Espa?a contra la fatalidad
El seleccionador Vicente Del Bosque combate el pesimismo en una selecci¨®n que sigue siendo la de mayor potencial pese a las lesiones y el cansancio de sus pilares
No hay selecci¨®n con el potencial de Espa?a ni el plano individual ni en el colectivo, como ha quedado acreditado un d¨ªa tras otro en la clasificaci¨®n de la FIFA en los ¨²ltimos a?os. Y, sin embargo, cierto fatalismo se cierne sobre La Roja camino de Brasil al recordar que ninguna selecci¨®n europea ha vencido un Mundial en Am¨¦rica y que ning¨²n campe¨®n ha repetido t¨ªtulo desde Brasil en 1958 y 1962. Las lesiones de ¨²ltima hora (Navas, excluido, y Diego Costa, indultado sobre la campana) y el cansancio acumulado durante lustros por algunos de los pilares de la selecci¨®n (Xavi, Xabi Alonso y Villa) alimentan las teor¨ªas de los pesimistas sobre el fin de una ¨¦poca triunfal para Espa?a, inigualable campe¨®n de dos Eurocopas y una Copa del Mundo con un estilo propio e imborrable.
A 10 d¨ªas para arrancar el Mundial de Brasil, solo Argentina tomar¨ªa la delantera sobre los hipot¨¦ticos favoritos con un ataque de ensue?o (Messi, Higua¨ªn y Ag¨¹ero), limitado por sus carencias estructurales en el centro del campo y en la defensa. M¨¢s sobria y compensada, Espa?a llega a la cita ba?ada en oro tras haberse proclamado sus principales equipos vencedores de la Champions y de la Liga Europa, por mucho que el seleccionador, Vicente del Bosque, solo haya convocado jugadores de los tres grandes (Bar?a, Atl¨¦tico y Real Madrid), adem¨¢s de haber reclutado a 10 emigrantes que tambi¨¦n han coleccionado Ligas en sus respectivos destinos: Silva, la Premier en Inglaterra, Javi Mart¨ªnez, la Bundesliga en Alemania, y Reina y Albiol, la Copa italiana.
La baja de Navas ha escocido al seleccionador, sin margen para suplirlo
En Corea y Jap¨®n 2002, Espa?a solo contaba con un futbolista fuera de su Liga, Mendieta en el Lazio, se?al de un periodo de complejos superados por las vivencias de los espa?oles en extranjero, desde el juvenil Cesc F¨¤bregas a los 17 a?os en Londres hasta el ¨²ltimo, el veterano Villa, franquicia del New York City a partir del pr¨®ximo curso.
Entre lo justo y lo necesario, Del Bosque ha caminado sobre el alambre en las ¨²ltimas jornadas tratando de encontrar el punto de equilibrio en la lista de los 23 elegidos. La convocatoria es continuista: solo hay cinco novedades respecto a la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012, y, de las cinco, solo Koke y Diego Costa representan una inyecci¨®n de vitalidad (Villa vuelve tras haber estado lesionado en aquella ocasi¨®n, Azpilicueta ocupa el hueco de Arbeloa, y De Gea, testimonial, el del lesionado V¨ªctor Vald¨¦s).
Solo Diego Costa y Koke representan una verdadera inyecci¨®n de vitalidad para la selecci¨®n espa?ola
A fin de evitar morir del ¨¦xito en la Eurocopa de Austria y Suiza 2008, Del Bosque convoc¨® para el Mundial de Sud¨¢frica 2010 a tres chavales ¡ªPiqu¨¦, Busquets y Pedrito¡ª que resultaron decisivos en la final de Johannesburgo. Excluy¨® a dos colosos de aquella victoria en Viena, uno por la avanzada edad, el mediocentro Senna, y otro recuper¨¢ndose de una hernia de disco, Cazorla. Fue desgarrador para ambos, especialmente para el hispano-brasile?o, pero La Roja sali¨® reforzada y rejuvenecida. Aument¨® la competencia. En esa l¨ªnea, Del Bosque dispon¨ªa de Thiago Alc¨¢ntara y de Jes¨¦ para revitalizar a la selecci¨®n camino de Brasil 2014, pero cayeron lesionados antes de la convocatoria. El otro joven del tri¨¢ngulo de promesas, Isco, no convenci¨® al seleccionador.
La baja de Navas ha escocido especialmente a Del Bosque, sin margen para haber colocado a un extremo de sus caracter¨ªsticas (Deulofeu) en la lista de 30. La baza de Costa parece determinante para bien o para mal, un recurso ante los rivales m¨¢s fuertes por su exuberancia f¨ªsica y su car¨¢cter indomable. Aun as¨ª, Del Bosque sigue convencido de la fluidez de jugar con falso nueve, como ante Bolivia. Alternaron Silva y Cesc F¨¤bregas en esa posici¨®n y La Roja recuper¨® la distinci¨®n de sus mejores momentos en la pasada Eurocopa. El bal¨®n circul¨® con precisi¨®n a la velocidad de la luz. Cesc se crece al calor de la selecci¨®n y Silva, tras una temporada muy s¨®lida en el Manchester City, deber¨ªa, junto a Iniesta, tomar el relevo de Xavi. Contra los malos augurios, Espa?a tiene razones para el optimismo.
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