo el juego, perdido el ingenio y la creatividad, anoche ni siquiera se apel¨® al valor. No hubo ni h¨¦roes ni villanos, ni locura ni sensatez, ni alivio ni honor, ni actuaron como ni?os ni como adultos, ni en broma ni en serio, sino que el Bar?a asumi¨® un marcador final de 7-0 con el Bayern como si fuera un bolo de pretemporada, camino no se sabe muy bien hacia donde, dejados de la mano de Dios.
Mal gestionado en el vestuario e inocuo en la cancha, siempre sumiso, el Barcelona es ahora mismo un equipo irreconocible tanto en la victoria como en la derrota. El peor de los s¨ªntomas no fue finalmente que no jugara Messi sino saber que con Messi tampoco se habr¨ªa ganado al Bayern. Ni siquiera vale como coartada la m¨¢s que probable consecuci¨®n de la Liga. La actuaci¨®n de ayer result¨® tan sorprendente como imperdonable en un club de la grandeza del Barcelona.
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