El Madrid afila los colmillos

El Madrid ha salido de caza, ataca en manada y luce voracidad de depredador. El conjunto de Laso ha llegado a M¨¢laga con hambre de t¨ªtulos y sed de Copa y en su primer trago se llev¨® por delante a un endeble Gran Canaria, abrumado ante la fiereza de un equipo que gusta y se gusta, que vence y convence. Le bast¨® un comienzo intenso en defensa y vertiginoso de cara al aro para ventilar con suficiencia de tr¨¢mite los cuartos y poner rumbo a semifinales sacando lustre a su cartel de favorito. Mirotic y Rudy, con 17 puntos cada uno; Felipe, con 13 y siete rebotes; Bourousis, con 11 capturas; y Sergio Rodr¨ªguez, con ocho asistencias de prestidigitador, lideraron el paseo de los blancos ante un rival cuya ¨²nica oposici¨®n fue el gigant¨®n Tavares (inmenso con 16 puntos, 12 rebotes y cuatro tapones). La diferencia final fue de 23 puntos en el marcador (83-60) y de 55 en la valoraci¨®n (110-55). Contundente.

Contraviniendo la tradici¨®n y el protocolo, los dos equipos se lanzaron a la carrera a inaugurar la Copa, prescindiendo del tanteo de rigor. Contraviniendo su libro de estilo, el Gran Canaria acept¨® el intercambio de golpes que propusieron los blancos. Y, a campo abierto y con Mirotic como motor de propulsi¨®n, el Madrid se hizo con el mando de las operaciones desde el comienzo y hasta el final. El montenegrino, que descans¨® la pasada jornada de Liga por unas molestias en la planta de un pie, destartal¨® la defensa amarilla con nueve puntos en los primeros cinco minutos sin que nadie alcanzara a echarle el guante. Bajo su impulso se desat¨® el Madrid.

Con la ambici¨®n como pecado y la precipitaci¨®n como condena, el conjunto de Pedro Mart¨ªnez concedi¨® demasiados contragolpes tras titubear una y otra vez ante la aplicada y firme defensa madridista y, sin margen para asentar su dique de contenci¨®n, se vio desbordado por el ataque en tropel de los chicos de Laso (17-6, m.7). El ¨²nico contratiempo para el Madrid en esos minutos iniciales en los que ciment¨® su contundente victoria fueron las dos tempraneras faltas personales que enviaron a Llull al banquillo. Pero su repuesto de lujo perfeccion¨® a¨²n m¨¢s la puesta en escena. Con la afinada inventiva que le ha convertido en icono de la l¨²dica propuesta de su equipo, Sergio Rodr¨ªguez abrillant¨® el parquet a ritmo de asistencias geniales y dominio apabullante. El Chacho se adue?¨® de la pelota y del tiempo en el segundo cuarto, hipnotiz¨® al Gran Canaria, regal¨® alley-oops y sentenci¨® el partido (41-20, m. 20).

Sin noticias del pistolero Hansbrough, con B¨¢ez y Newley fuera de foco y con Bellas a pie cambiado, apenas el bigardo Tavares, de 21 a?os, hac¨ªa carrera en el ataque amarillo. Poco argumentario para equilibrar una contienda a la que se iban sumando de manera brillante la hiperactividad de Rudy Fern¨¢ndez, los rebotes de Borousis, la faena de Felipe e incluso alguna r¨¢faga de Carroll. Nada en el Gran Canaria respondi¨® a la hoja de ruta trazada en la v¨ªspera por Pedro Mart¨ªnez. Pretend¨ªa el t¨¦cnico adormecer el partido, congelar el cron¨®metro y embridar a la bestia; pero el Madrid prolong¨® su secuencia, sorte¨® los presuntos candados y aliger¨® los tr¨¢mites.

Se enfrentaban las dos mejores defensas en liza en el torneo, pero mientras los blancos son tambi¨¦n l¨ªderes en ataque (88,1 puntos de media), los amarillos eran el peor ataque de los que llegaban a la Copa (75,3 puntos). Mostraban las radiograf¨ªas previas al partido que la fuerza del conjunto canario se centraba en la pintura, pero la del Madrid, este curso se extiende por todas partes. El caboverdiano Tavares, el tallo m¨¢s alto de la Copa con sus 2,20 de altura y el m¨¢ximo taponador de la Liga, sigui¨® haciendo curr¨ªculum a base de mates y tapones, pero nadie le acompa?¨®. Enfrente, Rudy dispar¨® su contador y el Madrid su ventaja (58-32, m. 27). Con el partido resuelto, Laso cincel¨® su rotaci¨®n para economizar esfuerzos y el Gran Canaria intent¨® no rendirse a la evidencia, pero la realidad es que el encuentro se hab¨ªa terminado mucho antes, casi al tiempo que comenz¨®. El Madrid afila los colmillos rumbo a semifinales.