Celtic Park sucumbe al plan de Martino
El espa?ol remata un centro de Alexis tras una jugada iniciada por Neymar y le da la victoria a los de Martino
Hasta el Celtic Park, feudo de dif¨ªcil conquista para los diferentes equipos del Bar?a, se venci¨® al plan de Martino. La capacidad camale¨®nica del Barcelona no tiene l¨ªmites de momento en el inicio de la Liga y de la Champions. Los azulgrana se adaptan como un guante a las necesidades de cada partido, tambi¨¦n al de ayer en el santuario del Celtic, un equipo muy exigente, dif¨ªcil de jugar. Los barcelonistas maduraron el encuentro con un buen juego de pase y control y lo remataron con dos contraataques de v¨¦rtigo armados por Neymar. Uno provoc¨® la expulsi¨®n de Brown y el otro origin¨® el gol de Cesc. La jugada le sali¨® perfecta al t¨¦cnico porque Cesc y Neymar hab¨ªan sido elegidos para sustituir a Messi. Nadie discute la figura del 10. La alineaci¨®n de Cesc como falso 9 fue un mensaje inequ¨ªvoco: Martino le reserva el puesto al argentino hasta que se recupere de su lesi¨®n. Neymar es el 11 que se arranca desde el extremo con y sin Leo, salvo en caso de necesidad, como pas¨® en la jugada del gol de Cesc.
CELTIC, 0; BARCELONA, 1
Celtic: Forster; Lustig (Forrest, m. 69), Ambrose, Van Dijk, Izaguirre; Mathews, Brown, Mulgrew, Commons (Pukki, m. 85); Stokes (Kayal, m. 70); y Samaras. No utilizados: Zaluska, Biton, Bald¨¦ y Rogic.
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Bartra, Piqu¨¦, Adriano; Xavi, Busquets, Iniesta (Song, m. 89); Pedro (Alexis, m. 74), Cesc (Tello, m. 78) y Neymar. No utilizados: Pinto, Montoya, Dos Santos, Song y Sergi Roberto.
Gol: 0-1. M. 76. Cesc, a centro de Alexis, culmina una jugada de Neymar.
?rbitro: Stephane Lannoy (Francia). Expuls¨® a Brown con tarjeta roja (m. 59). Amonest¨® a Lustig, Cesc, Busquets, Samaras.
El Celtic Park se llen¨® con 60.832 espectadores.
El Bar?a fue as¨ª un equipo muy acad¨¦mico en el Para¨ªso de Glasgow. La puesta en escena azulgrana result¨® tan aseada como admirable eran el despliegue y la coreograf¨ªa de la grada. Muy bien posicionados, los barcelonistas masticaron bien la jugada, tocaron de manera ortodoxa y aseada, se aseguraron largas posesiones y buscaron la entrada por las bandas de Alves y Neymar a partir de los cambios de orientaci¨®n de Bartra y Piqu¨¦ y los desmarques de Pedro. Los chicos de Martino incluso eran solventes en la defensa de las r¨¢pidas transiciones de los muchachos de Lennon. Tampoco se venc¨ªan los escoceses, intensos, organizados y atentos, conscientes de que su suerte pasaba por anticiparse y no conceder situaciones de dos contra uno, sobre todo frente a Neymar.
Afilado y liviano, el brasile?o se ofrec¨ªa de forma reiterada desde los costados, superior ante Lustig. Nunca se escondi¨®, ni despu¨¦s de salir volteado y mareado por la fiereza de la zaga verdiblanca, tan seria como ordenada, excelente en las ayudas. El buen sentido de equipo, su capacidad para combinar y controlar la contienda, apenas garantizaron remates a porter¨ªa y ocasiones de gol para el Bar?a. A los volantes les faltaba precisi¨®n en el pase interior, una mayor profundidad y jam¨¢s asomaba un tirador de media distancia.
El Bar?a de Martino era un equipo reconocible, m¨¢s parecido que nunca al de Vilanova y Guardiola, especialmente por su dominio del bal¨®n y de la cancha. Apostaba por la paciencia, quer¨ªa desgastar al contrario, confiaba en que aquel partido sin tregua se decantar¨ªa a su favor en la jugada aparentemente m¨¢s insospechada. Ya se sabe qu¨¦ ocurre cuando se dan encuentros como el de ayer en el Celtic Park. Algunos se aburren y piden a un delantero que rompa el gui¨®n y meta goles, cosa que se le da especialmente bien a Messi. Otros esperan en cambio con una resignaci¨®n cristiana, confiados en que marcar es solo una cuesti¨®n de tiempo, nada de barajar planes alternativos.
Los barcelonistas maduraron el duelo con un juego de pase y control
El encuentro demandaba una concentraci¨®n extrema y el juego apenas admit¨ªa una pausa. La reaparici¨®n del Celtic despu¨¦s del descanso fue estruendosa ante el f¨²tbol discontinuo del Bar?a hasta que el ¨¢rbitro expuls¨® a Brown. Abierta la contienda por el empuje escoc¨¦s, Neymar se escap¨® campo a trav¨¦s y el capit¨¢n del Celtic le tir¨® en una falta acompa?ada de un pisot¨®n que el colegiado interpret¨® como agresi¨®n. Aument¨® entonces la ¨¦pica del Celtic, m¨¢s vigoroso que nunca para compensar su inferioridad num¨¦rica, tan incansable en la defensa de su marco como el Barcelona en el ataque del arco de Forster. El partido se abri¨® de forma peligrosa para el Barcelona, sometido en cada c¨®rner y fuera de banda, dos recursos que los escoceses convierten en ocasi¨®n de gol.
Forrest exigi¨® una intervenci¨®n excelente de Vald¨¦s y Mulgrew cabece¨® fuera un bal¨®n botado en un saque de esquina. Y justo entonces, cuando la contienda parec¨ªa virar a favor del Celtic, el Bar?a encontr¨® el gol en una contra: Busquets toc¨® para Neymar, el brasile?o aguant¨® el cuero desde una posici¨®n centrada hasta profundizar para Alexis y el centro del chileno lo cruz¨® Cesc con un cabezazo.
Est¨¦riles en ataque est¨¢tico, a veces ret¨®ricos, los azulgrana alcanzaron la victoria cuando atacaron el espacio de forma veloz y precisa, f¨®rmula propia de los equipos que juegan al rev¨¦s de lo que hace habitualmente el Bar?a. Ante la falta del desequilibrante Messi, se imponen soluciones como la llegada de Cesc y el regate de Neymar. Al brasile?o solo le falt¨® el gol, neutralizado por Forster, estupendo, igual que Bartra. Los solistas combinaron bien ayer en la orquesta de Martino
La mezcla que pretende el t¨¦cnico funcion¨® ante un rival muy indigesto como el Celtic.
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