Una derrota ¨¦pica
Una conmovedora Argelia fuerza la pr¨®rroga ante una Alemania al l¨ªmite y a la que espera Francia
Si el f¨²tbol es mundial es por partidos como el despachado por alemanes y argelinos. Si el cartel pod¨ªa hacer pensar en que Alemania se dar¨ªa un pase¨ªllo con el abanico, solo era un espejismo. El desparpajo de Argelia fue conmovedor. Un desacato en toda regla. La selecci¨®n africana acept¨® cada reto que le propuso su hidalgo rival, al que tuvo en vilo hasta la pr¨®rroga tras un encuentro repleto de intrigas, con los dos porteros a destajo, sin tiempos muertos ni zarandajas. Un modesto gigante como Argelia fue un hueso para una superpotencia forzada a apretarse las clavijas para avanzar por los pelos a unos cuartos de final donde le espera Francia. Para Argelia, el reconocimiento y admiraci¨®n general. El f¨²tbol tambi¨¦n se reserva honores para los vencidos con gloria.
Alemania se vio ante calvario que no esperaba. Su t¨¦cnica y distinguida columna de centrocampistas no era capaz de dar geometr¨ªa al juego. Argelia era un avispero, todos picaban a quien pretend¨ªa anudar la pelota. Futbolistas de pincel como Lahm, Schweinsteiger, Kroos, ?zil y G?tze estaban neutralizados, borrosos como nunca con el bal¨®n. No hab¨ªa respiro ni para los centrales germanos, porque el equipo africano tuvo hasta el descaro de imponer una presi¨®n alta. Sin Hummels, con gripe, Mertesacker y Boateng son de los que se defienden a palos con la pelota, m¨¢s si se les acogotan.
Conmocionada Alemania, la fresca selecci¨®n argelina iba de cara y de cara, sin trampas ni miramientos. Un do de pecho. Amenazaba Slimani, al que anularon bien un gol por media u?a en fuera de juego, y Feghouli, que se nubl¨® cuando ten¨ªa a un compa?ero solo para dejar el bal¨®n en la red, y Ghoulam, que despeg¨® por su lateral izquierdo y su disparo cruzado pein¨® el poste izquierdo de Neuer, y Sbaa, al que le desviaron un pase a gol desde fuera del ¨¢rea. La gente se frotaba los ojos y para el meta alem¨¢n no hab¨ªa descanso, obligado a plantarse como defensa libre una y otra vez. Hace tiempo que en Alemania ya es historia el poner a un defensa escoba como en su d¨ªa se buscaron el retiro Beckenbauer, Matthaeus o Sammer. La figura reapareci¨® con Neuer.
En el primer tramo, Alemania solo era capaz de dar con una p¨®cima. El bombardeo lejano era su ¨²nico remedio. La defensa adversaria era impermeable, pero M'Bolhi, su guardameta, no blocaba del todo y conced¨ªa segundas jugadas. Un alem¨¢n tras otro le puso a prueba. El grupo de L?w no encontraba otra hoja de ruta, el ¨¢rea le estaba vedada. El t¨¦cnico alem¨¢n tom¨® buena nota y al descanso relev¨® a G?tze por Sch¨¹rrle. Un delantero por vocaci¨®n en vez de uno ocasional. Con el cambio, los germanos mejoraron en pujanza, en cargas al ¨¢rea, donde fueron ganando metros y oportunidades. Ni as¨ª se afloj¨® Argelia, que, en el segundo acto, s¨ª tuvo una gran respuesta de su portero. Sobre todo, tras un zapatazo de Lahm y un cabezazo a bocajarro de M¨¹ller, protagonista de la cantinflada del Mundial al caer solo de rodillas en una jugada de estrategia.
De principio a fin, el conjunto de Halilhodzic fue gremial para el ataque y la defensa. Cerraban todos los que pod¨ªan y se desplegaban cuantos resist¨ªan el traj¨ªn, que eran un pelot¨®n. Nada de cicater¨ªa, nada que ver con esos equipos que disimulan su inferioridad con un delantero abandonado a su suerte. Nunca especul¨®, ni si quiera hizo lo posible porque el tiempo menguara hacia una pr¨®rroga o los penaltis. Se vio tan capaz del triunfo como la imponente Alemania. Los de L?w no pudieron resoplar ni con el gol de Sch¨¹rrle al inicio del tercer tiempo, pues Sbaa estuvo luego cerca del empate. A¨²n quedaba trama.
El tanto alem¨¢n estuvo a la altura de un muy buen partido: un fenomenal taconazo cuando el bal¨®n asistido por M¨¹ller ya le hab¨ªa superado. Parec¨ªa que solo ante un gran golazo se doblegar¨ªa esta estremecedora Argelia, a la que a pecho descubierto tambi¨¦n se daba por sentado que hab¨ªa remachado ?zil. No se?or. Djabou hizo sufrir a Alemania hasta la ¨²ltima cent¨¦sima. Con equipos as¨ª, hay derrotas ¨¦picas.
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