Empate vibrante en Mestalla

Caprichoso como es el f¨²tbol, los goles le dieron la espalda al equipo que m¨¢s los mereci¨® en cada parte. En la primera fue el Athletic y, sin embargo, se march¨® en ventaja el Valencia con el tanto de Alc¨¢cer. Lo contrario sucedi¨® en la segunda al equilibrar la cita Aduriz de penalti. El partido fue trepidante de principio a fin, sin un reproche para los 27 participantes. El empate deja satisfecho al Athletic, consolidado en el cuarto puesto y muy s¨®lido en una plaza ayer tan exigente. Por otra parte, sepulta casi todas las opciones del Valencia en Europa, muy lastrado por su p¨¦sima primera vuelta. Tard¨® demasiado el presidente, Amadeo Salvo, en destituir a Djukic y dar paso a Pizzi, que ha conseguido un equipo infinitamente m¨¢s competitivo. Llega tarde. 15 puntos les separan al Valencia del Athletic, aunque ayer estuvieran mucho m¨¢s cerca.

En muchos a?os no se recordaba en Mestalla tanto dominio del bal¨®n del Athletic como el del primer tiempo. Su centro del campo ¡ªIturraspe, Mikel Rico, Herrera, Muniain y Susaeta¡ª impuso la ley de Valverde en el control y en la generaci¨®n de ocasiones, pero no as¨ª en la producci¨®n goleadora.

Ander Herrera despleg¨® todo su manual de recursos t¨¦cnicos en el primer cuarto de hora. Sobre todo uno: control orientado con la zurda, deshaci¨¦ndose de la marca de Keita en la frontal del ¨¢rea, y tiro combado al palo contrario con la derecha, repelido precisamente por el hierro izquierdo de Alves.

Consciente de su inferioridad en la elaboraci¨®n, el Valencia fue mucho m¨¢s directo en su juego, tratando de encontrar la velocidad de sus alas, bien Bernat o Fede por la izquierda, bien Jo?o Pereira o Feghouli por la derecha. El cuadro de Pizzi se sabe afilado por los costados, de ah¨ª quiz¨¢ que Valverde eligiera a De Marcos como lateral derecho a fin de frenar la velocidad de Bernat. El joven lateral izquierdo, todav¨ªa en fase de aprendizaje defensivo, es una flecha cuando transporta la pelota. Lo mismo que Pereira. El lateral portugu¨¦s, tan histri¨®nico en ocasiones en lo choques con los adversarios, demostr¨® ser un futbolista callejero cuando observ¨® con el rabillo del ojo el resbal¨®n de Muniain y puso la directa hacia la porter¨ªa bilbaina. Al llegar a la frontal, abri¨® a la derecha a Feghouli, que arranc¨® en fuera de juego. El centro raso del franco-argelino lo remat¨® a placer Alc¨¢cer, el sexto gol del delantero valenciano en la Liga, siempre listo y en el lugar indicado para remachar. Todo lo que hace el joven delantero valenciano tiene sentido; pese a sus 20 a?os, juega con la madurez del veterano. La segunda parte arranc¨® con la misma inenci¨®n del Athletic y un penalti a su favor muy discutido en Mestalla: apenas un peque?o contacto de Feghouli sobre el hombro de Herrera. Lo transform¨® Aduriz con serenidad.

El Valencia sinti¨® en su orgullo el pinchazo del gol en contra y decidi¨® tomar la iniciativa. Gan¨® la posesi¨®n del bal¨®n y Parejo entr¨® en combusti¨®n. Su equipo mastic¨® las jugadas con mimo hasta que Mathieu meti¨® en profundidad a Keita. Mestalla sostuvo la respiraci¨®n mientras el centrocampista maliense, en plena forma a los 34 a?os, recort¨® con el exterior de la zurda a Balenziaga, que pas¨® de largo. para prepararse el disparo franco ante Iraioz. Lo cruz¨® demasiado.

Pizzi le reserv¨® el ¨²ltimo cuarto a Vargas, que ven¨ªa de haber jugado con Chile ante Alemania en Sttutgart. Tal vez por eso, porque lleg¨® cansado, no supuso el impulso necesario para su equipo. Valverde ya solo trataba de asegurar la igualada cuando dio paso al animoso Toquero en lugar de Aduriz, ovacionado en su despedida por Mestalla, que le recuerda con cari?o.

Un cl¨¢sico, en definitiva, muy bien jugado por ambos con consecuencias opuestas: la consagraci¨®n del proyecto de Valverde en el Athletic y la frustraci¨®n de Pizzi en su tard¨ªa toma de control en el Valencia.