Angustia por Benzema
La posible baja del delantero franc¨¦s en la final genera incertidumbre en el Madrid
Madrid prepar¨® la final mediante ensayos. En el l¨¦xico futbolero, estas pruebas se denominan ¡°simulaciones¡±. Durante diez d¨ªas, Ancelotti dispuso ejercicios en los que Illarra jug¨® de medio centro escoltado por Modric y por Di Mar¨ªa; y en ataque altern¨® dos posibilidades, una con Benzema y otra con Isco, previendo que el punta franc¨¦s no se recuperase de su lesi¨®n muscular. El resultado no ha sido completamente satisfactorio. Hay gente en el vestuario que no descarta el ingreso de Khedira a ¨²ltima hora, si el entrenador no acaba de convencerse de Illarra. Pero lo que m¨¢s inquieta al cuerpo t¨¦cnico y a la plantilla es la probable baja de Benzema. Como dijo un futbolista esta semana: ¡°Benzema no es el mejor atacante que tenemos, pero es el m¨¢s importante¡±.
El f¨²tbol es una sucesi¨®n de conexiones. Si la p¨¦rdida de un transmisor importante como Xabi Alonso genera interferencias inevitables, la p¨¦rdida simult¨¢nea de Alonso y Benzema puede provocar un apag¨®n fatal. Ancelotti y los veteranos del equipo entienden que esta temporada el juego ofensivo se ha desencadenado a trav¨¦s de Alonso, Modric, Di Mar¨ªa y Benzema. Las simulaciones realizadas sin Alonso y Benzema reflejan un vac¨ªo peligroso que ha dejado aislados a Bale y a Cristiano. Frente a un adversario como el Atl¨¦tico, experto en ocupar el medio campo para cerrar v¨ªas de acceso a su porter¨ªa, los riesgos de estancamiento se multiplican.
Las dudas provocan siempre la misma reacci¨®n: cautela. Ancelotti insiste en que la prioridad es defender. Ante la baja de Alonso, el t¨¦cnico pide a Di Mar¨ªa y Modric que se peguen a Illarra achicando los espacios un poco m¨¢s. Si acostumbraban a situarse a 10-15 metros de Alonso ahora les recomienda que permanezcan a 5-10 metros. Esto encoge al equipo hacia atr¨¢s. A la luz de los entrenamientos supone un inconveniente, pues, una vez recuperado el bal¨®n, las l¨ªneas est¨¢n m¨¢s lejos de los atacantes para enlazar las transiciones. Cuando juega Benzema estas distancias pueden reducirse. Sin el franc¨¦s, se agrandan.
El franc¨¦s sabe que no podr¨¢ recuperarse completamente, pero ha pedido infiltrarse
Benzema no es el goleador m¨¢s oportunista pero probablemente no exista en el mundo otro delantero que se asocie mejor con el resto del equipo. Lo destacan Ramos, Arbeloa, Pepe, Modric y Alonso porque cada vez que roban un bal¨®n advierten que Benzema se ofrece para darles una salida segura. Su manejo de los tiempos y los espacios para acudir en apoyo de sus compa?eros es ¨²nico. Esto le convierte en una pieza imprescindible para agrupar al equipo en el ataque est¨¢tico y para lanzar los contragolpes. Benzema permite una aceleraci¨®n r¨¢pida y enseguida encuentra el pase a Cristiano o Bale. Las pr¨¢cticas sin el franc¨¦s han dispuesto un 4-4-2 en el que Isco se situar¨ªa en un costado, Di Mar¨ªa en el otro, y Cristiano y Bale permanecer¨ªan arriba. La consecuencia ha sido decepcionante porque a Cristiano y a Bale no les gusta bajar a construir. Su car¨¢cter y su disposici¨®n les empujan a esperar el pase y procurar el remate. Si los centrocampistas est¨¢n muy atr¨¢s, como sucede cuando juega Illarra, entregar el bal¨®n a los puntas resulta m¨¢s dif¨ªcil.
Benzema se prob¨® ayer en el entrenamiento, pero no es seguro que juegue. Su estado aflige a Ancelotti, que lleva d¨ªas arbitrando alternativas en previsi¨®n de un desajuste grave durante el partido. ¡°La cosa m¨¢s presente en este tipo de partidos es el miedo. Hay que preparar bien la t¨¢ctica y estudiar bien al rival. Cuando piensas en lo que tienes que hacer en el campo no tienes tiempo de sufrir ansiedad¡±.
Los problemas f¨ªsicos y reglamentarios de hombres esenciales para el equipo han introducido incertidumbres que ni un maestro de la gesti¨®n de crisis como Ancelotti ha conseguido aplacar. La duda m¨¢s angustiante para todos es la de Benzema. El futbolista sabe que no podr¨¢ recuperarse completamente pero ha pedido infiltrarse. Una inyecci¨®n de analg¨¦sico podr¨ªa salvar su final y, por el camino, a su equipo.
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