Lahm es inteligente, pero no mediocentro
Alemania en este Mundial va dando bandazos, no sabe a qu¨¦ quiere parecerse, en parte porque el del Bayern juega a disgusto
HACIA D?NDE IR
Alemania sigue transform¨¢ndose. Se intuye camino de algo pero sin una clara definici¨®n. No es la selecci¨®n que hist¨®ricamente trituraba rivales, ni vira definitivamente a la orquesta espa?ola que tanto le hizo da?o. Admira el estilo espa?ol, pero no lo suficiente como para seguir esos pasos. A L?w parece gustarle que el centro del campo sea un motivo de reuni¨®n, falseando con el 9 cl¨¢sico alem¨¢n de toda la vida postergado en pies de M¨¹ller y contralando el juego desde la base de una buena posesi¨®n. Pero en este Mundial va dando bandazos. Ya no se sabe a qui¨¦n quiere parecer. Ni empuja como Alemania ni propone como quienes m¨¢s da?o le infligieron ense?ando un camino de ¨¦xitos y bonanzas. Guardioliz¨® la idea de Lahm como organizador, sin conseguir un fluidez en la transici¨®n. En parte porque Lahm ¡ªcon todo el respeto a Pep en la discusi¨®n de su idea¡ª es inteligente, pero no un medio centro. Es como alinearle con un par de botas dos tallas m¨¢s peque?as. Juega apretado. O porque la identidad de esa clase de jugador que siempre magnific¨® su presencia en la eterna Alemania es un tipo de jugador m¨¢s parecido a Schweinsteiger con la ayuda de Kroos, pero entiendo que nunca de un lateral reconvertido al eje de las operaciones. Para ello se necesita algo m¨¢s que saberse la lecci¨®n. Ante Francia, Lahm jug¨® de lateral y todos creyeron m¨¢s, aunque no mucho m¨¢s. Son alemanes entre la cautela general.
Deschamps ha devuelto el gusto por el ataque, aunque no encuentra centrocampistas de peso
AZUL FRANCIA
Uno de los colores que aprend¨ª desde peque?o era el azul Francia. Ahora es azul Francia pero de rugby. Oscuro y de otro deporte, pero no extra?o y me sigue gustando. Creo que los franceses ha dejado poso y base para el futuro. No son el equipo poderoso que tanto disfrut¨® quien hoy les dirige en una ¨¦poca gloriosa, con una generaci¨®n de jugadores que complementaron a Zidane; pero, paso a paso, se ir¨¢n acercando a algo que imita aquella idea. Han estado bien sin cohetes y miran el futuro con optimismo. Deschamps ha devuelto el gusto por el ataque, aunque no encuentra centrocampistas de peso y jerarqu¨ªa todav¨ªa que conecten con la base nodriza. En ello est¨¢n. Pogba es joven y disperso, aunque emergente y bueno de verdad. Matuidi es noble en el esfuerzo, pero ofuscado en el tramo final. Cabaye es un hombre para todo y de buena tertulia para acompa?ar. Benzema parece un adulto al lado de todos ellos. Tienen el progreso a sus pies.
A BALON PARADO
Dos goles de dos centrales. Dos goles de bal¨®n parado. Thiago Silva y David Luiz personalizan la militarizaci¨®n del samb¨®dromo. Brasil sac¨® lustre a un c¨®rner y cerr¨® el espacio a¨¦reo. S¨®lo con el pasaporte diplom¨¢tico en libre circulaci¨®n de Neymar agit¨® el campo de combate, en el que los colombianos timidamente plantaban flores en vez de minas anti f¨²tbol. Oscar ahogaba su pena en la melancol¨ªa del genio triste, paseando sin destino. Ese es su sino en la Pentacampeona. Vivi¨® de ese gol hasta el otro del libre directo, donde el estiloso golpeo del otro central salvador encontr¨® acomodo en las jornadas de puertas abiertas que propici¨® Ospina y su vuelo sin motor. Cuando los chicos de P¨¦kerman se desperezaron al toque de diana de James, las semifinales ya estaban anunciadas en el cartel; Colombia no figuraba entre los contendientes.
Brasil quiz¨¢s gane o quiz¨¢s no, pero personalmente ¡ªeso no le importar¨¢ a nadie, s¨®lo a m¨ª y mis consecuencias¡ª no les admirar¨¦
Cuesta creer que quien m¨¢s acerc¨® este juego a Europa y la llen¨® de admiradores siga su camino creyendo que la Copa Mundial en el horizonte es suficiente justificaci¨®n para demacrar tanta historias de admiraci¨®n. Quiz¨¢s ganen o quiz¨¢s no, pero personalmente ¡ªeso no le importar¨¢ a nadie, s¨®lo a mi y mis consecuencias¡ª no les admirar¨¦. Tengo otros gustos y otras puestas en escenas tan resultadistas ¡ªhacen campeones de igual manera¡ª, pero que no cuentan historias de piratas. Aquellos que siempre mostraron c¨®mo hacer goles moviendo el bal¨®n por el c¨¦sped, hoy lo detienen para ganar. Que conste que tambi¨¦n vale.
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