Una final ¨²nica
El Real Madrid y el Atl¨¦tico se retan en la primera Copa de Europa que dirimen dos equipos de la misma ciudad Costa y Arda esprintan y Pepe y Benzema tienen en vilo a Ancelotti
Madrid est¨¢ en Lisboa. La m¨ªstica de la Copa de Europa se desbordar¨¢ hoy en la capital portuguesa con una final ¨²nica, una rivalidad vecinal en lo m¨¢s alto. Lo nunca visto, por primera vez dos equipos de una misma ciudad frente a frente por el trofeo de clubes m¨¢s prestigioso del universo. Y no son pocas las grandes capitales que ni siquiera pueden presumir de un trono en esta competici¨®n, caso de Par¨ªs, Roma, Berl¨ªn, Bruselas o Mosc¨², por citar algunas relevantes. De hecho, solo Mil¨¢n tiene en su municipio dos campeones europeos, lo que lograr¨ªa Madrid en caso de victoria del Atl¨¦tico, que disputa su segunda final 40 a?os despu¨¦s. Y lo har¨¢ con un referente celestial al cuello, con un nombre estampado en el cuello de la camiseta, el de Luis Aragon¨¦s, quien m¨¢s cerca le dej¨® de la c¨²spide con aquel gol en Bruselas de 1974 que luego dinamit¨® el quebrantalenguasSchwarzenbeck, aquel inesperado pateador del Bayern M¨²nich. Enfrente, el Madrid, m¨¢ximo icono de la competici¨®n, con lo que ello impone a cualquiera.
Los rojiblancos, en un momento de esplendor, han superado las previsiones m¨¢s optimistas de sus fieles y con la abnegaci¨®n por bandera se han plantado en la final¨ªsima
Los rojiblancos regresan en un momento de esplendor, han superado las previsiones m¨¢s optimistas de sus fieles y con la abnegaci¨®n por bandera se han plantado en la final¨ªsima. Al otro lado, el Real Madrid, el cl¨¢sico de todos los cl¨¢sicos cuando se trata de la Copa de Europa, de la que fue su primer gran mecenas y a la que debe su mito. Antes de la cita de Lisboa, 12 finales y 9 t¨ªtulos le contemplan. Por algo, esta competici¨®n es el elixir de este club, su piedra filosofal. Hasta el punto de que mientras el Atl¨¦tico no quiso perderse esta Liga, el Madrid, tras apear al Bayern, se borr¨® de ella con su obsesi¨®n por el d¨¦cimo t¨ªtulo. Para lo bueno y lo malo, los de Ancelotti llegan con la monoman¨ªa de la Copa de Europa; el Atl¨¦tico, con su gente de fiesta en fiesta, recobrado un orgullo que ha devuelto la gloria al club por encima de c¨®mo se resuelva la intriga lisboeta.
La historia entre ambos es tan incomparable que mientras a unos les desvela la d¨¦cima desde hace doce cursos, otros sue?an con la primera desde que hace cuatro d¨¦cadas se quedaran a un dedo del para¨ªso. Si el pasado es asim¨¦trico, el presente no tanto. Por experiencia individual, solo Casillas, Cristiano Ronaldo y Villa saben lo que es jugar una final de la Champions. Adem¨¢s, el Atl¨¦tico, como ha demostrado en esta Liga o en la Copa del Rey hace un a?o, se ha sacudido el fantasma blanco de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Pase lo que pase en Da Luz, los mosqueteros de Simeone saben que pueden medirse cuerpo a cuerpo con su legendario rival y, en estos tiempos del cholismo nadie ha competido mejor en el d¨ªa clave, fuera en Chamart¨ªn en la pen¨²ltima Copa, en el cara o cruz liguero con el Bar?a del pasado s¨¢bado en el Camp Nou o en las cumbres de la Liga Europa ante el Athletic en 2012 o en la posterior Supercopa frente al Chelsea.
Desde lo futbol¨ªstico, como en todos sus pulsos recientes, se espera un duelo apasionante en el que el Madrid envidar¨¢ con la extraordinaria pujanza de solistas como Cristiano y Bale ante un adversario en el que prevalece la conmovedora solidaridad gremial al servicio de la causa, todos, sin discusi¨®n, con el pico y la pala a destajo. El Atl¨¦tico suele resultar un tabique para los grandes por su trama para negar las grandes virtudes ajenas. Por el contrario, si le toca remar con un gol en contra le cuesta afirmarse, y m¨¢s le costar¨ªa ante un Madrid supers¨®nico con espacios, con el que no cabe discutir a la carrera.
Si a la baja por sanci¨®n de Xabi Alonso se sumara la del franc¨¦s, el Madrid padecer¨ªa en la arquitectura. Son ellos los armadores del juego
El partido llega marcado por las m¨²ltiples magulladuras de unos y otros. Ya en Portugal, Simeone, novato en un reto semejante, no desvel¨® si contar¨¢ con las bazas de Diego Costa y Arda, pero s¨ª subray¨® que sus posibles relevos ya saben qui¨¦nes ser¨¢n. Los dos tocados se entrenaron y, milagro, hasta esprintaron ayer con el grupo en el ¨²ltimo ensayo. Ancelotti, ganador de cuatro Copas de Europa ¡ªdos como jugador y otras dos como t¨¦cnico¡ª, lleva d¨ªas en vilo con Cristiano y, sobre todo, con Pepe y Benzema. Sobre estos dos ¨²ltimos, el italiano no decidir¨¢ hasta el ¨²ltimo instante. De jugar, ninguno lo har¨¢ en plenitud. Si a la baja por sanci¨®n de Xabi Alonso se sumara la del franc¨¦s, el Madrid padecer¨ªa en la arquitectura. Son ellos los armadores del juego. El tolosarra con las primeras notas, el galo en la partitura final. Illarra, e Isco si debiera tomar el relevo de Benzema, tendr¨ªan que apa?¨¢rselas ante un medio campo colchonero que es una jungla, su l¨ªnea m¨¢s s¨®lida.
Con Lisboa madrile?alizada por completo, empapelada con el blanco y el rojiblanco por una invasi¨®n que ya se dejaba notar ayer en sus buc¨®licas calles, esta in¨¦dita Copa de Europa tiene un ¨²nico destino para dos equipazos vecinos. A disfrutar en paz.
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