Sirve Messi, marca Tello

Desafortunado ante el gol, otra vez chocando contra los defensas granota, Messi extrajo todos sus recursos de formidable pasador. Hasta cuatro asistencias (aunque la primera acab¨® en el auto gol de Juanfran) reparti¨® anoche en el Ciutat de Val¨¨ncia. Las cuatro al velocista Tello, un cicl¨®n jugando al espacio para acabar con la tediosa ret¨®rica azulgrana de la primera hora. La ¨²ltima media fue una exhibici¨®n de Messi al descubrir el para¨ªso de Tello a la espalda de la zaga granota. En el Levante, los suplentes de este jueves no se defendieron con la fiereza de los titulares del pasado domingo. Al contrario que en la Liga, Caparr¨®s no puso cemento en las bandas (faltaban las ayudas de Pedro L¨®pez) y por ah¨ª se le fue colando la goleada.

Los centrales del Bar?a, Bartra y Puyol, no estuvieron bien avenidos y concedieron una v¨ªa de escape para las escaramuzas de Barral y Xumetra, el primero mucho m¨¢s acertado que el segundo. El capit¨¢n azulgrana hizo algo que desaconsejan todos los manuales defensivos del f¨²tbol: despejar, desde el lateral del ¨¢rea peque?a, hacia el centro de la porter¨ªa (el punto de penalti) con la cabeza. All¨ª hab¨ªa un pelot¨®n de levantinistas dispuestos a reventar la pelota. Lo intent¨® El Zhar, respondi¨® Pinto con los pu?os y el bal¨®n volvi¨® al lugar de partida: entre el volante marroqu¨ª y Bartra, casi al alim¨®n, batieron la porter¨ªa azulgrana. Otro gol en contra a bal¨®n parado, pues ven¨ªa de un centro lateral de Sergio. Un Levante todav¨ªa m¨¢s reservado que el del choque de Liga, aprovech¨® la inercia optimista de aquel envite. Se encontr¨® con una defensa confundida, desarbolada ante las contras.

Al Bar?a se le encogi¨® el gatillo. Apenas dispar¨® a puerta en la primera parte. A pesar de su domingo aplastante, un control preso de cierta monoton¨ªa. Le faltaba velocidad en la circulaci¨®n del cuero, picante a pesar de que las alas empezaron entrando como quer¨ªan: Tello por ser mucho m¨¢s veloz que Nagore; Pedro, por ser m¨¢s listo que Nikos. Pero los volantes no desbordaron. Y Sergi Roberto tend¨ªa a conducir demasiado. El ej¨¦rcito granota se defend¨ªa con todo, 11 detr¨¢s de la pelota, en su propio campo, corriendo como si les fuera la vida en ello. Y algunos como el veterano Juanfran, de 37 a?os, que repet¨ªa tres d¨ªas despu¨¦s.

Cuando Xavi busc¨® a Puyol desde el c¨®rner derecho, la nostalgia asom¨® por el Ciutat de Val¨¨ncia. La acci¨®n evoc¨® t¨ªmidamente al gol a Alemania en la semifinal del Mundial de Sud¨¢frica, solo que en esta ocasi¨®n el cabezazo del capit¨¢n sali¨® pifiado. El Levante se anim¨® tanto que adelant¨® sus l¨ªneas y permiti¨® la carrera al espacio de Tello. El tiro le sali¨® flojo y, tras el rechazo raso de Javi Jim¨¦nez, el bal¨®n quedaba reservado para la zaga granota, que se hizo el haraquiri. El despeje de Vyntra golpe¨® en Juanfran antes de colarse.

El gol desatasc¨® al Bar?a aunque antes Puyol sufri¨® su en¨¦sima lesi¨®n en los ¨²ltimos meses. El capit¨¢n abandon¨® la cancha andando por fuera de las l¨ªneas de juego y el Ciutat de Val¨¨ncia le dedic¨® una cari?osa ovaci¨®n. Messi entendi¨® que era un partido para pasar m¨¢s que para marcar. Y uno de sus servicios permiti¨® a Tello volver a plantarse ante Javi Jim¨¦nez. Con m¨¢s potencia esta vez en el tiro para doblar las manos del meta levantinista.

El orden natural se impon¨ªa y as¨ª los interpret¨® el p¨²blico granota, generoso con su equipo. Mientras, Joaqu¨ªn Caparr¨®s se desga?itaba delante de su banquillo, disgustado por la imagen de su equipo en este segundo tiempo, la fiesta estaba ya por encima de la competencia. Y no hay nadie que la disfrute tanto como Messi. A La Pulga no le sobran los minutos ni las eliminatorias encarriladas. Atrap¨® la pelota en la medular, junto al banquillo del Tata Martino. Era falta a favor. La puso r¨¢pido en juego. Avanz¨® en diagonal hacia el ¨¢rea, haciendo requiebros hasta que, tic, encontr¨® el pase raso y entre l¨ªneas para Tello. No ser¨ªa el ¨²ltimo. Le quedaba un cuarto env¨ªo, esta vez elevado, para que el extremo rematara otra vez en solitario. Y anotara un triplete inolvidable. El d¨ªa Messi demostr¨® ser insaciable tambi¨¦n como pasador.