Pedro marca el camino a Costa
Un gol del canario acaba con la resistencia de Italia en el gris estreno del hispanobrasile?o
Van y vienen los delanteros de Espa?a y ah¨ª sigue Pedro, enganchado como ninguno en esta selecci¨®n, donde es un modelo de eficacia y sacrificio. Como lo ha sido Diego Costa en el Atl¨¦tico, que con parecidos atributos se ha ganado con creces el gancho de la Roja. ?l era el principal atractivo en el en¨¦simo cl¨¢sico con Italia, un equipo de mayor o menor talento pero que siempre tiene cuajo. Y en el d¨ªa de Costa, un estupendo futbolista anoche algo extraviado, Pedro tom¨® la delantera y fue cabeza de cartel, por su gol y f¨²tbol chisposo de principio a fin. Un valor seguro para Del Bosque, como de nuevo qued¨® constatado en el Calder¨®n. Si Pedro cay¨® con buen pie en el Bar?a, a¨²n mejor en esta Espa?a que ya tiene a la vista la gran cita brasile?a. El partido ante los transalpinos no ser¨¢ muy rebobinado, pero, al menos, sirvi¨® para certificar que el campe¨®n tiene materia prima. M¨¢s all¨¢ de lo que consiga en el Mundial, la veta no se ha secado. Con algunas limitaciones en la zaga, en el resto de las l¨ªneas la pujanza es extrema y muchos futbolistas de primer¨ªsima fila tendr¨¢n que pelear por un asiento hasta el ¨²ltimo suspiro.
ESPA?A, 1 - ITALIA, 0
Espa?a: Casillas (Vald¨¦s, m. 46); Azpilicueta, Javi Mart¨ªnez, Sergio Ramos (Albiol, m. 65), Jordi Alba; Thiago, Busquets (Xabi Alonso, m. 46), Cesc (Silva, m. 46); Pedro (Cazorla, m. 82), Diego Costa e Iniesta (Navas, m. 65). No utilizados: Reina; Juanfran, Xavi, Koke y Negredo.
Italia: Buffon; Maggio (Abate, m. 46), Barzagli, Paletta, Criscito; Motta (Giaccherini, m. 62), Montolivo, Marchisio; Candreva (Pirlo, m. 46), Cerci (Destro, m. 69) y Osvaldo (Inmobile, m. 69). No utilizados: Sirigu y Perin; Bonucci, Chiellini, Astori, De Sciglio, Parolo, Verratti, Gilardino e Insigne.
Gol: 1-0. M. 63. Pedro.
?rbitro: Levgenii Aranovskyi (Ucrania). Amonest¨® a Criscito y Destro.
Unos 30.000 espectadores en el Calder¨®n.
Sin contratiempos finales, no resultar¨ªa extra?o que Del Bosque enfilara el estreno en Brasil ante Holanda con siete de los titulares que se alistaron ante Italia en el Manzanares. Tal es el vivero espa?ol que los cuatro en duda son indiscutibles en el Bayern M¨²nich (Javi Mart¨ªnez y Thiago), el Chelsea (Azpilicueta) y el Atl¨¦tico (Diego Costa), equipos de alcurnia donde el puesto no se discute con descamisados. Lo que ocurre con quienes se quedaron a la expectativa, ni m¨¢s ni menos que ilustres como Xavi, Alonso, Silva o Negredo, por ejemplo. La competencia es m¨¢xima en una selecci¨®n en la que cuesta encontrar plaza para gente como Torres, Villa, Mata y otros tantos. En la Espa?a de arietes postizos ha irrumpido Costa y en la Espa?a que no fecunda centrales y laterales piden paso Javi Mart¨ªnez y Azpilicueta. Lo de Thiago es otra cosa: se trata de clonar a Xavi.
