¡°El Madrid tiene ocho velocidades¡±

Para charlar, Joaqu¨ªn Caparr¨®s (Utrera, 1955) elige un banquillo de uno de los campos de entrenamiento del Levante en Bu?ol. Su h¨¢bitat natural, claro, despu¨¦s de 30 temporadas seguidas entrenando en las que ha dirigido a 15 equipos. Un cl¨¢sico.

Pregunta. ?C¨®mo aguanta tanto tiempo?

Respuesta. Nunca me he propuesto objetivos sino formarme e ir creciendo. Muchas decisiones, muchas equivocaciones y lo mejor es reconocerlas y no justificar los errores. Ya lo dijo Luis Aragon¨¦s: ¡°El estr¨¦s es cr¨®nico¡±. Cuando se para en junio ya est¨¢s deseando empezar, aunque a veces una reflexi¨®n no viene mal para poner las cosas en orden.

P. En el Villarreal solo le concedieron siete jornadas.

R. Comet¨ª el error de querer hacerlo todo: ser el preparador f¨ªsico, el entrenador¡­, como en el Recre, de donde ven¨ªa. A partir de ah¨ª form¨¦ un equipo multidisciplinar.

P. Como jugador pas¨® por la escuela del Madrid.

R. Coincid¨ª con San Jos¨¦, con Garc¨ªa Hern¨¢ndez¡­ y tuve de entrenadores a Santisteban, a Roberto Sanchis, a Luis Molowny... recog¨ª el funcionamiento de la cantera, pionera en Espa?a. Yo era un mediocampista sin mucha capacidad de sufrimiento y me retir¨¦ a los 27 a?os: empec¨¦ a entrenar al San Jos¨¦ Obrero de Cuenca.

P. Los cinco a?os en el Sevilla parecen los m¨¢s reputados.

R. Yo hab¨ªa jugado en el Sevilla infantil y mi padre, que era administrativo, fue un gran sevillista. Si hubiera vivido cuando me presentaron como entrenador¡­ Soy, junto a Del Bosque, Luis Aragon¨¦s y Javier Clemente, de los privilegiados que han dirigido a su equipo. Hab¨ªa mucho talento y el club empez¨® a tutear a casi todos.

Nunca me he propuesto objetivos, sino formarme e ir creciendo

P. La experiencia m¨¢s traum¨¢tica, en el Neuchatel.

R. Fue muy fuerte. Fuimos all¨ª ocho t¨¦cnicos, pero a la semana el olfato me dijo que hab¨ªa metido la pata. Pasamos miedo [el due?o, Bulat Chagaev, lleg¨® a intimidarlos con una pistola], pero me sent¨ª muy entrenador. Muy firme. Hice valer lo que representaba. Fueron 40 d¨ªas muy intensos y 24 horas en vilo. Hicimos pi?a con chicos de muchos pa¨ªses: sin hablar, nos mir¨¢bamos a los ojos y sent¨ªamos que nos necesit¨¢bamos.

P. ?Por qu¨¦ se le identifica con clubes modestos?

R. He estado en uno muy grande como el Athletic, un lujazo, o en el Sevilla, 13 temporadas en Primera. Ahora quiero ir donde est¨¦ a gusto por el ambiente y la comunicaci¨®n. En el Levante, un club familiar, quiero que sea tan importante el utilero como el entrenador. Y he tenido grandes futbolistas como Baptista, Dar¨ªo Silva, Donato, Valer¨®n¡­ todos quieren un lenguaje transparente para ayudarles a crecer.

P. Cuando llega al Levante, ?le piden que gestione el marr¨®n de los jugadores acusados de ama?ar partidos?

R. No me hablan de eso. El ¨²nico [de los implicados] que se queda es Juanfran porque era el ¨²nico que jugaba y ten¨ªa un alto concepto de ¨¦l. No me he equivocado. Tiene una gran credibilidad dentro y fuera del campo.

P. Tras encajar siete goles en la primera jornada ante el Bar?a, lo resumi¨® con una frase genial: ¡°Ya hemos visitado al dentista, que pase el siguiente¡±.

R. Cada gesto, cada detalle, d¨ªa a d¨ªa, tiene que ir encaminado al positivismo.

Sergio Ramos es muy fuerte mentalmente, muy l¨ªder... marcar¨¢ una ¨¦poca

P. Pero usted no gana en casa desde hace a?o y medio. ?C¨®mo piensa jugarle al Madrid?

R. Con una mentalidad colectiva muy fuerte y m¨¢xima eficacia. El f¨²tbol son dos deportes en uno. Corremos los dos a por un bal¨®n y all¨ª empieza el juego, el talento de cada uno: el goleador innato, el defensa anticipador, el que hace un movimiento para un lado y no para otro¡­

P. ?Le ha visto algo distintivo al Madrid de Ancelotti?

R. Isco y el gol que le da. El Madrid es un equipo con ocho velocidades, por Cristiano, Di Mar¨ªa, Bale¡­ distinto al Bar?a, mucho m¨¢s combinativo. Con defensas muy poderosos como Sergio Ramos¡­

P. ?C¨®mo era Ramos de ni?o en el Sevilla?

R. Muy autocr¨ªtico, siempre queriendo mejorar, muy fuerte mentalmente, muy l¨ªder¡­ marcar¨¢ una ¨¦poca.