El ¡®10¡¯ rechista con goles

Desde que fall¨® desde los 11 metros ante el Chelsea en las semifinales de hace dos cursos, decidi¨® cambiar su modus operandi. Antes, apenas cog¨ªa carrerilla o flirteaba con las paradinhas para soltar el zapatazo ajustado al palo. Ese penalti, estrellado en el larguero, adem¨¢s de su p¨¦rdida de bal¨®n en el partido de ida en Stamford Bridge que origin¨® el gol del rival, se?al¨® al jugador, que reconoci¨® p¨²blicamente su pesadumbre por el descalabro. Tambi¨¦n tuvo que salir al paso de las cr¨ªticas el 10 (y su entorno) esta semana, tildado de tibio desde que comenzara el curso, consecuencia de sus reincidentes lesiones y de su poca participaci¨®n en el juego colectivo, adem¨¢s de su falta de gol y la comparaci¨®n con un Neymar efervescente a m¨¢s no poder.

Ahora, en las penas m¨¢ximas, Messi coge carrerilla y var¨ªa indistintamente la direcci¨®n del golpeo; y frente al Milan decidi¨® correr y chutar al centro, a media altura y fuerte, como si no quisiera colocarlo para no dar opci¨®n al error desde su ra¨ªz. Se bati¨® Abbiati y Messi festej¨® su gol. Una diana de lo m¨¢s reponedora. La segunda, sobre todo, le supo a gloria. ¡°Es muy desequilibrante de cara a puerta, siempre tiene ocasiones. Leo siempre est¨¢ en racha. Hoy ha hecho dos, esperemos que no pare¡±, le alab¨® Busquets. Hasta el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se pronunci¨® al respecto: ¡°Hoy se acabar¨¢ la pol¨¦mica de si Messi est¨¢ bien o no¡±.

Exigido a demostrar que sigue siendo el jugador planetario, el mejor, evidenci¨® su voluntad de significarse en el juego de asociaci¨®n, hecho posible porque el Milan renunci¨® a la pelota. As¨ª, la Pulga baj¨® al centro del campo para construir la jugada, para lanzar un par de quiebros y hacer una pared con Xavi que no complet¨® porque el esf¨¦rico se le escurri¨® de los pies en ¨²ltima instancia. Sin tirar desmarques, orden¨® en un par de ocasiones a Alexis que abriera el campo, que quer¨ªa espacios para expresar su f¨²tbol. Pero las dos l¨ªneas de presi¨®n del Milan le impidieron definirse, sin zigzagueos divinos ¡ªaunque en el segundo acto probara un par de ellos, infructuosos¡ª ni latigazos que descorcharan el asombro generalizado. Opt¨® por actuar de crupier, por asistir a un Neymar que no le ley¨® su asistencia, a un Alexis que no entendi¨® el juego. Pero un pase de Iniesta y un agarr¨®n de Abate sobre Neymar ¡ªsiempre decisivo¡ª bastaron para que Messi se redimiera, para que no se le recordara que sumaba cuatro partidos ligueros sin marcar. Penalti y gol; ovaci¨®n persistente de un Camp Nou agradecido. ¡°No estoy al 100%¡±, hab¨ªa reconocido el jugador a trav¨¦s de las redes sociales ante las cr¨ªticas.

Opt¨® por actuar de crupier, por asistir a un Neymar que no le ley¨® su asistencia, a un Alexis que no entendi¨® el juego

¡°Con Leo se corren este tipo de riesgos. Hay que tener cuidado con lo que se dice cuando se le ve mal, es capaz de revolucionarlo todo como esta noche. Ha jugado un partido fenomenal, ha tenido chispa, uno contra uno, velocidad...¡±, festej¨® el t¨¦cnico, Tata Martino. ¡°Leo es un jugador tan importante... Le hemos visto hacer cosas milagrosas, por eso cuando hace las cosas normales parece que es poco. ?l siempre nos da y hoy le hemos visto con chispa¡±, afirm¨® el director deportivo, Andoni Zubizarreta. ¡°Sabe que tiene toda nuestra confianza. Nos da tanto que es lo m¨ªnimo que se merece¡±, a?adi¨®. Y Xavi apunt¨®: ¡°Est¨¢ bien, est¨¢ como el equipo; siempre se puede jugar mejor y marcar m¨¢s goles, pero est¨¢ el list¨®n tan alto que hasta cuando Messi est¨¢ dos o tres partidos sin marcar parece que no est¨¦ bien¡±. La afici¨®n le arrop¨® como de costumbre, porque Leo no es ese Ronaldinho en declive azulgrana que solo se subrayaba a bal¨®n parado, sino que tiene todo para mantener su universalidad con el cuero entre los pies.

Eso aclar¨® al echar el tel¨®n al duelo, con una pared con su socio ideal, con Cesc, para superar de nuevo a Abbiati. Dos goles anoche ¡ªlogro que no consegu¨ªa desde hace dos meses, ante el Ajax¡ª y ocho en total sobre el Milan en otros tantos encuentros, su v¨ªctima preferida sobre el Leverkusen y el Arsenal, a los que les hizo seis. Tras marcar y se?alar al cielo, adorn¨® sus festejos de forma romana, con el pulgar hacia arriba. Messi, al fin, se sacaba un peso de encima, rechistaba con goles.