En un duelo distendido y de vuelo raso con los de Prandelli ninguno mereci¨® el suspenso, tampoco la matr¨ªcula. Nadie ten¨ªa m¨¢s focos encima que Diego Costa, que tiene el tiempo justo para dar con el formato de una selecci¨®n de trazo corto, que detesta el pelotazo por m¨¢s que ahora disponga de una diana en el horizonte. Al menos ante Italia fue evidente que ser¨¢ el hispano brasile?o el que se tenga que amoldar al juego corto, asociativo y en espacios reducidos. En esta Espa?a no se busca el ¨¢rea rival a la carrera. Ese es el punto de partida, por m¨¢s que con el delantero rojiblanco el equipo pueda improvisar otro repertorio si fuera preciso. Frente a Italia, que jam¨¢s se constipa delante de Buffon, el de Lagarto no estuvo c¨®modo, le falt¨® el paisaje al que acostumbra. Si Espa?a no ve el f¨²tbol con las luces largas, los italianos, se llamen como se llamen, no aflojan los grilletes jam¨¢s. Bien que lo comprob¨® Diego Costa, cuyas muchas cualidades no son desde?ables para Espa?a.
Sin sobresaltos Azpilicueta ¡ªlateral sin ruido, pero con los tiempos ajustados para el ataque y la prudencia¡ª y Javi Mart¨ªnez ¡ªcon cuerpo para el choque, buen cabeceador y pierna suelta para articular el f¨²tbol desde la cueva¡ª, Thiago se reparti¨® en escena junto a Busquets y Xabi Alonso, la pareja bisagra de Del Bosque. Con el rodaje en la Bundesliga el hijo de Mazinho ha encontrado la pausa. Se siente relevante, que es lo que quer¨ªa, y no precisa ser Maradona o Zidane en cada jugada, en cada pase, en cualquier situaci¨®n intrascendente. En el Calder¨®n se le vio suelto, pero con mayor rigor t¨¢ctico. M¨¢s maduro, en definitiva. Como recursos nunca le faltaron, ahora apunta a jugadorazo, a ser el mejor alumno de la gran factor¨ªa espa?ola de mediocampistas de los ¨²ltimos tiempos. Un semillero infinito del que tambi¨¦n ha salido Silva, cuya aparici¨®n en el segundo acto result¨® capital. El canario puso la gracia que le hab¨ªa faltado al campe¨®n tras un inicio de partido muy acad¨¦mico.
Con Silva al frente, Espa?a fue m¨¢s el¨¦ctrica en los ¨²ltimos metros, lo que multiplic¨® su producci¨®n ofensiva, reducida a las aventuras de Pedro, futbolista tan solvente que en la Roja ve transitar a un pelot¨®n de delanteros aspirantes que no acaban de asegurar el esca?o. Por su alrededor han gravitado y gravitan Villa, Torres, Soldado, Negredo, Llorente, Navas¡ lo mismo da, Pedro siempre al frente. Del Bosque es un devoto del canario, que se lo ha ganado a pulso. Es uno de esos jugadores que nunca te deja tirado, que en sus jornadas menos brillantes garantiza como el que m¨¢s el tajo. Frente a los italianos hall¨® la recompensa tras una ingeniosa partitura entre Iniesta y Silva. Como Pedro barre todo el frente de ataque, porque no tiene freno, sigui¨® la jugada hasta emerger a tiempo para superar a Buffon, que en el gol no fue el gran Buffon. En realidad, no hubo italiano por encima del resto. Por m¨¢s que en estos tiempos se alinee con un central y un ariete argentinos (Paletta y Osvaldo) y pivote sobre un brasile?o (Motta), Italia mantiene el cromosoma del calcio. Una selecci¨®n con oficio, gremial, un hueso casi siempre, pero que juega en tinieblas cuando Pirlo est¨¢ apagado.
Con Silva al frente, Espa?a fue m¨¢s el¨¦ctrica en los ¨²ltimos metros y multiplic¨® sus ataques
Resuelto el amistoso sin serpentinas, a menos de 100 d¨ªas para el Mundial, a Del Bosque ya solo le queda seleccionar en la distancia, porque para los dos ensayos que restan antes de la apertura, con la temporada de clubes finalizada, se disputar¨¢n con la convocatoria final pr¨¢cticamente decidida. El seleccionador tendr¨¢ que hilar fino por su bendito problema de la abundancia ¡ªsalvo en defensa, donde hay poca lista de espera¡ª, tanto en el medio como en ataque, donde deber¨¢ enhebrar a Costa o al que elija para remar con el irreductible Pedro.
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