Beckham: el famoso humilde
¡°Beckham no tiene zurda, no sabe cabecear, ni recuperar balones y marca pocos goles. Aparte de eso no est¨¢ mal¡±. George Best sobre Beckham.
David Beckham ha sido el deportista m¨¢s famoso ¡ªel m¨¢s conocido por m¨¢s gente en m¨¢s pa¨ªses¡ª de todos los tiempos. Pero el futbolista que esta semana anunci¨® su retirada despu¨¦s de 20 a?os como profesional no figura en la lista de los mejores 50 jugadores de su ¨¦poca. No fue siquiera el mejor jugador ingl¨¦s de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, ni el mejor del Manchester United, ni ¡ªde lejos¡ª el del Real Madrid.
Sin embargo, su fichaje en 2003 es la mejor inversi¨®n que ha hecho Florentino P¨¦rez en sus dos etapas como presidente del club. Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez, hombre de confianza de P¨¦rez y entonces director de m¨¢rketing del Madrid, no se lo pudo creer cuando fue a negociar el precio de Beckham con el consejero delegado del Manchester United y ¨¦ste le dijo que se lo vender¨ªa por 30 millones de euros. S¨¢nchez y P¨¦rez estaban dispuestos a pagar el doble por ¨¦l. Podr¨ªan haber pagado tres, cuatro veces m¨¢s y hubieran salido ganando.
El encargado de los negocios del club ingl¨¦s cay¨® en la ingenuidad de valorar a Beckham ¨²nicamente en funci¨®n de sus virtudes sobre el campo sin entender en absoluto, cosa que P¨¦rez y S¨¢nchez entend¨ªan muy bien, que su condici¨®n de supercelebridad ofrec¨ªa la posibilidad de agregar un plus econ¨®mico enorme a cualquier club cuyos colores vistiera.
El Madrid recuper¨® el precio de su fichaje en un parpadeo, y nada m¨¢s que con la venta de camisetas. Pero m¨¢s importante a¨²n, el glamour, la elegancia y el reconocimiento instant¨¢neo global que Beckham aportaba coloc¨® al Madrid de inmediato en una situaci¨®n mucho m¨¢s ventajosa a la hora de negociar contratos con Adidas, Audi y las dem¨¢s multinacionales que se peleaban por asociar su nombre con el equipo gal¨¢ctico del Rey David.
Eso no significa que Beckham no haya rendido en el campo. En el Madrid, como en todos sus clubes, ha sido un profesional mod¨¦lico, con el particular m¨¦rito de haber evitado que su colosal fama contaminara su compromiso a la hora de entrenarse y de competir. Como jugador s¨ª vali¨® aquellos 30 millones, la misma cantidad que despu¨¦s pagar¨ªa el Madrid por Pepe y Coentr?o. Su repertorio fue limitado, pero pon¨ªa el bal¨®n donde quer¨ªa y nunca careci¨® de garra competitiva, elemento importante en la Liga que gan¨® el club en 2007.
?Por qu¨¦ lleg¨® a ser tan famoso? ?Por qu¨¦ fue tema de conversaci¨®n no solo en planeta f¨²tbol sino mucho m¨¢s all¨¢? Se pueden identificar al menos cuatro factores.
Primero, era ¡ªes¡ª muy guapo. ?l ha sido a la belleza masculina lo que Angelina Jolie o la modelo brasile?a Gisele B¨¹ndchen a la femenina. Con la diferencia de que el f¨²tbol atrae a un p¨²blico mucho m¨¢s amplio que el cine o la moda.
Es un buen tipo. Guapo, famoso, simp¨¢tico y siempre respetuoso con la gente que le rodea
Segundo, se cas¨® con Victoria Pija Adams del grupo pop The Spice Girls. Victoria aliment¨® el voltaje celebrity de David. Salvo un breve episodio en Madrid, cuando ¨¦l fue incapaz de resistir los encantos de una tal Rebecca Loos, el matrimonio ha sido ejemplar, o al menos ha sido proyectado como tal. Hasta la reconciliaci¨®n de la pareja result¨® convincente.
Lo cual nos lleva al tercer factor: la m¨¢quina de publicidad que se ha encargado de vender la imagen de Beckham. Maximiz¨® con mucha habilidad sus virtudes y minimiz¨® sus defectos, entre ellos el hecho de que su dominio de la gram¨¢tica siempre fue limitado.
El cuarto factor es que Beckham es un buen tipo. Famoso, simp¨¢tico y humilde a la vez, siempre ha sido respetuoso con la gente que le rodea. Cuando se entrenaba con el Real Madrid era notable lo atento que era con el portero suplente u otros jugadores no gal¨¢cticos de la plantilla. Cuando los jugadores del Madrid llegaban a las tres de la ma?ana a Barajas despu¨¦s de un partido europeo, Beckham era el que m¨¢s tiempo se deten¨ªa a firmar aut¨®grafos y hacerse fotos con el n¨²cleo reducido de fan¨¢ticos que iba a recibirlos al aeropuerto. Con la prensa espa?ola siempre fue un caballero.
Por eso, y por mucho m¨¢s, Beckham se merece un aplauso. Quiz¨¢ no hizo tanto para mejorar el juego del Real Madrid, pero revaloriz¨® la marca del club, ayud¨® a engrandecer su leyenda y honr¨® al f¨²tbol en general. Lo mismo no se puede decir de todas las figuras que han desfilado en los ¨²ltimos a?os por el Bernab¨¦u.
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