La revoluci¨®n de Italia
Prandelli se las ingenia para que su selecci¨®n practique un f¨²tbol sofisticado con una zaga pesada y tosca
Dicen sus numerosos cr¨ªticos que Cesare Prandelli ha traicionado la tradici¨®n del f¨²tbol italiano. Afirman que su insistencia en la posesi¨®n del bal¨®n es un artificio de la vanidad, un intento fr¨ªvolo por suprimir una tradici¨®n de renuncia a la pelota y contragolpe que se denomina gen¨¦ricamente catenaccio y que ha permitido a Italia conquistar cuatro Copas del Mundo y ponerse a la altura de Alemania y Brasil sin tener ni de lejos los mismos recursos. Pero Prandelli no hace caso al rumor de la corriente. Como L?w en Alemania, pero con mucho menos apoyo, ha emprendido un camino de regeneraci¨®n. Cree que el viejo calcio?merece ser enriquecido con una organizaci¨®n m¨¢s sofisticada.
Debemos mejorar la capacidad de verticalizar, para que Candreva y Marchisio se encuentren con m¨¢s frecuencia en la posici¨®n justa"
Lo que sus cr¨ªticos pasan por alto son los profundos rasgos italianos de la misi¨®n de Prandelli. Si el f¨²tbol italiano se ha caracterizado por la explotaci¨®n m¨¢xima de recursos en ¨¦poca de miseria, el t¨¦cnico de Brescia, de 57 a?os, es un maestro de su especie. El s¨¢bado, en el partido m¨¢s grandioso que se ha disputado en este Mundial, en Manaos contra Inglaterra, el seleccionador de Italia consigui¨® que su equipo emocionara al p¨²blico elaborando jugadas con buen gusto sin tener apenas jugadores para eso. Las lesiones de Maggio y De Sciglio dejaron al equipo sin sus mejores laterales, Boniucci lleg¨® fuera de forma, Montolivo se lesion¨® antes de viajar a Brasil, y Buffon se dobl¨® el tobillo en Rio y no pudo jugar. La coincidencia de infortunios conspir¨® contra el equipo y el estilo que pretende introducir su seleccionador. Pero Prandelli, con un grupo de defensas pesados que a cualquiera le habr¨ªan echado atr¨¢s, se sali¨® con la suya.
Acomod¨® a Chiellini en el lateral izquierdo, a Darmian en el derecho, y al argentino naturalizado Paletta junto a Barzagli en el centro de la defensa. Era dif¨ªcil atisbar en esa zaga jugadores ligeros, capaces de salir jugando con precisi¨®n. Pero Prandelli los hizo iniciar cada maniobra triangulando con Sirigu, el portero suplente. Incluso cuando los presionaron en su campo con Sturridge, Sterling y Rooney, la mejor delantera inglesa en d¨¦cadas. Nadie rompi¨® filas. Nadie rif¨® una pelota. Todos estaban evidentemente convencidos por un visionario. ¡°En la defensa tenemos jugadores con una buena habilidad t¨¦cnica¡±, argument¨®, al acabar el partido. ¡°Obviamente no tienen t¨¦cnica de centrocampistas pero saben qu¨¦ hacer. Cuando se habla de organizaci¨®n se habla de esto. No se puede improvisar la iniciaci¨®n de las jugadas si no se ha probado. Ning¨²n equipo se lo puede permitir, a menos que tengas jugadores extraordinariamente dotados t¨¦cnicamente. Pero incluso as¨ª, todos los equipos deben hacer pruebas, y nosotros hemos probado para darle seguridad a los jugadores que tienen esta capacidad¡±.
Italia gan¨® su ¨²ltimo Mundial con Cannavaro y Nesta, dos centrales cuya categor¨ªa no encuentra parecido en la plantilla actual. En el equipo de 2006 Gattuso ejerci¨® de medio defensivo, escoltado por Perrotta y Camoranesi, que eran dos galgos, y a pesar de contar con Pirlo el equipo no administr¨® la pelota con tanta precisi¨®n en el inicio de las jugadas. La tradici¨®n de desituar a dos y hasta tres volantes defensivos, y desconfiar de los centrocampistas m¨¢s finos, formaba parte de una pr¨¢ctica que en Italia se relacion¨® con una suerte de identidad patri¨®tica. El s¨¢bado Prandelli insisti¨® en apartarse de esa l¨ªnea y puso a De Rossi, un jugador bastante claro, como ¨²nico pivote. Lo acompa?¨® con Pirlo y Verratti, dos hombres con esp¨ªritu de medias puntas; por la izquierda les sum¨® a Marchisio, un llegador con buen sentido de los tiempos, y por la derecha aline¨® a Candreva, un extremo puro. ¡°Esta noche¡±, dijo el t¨¦cnico, satisfecho tras la victoria, ¡°hemos comprobado que pocos equipos pueden poner la calidad que nosotros hemos puesto en el centro del campo. Tenemos que insistir y mejorar los movimientos entre l¨ªneas¡±.
No se puede improvisar la iniciaci¨®n de las jugadas si no se ha probado"
La mejor Inglaterra que se ha visto en a?os se parti¨® por el medio y no encontr¨® el modo de desembarazarse del entramado italiano y acab¨® rendida (2-1). ¡°Pensamos en meter a Pirlo, De Rossi y Verratti en el mediocampo para tener superioridad num¨¦rica¡±, expuso Prandelli. ¡°Pero debemos mejorar la capacidad de verticalizar, para que Candreva y Marchisio se encuentren con m¨¢s frecuencia en la posici¨®n justa. Planeamos el partido pensando que all¨ª podr¨ªa estar la soluci¨®n¡±.
Parandelli record¨® que la vieja cultura de resistencia al desaliento del f¨²tbol italiano estaba presente de alguna manera en su modelo futurista. ¡°Este equipo es maravilloso porque ha sufrido durante a?os¡±, record¨®. ¡°Ese sufrimiento es un don. La capacidad de sufrimiento es el don de un jugador y de un equipo. La profesionalidad, en cambio, es una virtud que hay que cultivar. Y en este sentido los jugadores han estado extraordinarios¡±.
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