El Dortmund se abanica en San Petersburgo

El Borussia se abanic¨® en San Petersburgo ante un Zenit sin pies ni cabeza. Aceler¨® en el arranque el conjunto de J¨¹rgen Klopp y se vio casi sin querer con dos goles de ventaja en cinco minutos (Mkhitaryan en el cuatro y Reus en el cinco). El subcampe¨®n de Europa se dedic¨® a abanicarse en el resto del encuentro, muy consciente de su superioridad. De hecho, solo volvi¨® a entrar en acci¨®n como respuesta a cada t¨ªmido intento de reacci¨®n del Zenit en la segunda parte. Lewandowski, entonces, sentenci¨® en choque y la eliminatoria tras sendas paredes. La primera se la devolvi¨® su compatriota Piszczek; la segunda el volante Reus, que ya hab¨ªa participado en los dos primeros tantos.

La defensa del Zenit, formada por los centrales Luis Neto y Lombaerts, fue toda la tarde un flan, pan comido por el depredador Lewandowski. La calva bronceada y reluciente de Luciano Spalletti, el t¨¦cnico italiano del Zenit, enfil¨® el descanso sin explicarse el raqu¨ªtico rendimiento de sus jugadores. Uno de los m¨¢s reputados, Arshavin, abandon¨® el campo al cuarto de hora, v¨ªctima de una lesi¨®n muscular, sustituido por Tymoshchuk. Solo los arreones impetuosos de Hulk atisbaron alguna remota posibilidad de remontada. M¨ªnima. El gol de Shatov, precedido de un fuera de juego de Rond¨®n, y el posterior tanto de Hulk, de un penalti inventado por el ¨¢rbitro, no maquillaron la p¨¦sima imagen del cuadro de Spalletti.?

Financiado por Gazprom, la mayor extractora de gas del mundo, patrocinadora adem¨¢s de la Liga de Campeones y del Schalke, el Zenit pag¨® la barbaridad de 100 millones en septiembre de 2010 por los fichajes de Hulk y Witsel, el primero procedente del Oporto, reci¨¦n proclamado campe¨®n de la Copa de la UEFA con Vilas-Boas en el banquillo, el segundo del Benfica. Si bien Hulk al menos trata de imponer su presencia, el volante belga no pasa del aprobado. Lo mismo que Spalletti en un Zenit sin ning¨²n encanto.