Un centenario entre debates
Brasil tiene que certificar ante Camer¨²n la clasificaci¨®n a octavos en su partido 100 en la Copa del Mundo
La amplitud de las avenidas sobre las que se articula la transmisi¨®n de espacio abierto y futurista que destila la predominante arquitectura de ?scar Niemeyer refuerza la artificialidad de Brasilia, inaugurada en 1960 para ejercer de capital administrativa. En las primeras horas de la ma?ana, la ciudad amanece fantasmal, despoblada, como si los 2,5 millones de habitantes se hubieran petrificado en la multitud de torres de dise?o que dibujan su moderno skyline. El autob¨²s que transporta a Brasil circula por una de esas arterias semidesiertas de ocho carriles hasta detenerse en su lujoso hotel de residencia, donde parece haberse concentrado toda la vitalidad capitalina para recibir a Scolari y sus muchachos.
Hasta el jueves, la megal¨®polis levantada sobre una amplia meseta estaba invadida por colombianos y suizos que han sido reemplazados por miles de brasile?os llegados de todas partes. La organizaci¨®n asegura que el 92% de las localidades ha sido adquirida por la torcida. Al contrario que en Fortaleza, donde los mexicanos terminaron por imponerse en el juego y en el ruido de las gradas, el estadio Man¨¦ Garrincha tendr¨¢ una masiva presencia local que pretende asistir a la clasificaci¨®n de Brasil para octavos de final del campeonato. Un empate con la devastada y pol¨¦mica Camer¨²n le valdr¨ªa, e incluso una derrota siempre que M¨¦xico venciera a los croatas. Solo se contempla un cataclismo local si Camer¨²n venciera a Brasil por dos goles m¨¢s de los que Croacia derrotara a los mexicanos.
Desde que La Canarinha se europeiz¨®, el debate del juego permanece
Con un rival destruido por sus guerras internas no se contempla la tragedia en el que ser¨¢ el partido 100 de Brasil en una Copa del Mundo, aunque algunos futbolistas brasile?os como David Luiz hablen "de una final". "Querr¨¢n ganar porque para ellos ser¨¢ hacer historia", advierte el central del Par¨ªs Saint Germain.
En la mayor¨ªa de esos 99 partidos en los mundiales, Brasil escribi¨® una historia fant¨¢stica, incluido el Maracanazo, que la convirti¨® en el pa¨ªs del f¨²tbol. Desde que Brasil dej¨® de ser Brasil para europeizarse esa historia emerge por comparaci¨®n en cada Mundial. En este, la falta de juego en los dos primeros partidos ha abierto el debate de la necesidad de contar con un centrocampista armador. Los iconos hist¨®ricos repiten en los medios los nombres de Zizinho, Jair, Did¨ª, Gerson, S¨®crates o Ronaldinho. "Falta un creativo en el medio como Ronaldinho", se ha lamentado Pel¨¦. "Scolari no tiene riqueza t¨¢ctica, los cambios son siempre los mismos y falta imaginaci¨®n", ha denunciado el propio Gerson. "Desde hace tiempo los entrenadores brasile?os han optado por jugar con m¨¢s volantes defensivos que creativos", asevera Pepe.
El cr¨ªtico debate chirr¨ªa cada d¨ªa en los o¨ªdos de Scolari y de sus jugadores. "Soy tan perfeccionista como nuestros aficionados, quiero siempre mejorar. La gente prefiere ganar dando exhibiciones y marcando muchos goles, pero si no se puede, lo importante es ganar. Solo se recuerda a los campeones", defiende Dani Alves.
Eto¡¯o puede despedirse por la puerta falsa tras cuatro Mundiales
El seleccionador brasile?o recupera a Hulk, ausente por lesi¨®n ante M¨¦xico. El s¨¢bado le entreg¨® el peto de titular y le situ¨® en la banda derecha del ataque, su lugar habitual, que le permite poner en pr¨¢ctica su terror¨ªfico disparo lejano, una de las demandas que Felip?o les exige a sus jugadores. Frente a Croacia, Hulk jug¨® a la izquierda para tapar las subidas de Srna. Su regreso significa la suplencia de Ramires, inocuo y torpe el d¨ªa de M¨¦xico, y que ?scar pueda ayudar m¨¢s en la construcci¨®n de un juego muy plano y previsible hasta el momento. Tambi¨¦n parece que Scolari mantendr¨¢ a Fred y a Paulinho, los dos jugadores de La Canarinha m¨¢s discutidos. El primero por inoperante en ataque y el segundo por no mostrar el poder¨ªo como llegador desde la segunda l¨ªnea que ense?¨® en la Copa Confederaciones.
El duelo tambi¨¦n puede significar el ¨²ltimo partido de Samuel Eto'o tras cuatro Mundiales a sus espaldas. Lesionado y cuestionado en su pa¨ªs por su pelea con los dirigentes por las primas, lo que retard¨® un d¨ªa la llegada de Camer¨²n a Brasil, es duda. Si juega, tratar¨¢ de lavar una imagen que merec¨ªa un final como mundialista m¨¢s acorde con su trayectoria.
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