El ¡®big data¡¯ llega al f¨²tbol

Cada vez son m¨¢s lo que perciben en Estados Unidos el f¨²tbol casi como si fuera una pr¨¢ctica emp¨ªrica, alejada de la apasionada variabilidad. Tras hacerse un hueco en el mundo de las empresas, la pol¨ªtica y los principales deportes estadounidenses, el creciente inter¨¦s por el big data ha llegado al soccer y puede revolucionar a nivel mundial el modo de tomar decisiones de los entrenadores.

Mediante un sinf¨ªn de estad¨ªsticas en bruto, hay expertos que analizan absolutamente cada detalle de un partido de f¨²tbol, desde los m¨¢s cl¨¢sicos -como los goles, los pases acertados o las tarjetas- hasta otros mucho m¨¢s elaborados -cada cu¨¢ntos disparos a puerta acaban en gol, la distancia desde la que se efect¨²an o el grado de dependencia que tiene un jugador de las asistencias de sus compa?eros de equipo para lograr marcar.

Uno de estos estudiosos es Benjamin Morris, investigador y redactor de deportes en el portal Five Thirty Eight, asociado con el gigante televisivo de deportes ESPN y creado por Nate Silver, el periodista que revolucion¨® en 2012 los pron¨®sticos electorales gracias a su an¨¢lisis de encuestas en The New York Times. A principios de julio, antes del partido de octavos de final del Mundial entre Argentina y Suiza, public¨® un extenso art¨ªculo en el que argumentaba, con profusi¨®n de detalles, por qu¨¦ Lionel Messi es el mejor futbolista del mundo. ¡°Si no analizas todos los datos, te pierdes una gran parte de la trama. No te permite adoptar mejores decisiones¡±, afirma Morris en conversaci¨®n telef¨®nica.

A partir del mar de estad¨ªsticas de todos sus partidos en el Barcelona y en la selecci¨®n argentina tras el Mundial de 2010, el experto concluye que ¡°Messi es imposible¡±. Un incre¨ªble caso aparte.

El an¨¢lisis estad¨ªstico es esencial en equipos de baloncesto, b¨¦isbol y f¨²tbol americano

¡°No es posible chutar con m¨¢s eficiencia desde fuera del ¨¢rea que muchos jugadores desde dentro, liderar en el mundo los goles a larga distancia y en disparos flojos, o marcar igual de bien en jugadas sin asistencia como los mejores futbolistas lo hacen en jugadas con asistencia¡±, escribe en su art¨ªculo. Pero para Morris lo m¨¢s sorprendente es el ¡°alocado¡± amplio margen de diferencia en esta retah¨ªla de datos entre Messi y sus rivales. El segundo mejor clasificado es su archirrival en la liga espa?ola, Cristiano Ronaldo.

Morris lleva cuatro a?os sumergido en el big data, pero ha sido recientemente cuando ha notado un mayor inter¨¦s por la disecci¨®n estad¨ªstica entre las empresas que recopilan informaci¨®n, los medios de comunicaci¨®n y el p¨²blico en general. En el caso de Five Thirty Eight, han registrado un incremento significativo de lectores en los art¨ªculos sobre el Mundial de Brasil, lo que le lleva a pensar que, si se diera mayor relevancia a los datos, el soccer atraer¨ªa a m¨¢s aficionados en EE UU. ¡°Sinceramente creo que no es tan popular respecto a otros deportes porque los cuadros de estad¨ªsticas son muy pobres. El pasatiempos americano es el b¨¦isbol y para mucha gente lo es no necesariamente por ver los partidos sino por mirar al d¨ªa siguiente las estad¨ªsticas¡±, sostiene.

El an¨¢lisis de datos, explica Morris, ha sido muy ¨²til en equipos de b¨¦isbol como los Redsox, pero tambi¨¦n ha conquistado a los Patriot de la NFL, o los Mavericks de la NBA. ¡°Sin duda funciona. Por eso, se utilizan¡±, dice. El ejemplo de la pel¨ªcula Moneyball, basada en el libro del mismo t¨ªtulo y que giraba en torno a la figura de Billy Beane, el entrenador de Oakland, es cada d¨ªa m¨¢s un reflejo de la rutina de los equipos y menos una an¨¦cdota a la que entrenadores, jugadores y analistas miran desde lejos.

Morris asegura que pr¨¢cticamente cada equipo de la NBA cuenta con una divisi¨®n de an¨¢lisis. Su presencia se intensifici¨® a partir de la temporada 2011 - 2012, cuando la liga profesional de baloncesto accedi¨® a la instalaci¨®n de c¨¢maras especializadas en la mayor¨ªa de los estadios. ¡°La revoluci¨®n m¨¢s importante en a?os¡± en la NBA, seg¨²n la revista online Grantland. Los dispositivos graban todos los movimientos en la pista, la velocidad, los tiros, la efectividad y hasta las direcciones que toma el bal¨®n. Una avalancha de datos listos para ser diseccionados queda en manos de los entrenadores y sus analistas.

