El rodillo de Nadal
En 2013, el espa?ol es el tenista de la ¨¦lite que m¨¢s segundos gasta en cada punto y el que m¨¢s r¨¢pido acaba sus partidos
Par¨ªs, la ciudad de la luz, amanece bajo un cielo plomizo. Antes del mediod¨ªa, Rafael Nadal aparece por el club y se encierra en el vestuario a cicatrizar las heridas de la batalla. La v¨ªspera, el heptacampe¨®n consumi¨® 2h 54m para tumbar a Brands en primera ronda. En lo que va de su excelente 2013, y hasta llegar a Par¨ªs, nadie ha consumido m¨¢s segundos que ¨¦l en cada punto: 46 de media, por los 42 de Novak Djokovic o los 38 de Roger Federer, seg¨²n datos de tennisinsight.com. Esa insistencia, sin embargo, ha retratado al espa?ol como un can¨ªbal. Dispuesto a devorar cada peloteo, Nadal se ha convertido en el tenista del top-5 que pasa menos tiempo sobre la pista (1h34m) porque tambi¨¦n es el que m¨¢s juegos gana (63%). Engulle a sus rivales.
¡°Contra ¨¦l, tienes que jugar al nivel m¨¢s alto siempre, todo el tiempo, y eso te deja exhausto. Tienes que jugar tres sets seguidos as¨ª. Eso es dif¨ªcil¡±, reconoci¨® Brands con el pelo de punta, tras ver c¨®mo el mallorqu¨ªn luchaba cada punto. ¡°Mi problema fue que baj¨¦ la concentraci¨®n y el nivel de movimientos¡±, se despidi¨®.
Como describi¨® el alem¨¢n, Nadal somete a sus contrarios al paso continuo de un inmisericorde rodillo. El distinto gasto de fuerzas entre los mejores tiene su correlaci¨®n en la b¨²squeda de momentos durante los que tomarse un respiro, coger aire y recuperar fuerzas tras intensos peloteos. ¡°El estilo ofensivo de Roger, m¨¢s r¨¢pido¡±, resume Paul Annacone, entrenador del suizo, mientras acarrea unas raquetas; ¡°le ayuda a conservar energ¨ªa¡±. Seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles, el n¨²mero tres no hab¨ªa sido advertido ni una sola vez por tomarse m¨¢s tiempo del debido entre punto y punto (21 segundos en los grandes; 25 en el resto) a la llegada del circuito al Masters de Madrid; Djokovic hab¨ªa sido avisado por el juez de silla en cinco ocasiones; y Nadal en 12, m¨¢s que nadie.
Resultados de primera ronda
Hombres. M. Youzhny (Rus.)-P. And¨²jar, 4-6, 6-4, 6-2 y 6-3. J. Sock (EEUU)- G. Garc¨ªa-L¨®pez, 6-2, 6-2 y 7-5. Mujeres. Marion Bartoli (Fr.)-O. Govortsova (Biel.), 7-6, 4-6 y 7-5. J. Jankovic (Ser.)-D. Hantuchova (Esl.), 6-4 y 7-6.
Partidos destacados de hoy (C+). S. Williams (EEUU)-C. Garc¨ªa (Fr.). S. Devvarman (Ind)-R. Federer (Sui.). A. Monta?¨¦s-D. Ferrer.
¡°Los h¨¢bitos son dif¨ªciles de romper, pero no es algo imposible¡±, dice Annacone, que tambi¨¦n dirigi¨® a Pete Pistol Sampras, sobre c¨®mo piden la toalla los tenistas para ganar tiempo con el que recuperarse y pensar en qu¨¦ hacer en el siguiente punto. ¡°Ahora, lo que est¨¢ ocurriendo con el tiempo entre punto y punto es bueno: o tienes una regla y la usas, o no la tienes¡±, a?ade sin referirse espec¨ªficamente a Nadal. ¡°En los grandes siempre tienes que adaptarte. Cuanto m¨¢s largos son tus partidos, m¨¢s dif¨ªcil es todo. La experiencia ayuda a Roger. Si pasa algo fuera de lo ordinario pasa en el partido, no siente p¨¢nico¡±, cierra.
Federer y Nadal controlan sus emociones desde dos prismas distintos. El suizo, por ejemplo, vio que Pablo Carre?o llegaba a su encuentro de primera ronda impulsado por un buen pu?ado de victorias, y enseguida pis¨® el acelerador: ¡°Sab¨ªa que ten¨ªa que imponer un cierto nivel de agresividad¡±, dijo tras cerrar el debate en 80 minutos, pasando por alto que en 2013 esa t¨¢ctica vertiginosa, que tan bien le ir¨¢ cuando llegue la hierba, le ha llevado a ganar solo el 71% de los sets, por el 86% del mallorqu¨ªn. Nadal, por su parte, vio c¨®mo Brands quer¨ªa arrebatarle el tiempo, e impuso primero su talento (dos tiros geniales en el desempate de la segunda manga) y luego su alto ritmo, que ahoga a los contrarios. Djokovic, el otro candidato al t¨ªtulo, que ayer tuvo que esperar a que pasara la lluvia, y luego a que Bartoli y Govortsova se pelearan durante 3h12m, para enfrentarse a Goffin (sin terminar al cierre de esta edici¨®n) junta ambos caminos: puede tanto disputar un esprint como plantearse correr un marat¨®n infinito. Ayer y hoy el destino de Roland Garros es la lluvia. En el Par¨ªs de los aguaceros, mientras, conviven varias formas de entender la competici¨®n y un ¨²nico objetivo: conquistar la tierra.
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