Sablazo definitivo de Vettel
Al alem¨¢n le vale ser quinto en la pr¨®xima carrera para anudar el tetracampeonato
La ¨²ltima carrera del Mundial de f¨®rmula 1 parece un desaf¨ªo a todos aquellos que esperan que Sebastian Vettel haga un salto mortal con doble tirabuz¨®n y pirueta invertida subido a un monoplaza, para tenerle la misma consideraci¨®n que a Fernando Alonso, Kimi Raikkonen o Lewis Hamilton. Pocas cosas le quedan por demostrar a este joven de 26 a?os que ha puesto firma en todas las plusmarcas de precocidad y que va camino de dejar una huella imborrable. Seguramente no tenga el tir¨®n de otros, al menos eso dicen las encuestas, pero sus n¨²meros son descomunales.
En su gran premio favorito y delante de una de las hinchadas m¨¢s adorables, Vettel logr¨® su novena victoria y la quinta consecutiva, al tiempo que le asest¨® el sablazo definitivo al campeonato. El chico de Heppenheim se encasquetar¨¢ la cuarta corona de carrerilla dentro de 15 d¨ªas, en un escenario tan ex¨®tico como el circuito de Buddh, en la India, siempre que termine entre los cinco primeros. Dados los precedentes de este 2013, el objetivo parece coser y cantar puesto que Vettel no ha cruzado la meta en ning¨²n momento m¨¢s all¨¢ de la cuarta plaza salvo el abandono en Gran Breta?a. Mark Webber termin¨® el segundo en Suzuka, de donde Red Bull se fue con el segundo doblete del curso, Romain Grosjean finaliz¨® el tercero y Fernando Alonso, el cuarto. El asturiano es el ¨²nico con opciones matem¨¢ticas de arrebatarle el t¨ªtulo al l¨ªder, por m¨¢s que sea una fantas¨ªa.
El piloto alem¨¢n, de 26 a?os, ha pulverizado todas las plusmarcas de precocidad
Este tipo de logros de la escuder¨ªa energ¨¦tica ser¨ªan inalcanzables sin un prototipo tan competitivo como el RB9, de la misma forma que el jugo que le extraen sus dos pilotos no tiene nada que ver, algo que subraya la diferencia que hay entre el talento de uno y del otro. Si hasta este momento era Webber quien concentraba todas las aver¨ªas en su monoplaza, el s¨¢bado fue el de su compa?ero el que fall¨®. Como no pod¨ªa ser de otra forma en un b¨®lido dise?ado por Adrian Newey, el problema vino del KERS y oblig¨® a los t¨¦cnicos a destripar a la bestia para cambiar las bater¨ªas. A Vettel se le vio un poco m¨¢s apurado que de costumbre y perdi¨® la primera pole de las cuatro ¨²ltimas en juego.
El Red Bull es un cochazo, por supuesto, pero el rubiales que lo conduce es un cabezota ambicioso y perfeccionista que nunca se rinde. Se vio en Abu Dabi 2010, de donde sali¨® como el campe¨®n m¨¢s joven de la historia tras llegar all¨ª siendo el que menos posibilidades ten¨ªa, y la pel¨ªcula se repiti¨® en ese mismo escenario la temporada pasada, cuando arranc¨® el ¨²ltimo y fue culebreando por entre el pelot¨®n hasta llegar al podio. Esta vez no lo tuvo tan negro como entonces aunque se lo tuvo que currar y mucho, por m¨¢s facilidades que le pusieran desde el muro con el baile de estrategias.
Fernando Alonso, cuarto, es el ¨²nico con opciones de arrebatarle el t¨ªtulo, pero ya es una fantas¨ªa
Decodificar las conversaciones de radio parece imposible. Si en Malasia se hizo famoso aquel ¡°Multi 21¡± que Vettel desobedeci¨® para lanzarse a la yugular de su vecino de taller, aqu¨ª apareci¨® el ¡°Engine 21¡± y ¡°Multi¡±, unos mensajes encriptados con el fin de despistar a los rivales y volver loco al personal. La mitad del garaje del coche n¨²mero 1 retras¨® tanto como pudo el segundo cambio de gomas de su corredor, mientras que al otro lado optaron por una parada m¨¢s (tres), circunstancia que termin¨® por condenar al de Queanbeyan. ?Significa eso que Red Bull movi¨® los hilos para retrasar adrede a Webber? En ning¨²n caso. El alem¨¢n clav¨® 53 vueltas casi perfectas y su colega, que degrada las gomas mucho m¨¢s, perdi¨® una eternidad detr¨¢s de Grosjean y a duras penas pudo adelantarle a pesar de ir calzado con los neum¨¢ticos m¨¢s blandos.
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