Un portal estadounidense dedica 4.700 palabras, 17 gr¨¢ficos y un v¨ªdeo a declarar que ¡°Messi es imposible¡±

Grantland, asociada con ESPN, consigui¨® acceso el a?o pasado al laboratorio de datos de los Toronto Raptors. Este equipo es pionero en el estudio de an¨¢lisis para incorporar cada lecci¨®n a su estrategia. El sistema inform¨¢tico permite ver, por ejemplo, el ataque de los Raptors contra una defensa ¡°fantasma¡± que siempre responde a la perfecci¨®n. As¨ª, entrenadores y jugadores descubren huecos, distancias y oportunidades que escapan al ojo humano incluso despu¨¦s de ver las im¨¢genes a c¨¢mara lenta.

El margen para la completa incorporaci¨®n de estos programas, como detalla Grantland, es todav¨ªa enorme. Muchos de los entrenadores consultados aseguraron que los datos solo corroboran lo que ellos ya saben, temerosos quiz¨¢ de que un ordenador acabe rob¨¢ndoles protagonismo. A pesar de su perfecci¨®n matem¨¢tica, el sistema de los Raptors no ha conseguido, por ejemplo, convencer a los t¨¦cnicos de que adopten una estrategia m¨¢s valiente con los triples. ¡°Los entrenadores prefieren un porcentaje de 42% en aciertos de dos puntos, que un 28% en triples¡±, se lamenta uno de los analistas entrevistados.

Detr¨¢s de ese escepticismo est¨¢ tambi¨¦n el de muchos cr¨ªticos y aficionados que aseguran que ning¨²n dato podr¨¢ explicar la magia detr¨¢s de los saltos interminables de Michael Jordan, todos los elementos que hacen que el resto a un saque a m¨¢s de 100 km por hora aterrice exactamente en la l¨ªnea de fondo o el da?o que hace el drive liftado de Rafa Nadal sobre la tierra de Roland Garros. El reto no ha detenido a los creadores de Five Thirty Eight. Despu¨¦s de dedicar 4.700 palabras, 17 gr¨¢ficos y un v¨ªdeo a declarar que ¡°Messi es imposible¡±, esta semana intentaron compararle con Pel¨¦ o Maradona (es mejor que el segundo, pero quiz¨¢s no el primero, concluyen).

La gran inc¨®gnita es si los entrenadores de Messi y de sus equipos rivales conocen, con el infinito detallismo del art¨ªculo de Morris, todos estos puntos fuertes del delantero argentino. Y si a medio plazo el an¨¢lisis del big data no se limitar¨¢ al periodismo y lograr¨¢ hacerse un hueco a nivel mundial en la sala de estrategias de los clubs de f¨²tbol, lo cual podr¨ªa ser revolucionario, como ya lo ha sido en otros deportes en EE UU. Fuera de este pa¨ªs tambi¨¦n hay otros relevantes estudiosos, como Natxo Palacios-Huerta, catedr¨¢tico de econom¨ªa en la prestigiosa London School of Economics, que ha analizado la ciencia detr¨¢s de los lanzamientos de penaltis.

Y como era de esperar, en Five Thirty Eight han recorrido a sus f¨®rmulas matem¨¢ticas, que declinan revelar, y a estad¨ªsticas para lanzarse a hacer un pron¨®stico sobre qui¨¦n ganar¨¢ el Mundial. Buceando en una ampl¨ªsima base de datos de ESPN, antes del inicio del torneo el portal elabor¨® un ¨ªndice de probabilidades mediante un cruce de variables, como los resultados de una selecci¨®n en los ¨²ltimos a?os, y factores adicionales, como los antecedentes hist¨®ricos que daban una supuesta ventaja a Brasil por jugar en casa. Su pron¨®stico era que el combinado brasile?o ten¨ªa un 45,2% de opciones de alzarse con la copa, muy por delante de los restantes favoritos: Argentina (12,8%), Alemania (10,9%) y Espa?a (7,6%). En cambio, a Holanda solo la consideraban la und¨¦cima favorita, con una escas¨ªsima opci¨®n del 0,9%.

Es decir, acertaron con el segundo o el tercer favorito. Aunque en la semifinal contra Brasil estimaron que Alemania apenas ten¨ªa un 35% de posibilidades de pasar a la final, todo lo contrario de lo aplastante que fue el marcador. Ante el partido del domingo, han intercambiado la ventaja de antes del inicio del Mundial y ahora dan a los germanos un 63% de posibilidades frente al 37% de los argentinos. ?Acertar¨¢ Five Thirty Eight?