Brasil gana m¨¢s que juega

Salvo una carambola inopinada en la jornada de hoy en el grupo espa?ol, Brasil evitar¨¢ al campe¨®n del mundo en las semifinales de la Confederaciones, donde a la Roja ya le pide turno Italia. Una Italia rebajada por las sanciones y la enfermer¨ªa que sucumbi¨® con la vista al frente ante un adversario que gana m¨¢s de lo que pone en juego. En enfrentamiento con demasiados nudos al inicio, m¨¢s bien de cara sucia, el equipo anfitri¨®n sac¨® provecho de un segundo tiempo con menos ataduras. Como en las jornadas precedentes, Brasil encontr¨® la cuerda de Neymar, de nuevo goleador cuando m¨¢s le necesitaban los suyos. Las 27 faltas brasile?as por las 18 italianas detallan el nuevo molde de esta Canarinha.

Hace tiempo que Brasil se desti?¨®, que perdi¨® el rasgo diferenciador que le encumbr¨® en el f¨²tbol. Apenas hay migas de aquella selecci¨®n que lleg¨® a ser la apoteosis del juego. Hoy, hasta en Brasil est¨¢ bajo sospecha la creatividad. En su buceo por la escuela europea, Scolari se convirti¨® en un lector de resultados y sus seleccionados han perdido la sonrisa, la naturalidad, aquella espontaneidad que les distingu¨ªa. A lo sumo, eso es cosa de Neymar, un parpadeo en este Brasil, que ya padeci¨® ante los italianos lo que le espera de forma inminente en su carrera. No ser¨¢n pocos los partidos cerrados y de mucha cera que tendr¨¢ que afrontar como azulgrana.

Desde aquel telegrama remitido por Mussolini ¡ª¡°vencer o morir¡±¡ª antes del Mundial de 1938, en el que la triunfante Italia ape¨® a Brasil en la semifinal con un gol del legendario Meazza, son muchas las cicatrices en este cl¨¢sico del f¨²tbol. Encuentros incunables con la final del 70 con Pel¨¦ y Jairzinho por encima de Mazzola y Rivera, o el Sarriazo del 82, con Rossi sobrevolando a la generaci¨®n de S¨®crates y Zico. Y otros, m¨¢s recientes, para el olvido, como el bodrio de la final del 94. Por desgracia, en el arranque, su reto de ayer tuvo connotaciones de este ¨²ltimo. A este se pareci¨® el primer tiempo de anoche en Salvador de Bah¨ªa, un tramo de cenizas, un recital de trabas y estacazos de unos y otros. Por fortuna, el partido se alborot¨® en las ¨¢reas tras el descanso y el do de pecho de los italianos fue encomiable hasta el ¨²ltimo suspiro.

Prandelli quiere cambiar el formato a Italia, resetear su tradici¨®n. Se evidenci¨® en la ¨²ltima Eurocopa y ha dejado alguna prueba en esta Confederaciones. Pero en su cesto no abunda el talento, m¨¢xime si el equipo pierde a Pirlo, baja por lesi¨®n, al igual que De Rossi, aunque este por sanci¨®n. Es dif¨ªcil ver claudicar a Italia, por lo que se dispuso a afrontar el reto con un grupo de centuriones, la pierna fuerte y eso que llaman rigor t¨¢ctico, que es un eufemismo cuando escasea la imaginaci¨®n, el juego trenzado y atrevido. La respuesta local fue decepcionante. Un minuto, el primero, de explosividad, y luego al combate, al cuerpo a cuerpo. De palo en palo era previsible lo sucedido. Antes del descanso, dos bajas en la Azzurra (Montolivo y Abbate, zarandeado por Neymar) y una en la Canarinha (David Luiz). Del f¨²tbol, ni palabra, con la pelota en el lodo y los futbolistas por el suelo. Al comp¨¢s de corsarios como Luiz Gustavo y Hernanes, proclives a lo grueso m¨¢s que a lo fino, a Brasil le cuesta un mundo hilvanar el juego. Solo Neymar, con el impulso de Alves y Marcelo, se salta el guion, porque de ?scar no hay se?ales y Hulk y Fred est¨¢n para la brega. Un lance epis¨®dico cort¨® el letargo. Una falta, la n¨²mero 21 del primer acto, lanzada por Neymar desde la izquierda fue cabeceada por Fred. Buffon pudo despejar, pero el bal¨®n cay¨® a Dante, que emboc¨®. Fiesta total en Bah¨ªa, tierra natal del goleador y de Alves.

Brasil encontr¨® la cuerda de Neymar, de nuevo goleador cuando m¨¢s le necesitaban los suyos

No se desvaneci¨® Italia, que tiene muchas vidas. Su fe resucit¨® el partido, que, sin orden ni control, se desat¨® en las ¨¢reas. Al menos hubo emoci¨®n. Una piller¨ªa de Buffon y un lujo de Balotelli metieron a Italia en la contienda. El experto capit¨¢n sac¨® en largo sin demora, Candreva dio continuidad a la jugada con la cresta y un sublime taconazo de Balotelli, con la pelota en vuelo, dej¨® Giaccherini frente a Julio C¨¦sar. Un tanto que prendi¨® de inmediato a Neymar. Superado hasta entonces por el laber¨ªntico discurrir del juego, el azulgrana se gan¨® una falta el pie del ¨¢rea. Con un disparo seco y colocado, enhebr¨® la pelota por el poste que deb¨ªa custodiar Buffon. No ha habido partido en esta Copa en el que Neymar no haya acudido al rescate. Fred, a trompicones, hizo el tercero para los amarillos tras un preciso y largo servicio de Marcelo.

El Brasil que se ha vuelto tan metal¨²rgico resulta que tampoco le sirve para poner el candado al marcador. Con todo a favor, Scolari retir¨® a Neymar para ganar m¨¢s cemento. De poco le sirvi¨®. Italia se acerc¨® en una confusa jugada en la que el uzbeko Irmatov se arrepinti¨® de pitar un penalti a Balotelli y autoriz¨® el gol de Chiellini. El silbato primero enrabiet¨® al propio Chiellini y luego desesper¨® a los brasile?os. Pese a la aparente inferioridad italiana, Brasil padeci¨® desde entonces, se refugi¨® sin rubor y Julio C¨¦sar tuvo tajo ante el encomiable esfuerzo de Italia, que expuso todo lo que tiene. La angustia termin¨® cuando de Marcelo fue protagonista. Se solt¨® a la contra y Fred, otra vez de socio, puso el 4-2. Punto y final a un encuentro ¨¢spero de inicio y desbocado despu¨¦s.

Lo mejor del partido