Se?or juez, no fue penalti
Si se sienta un precedente judicial con el Murcia, los clubes puede sentirse tentados de dejar de pagar otra vez
El conflicto del Real Murcia ha sacado a pasear los viejos fantasmas del f¨²tbol espa?ol. No es la primera vez que un club que se ha visto descendido por una norma administrativa se rebela contra la medida y saca a sus jugadores y a su afici¨®n a la calle para revertir la situaci¨®n. Ya ocurri¨® hace casi 20 a?os cuando Celta y Sevilla convocaron manifestaciones multitudinarias, y provocaron que las autoridades deportivas dieran marcha atr¨¢s. La diferencia ahora es que el Murcia se ha ido adem¨¢s a los tribunales, es decir, ha subido el ¨²ltimo escal¨®n, judicializando el caso.
Para comprender el debate es preciso primero olvidarse de los argumentos colaterales que esgrime el Murcia, como la presunta enemistad entre el due?o del club, Jes¨²s Samper, y el presidente de la Liga de F¨²tbol Profesional (LFP), Javier Tebas, y centrarse en el meollo del conflicto, que es puramente financiero.
La LFP tom¨® la decisi¨®n de no inscribir al Murcia por incumplir unos estatutos que exigen a los clubes que forman parte de esa organizaci¨®n que demuestren un m¨ªnimo de solvencia. El Murcia vulner¨® esos requisitos y no solo eso sino, lo que es mucho m¨¢s grave porque nos ata?e al resto de contribuyentes, ha incumplido reiteradamente todas sus obligaciones con Hacienda, a la que debe 12,5 millones de euros.
Esos estatutos, aprobados por abrumadora mayor¨ªa de los 42 clubes que forman la LFP, no son un capricho. Son una exigencia para acabar de una vez por todas con el desmadre de una Liga que puede ser la mejor del mundo pero tambi¨¦n la m¨¢s entrampada. Los clubes de Primera y Segunda Divisi¨®n deben la friolera de m¨¢s de 3.600 millones de euros, y 482 millones al fisco.
Los estatutos son una exigencia para acabar de una vez por todas con el desmadre de una Liga que puede ser la mejor del mundo pero tambi¨¦n la m¨¢s entrampada
Dice Samper que los estatutos son como las normas de una comunidad de vecinos, que no pueden estar por encima de la ley, olvidando, primero, que ning¨²n tribunal ha dicho a¨²n que los estatutos de la LFP sean ilegales (solo se han aprobado medidas cautelares). Pero, siguiendo con su s¨ªmil, resulta que el Murcia del se?or Samper es el vecino moroso que se aprovecha de la buena voluntad del resto para no pagar nunca el recibo de la comunidad. Habr¨ªa que recordarle que se ha cambiado la ley de Propiedad Horizontal para permitir el desahucio de los vecinos gorrones.
Si se sienta un precedente con el caso del Murcia, se puede producir un efecto llamada en el f¨²tbol espa?ol. Algunos clubes se volver¨¢n a endeudar por encima de sus posibilidades o dejar¨¢n de pagar a Hacienda y a la Seguridad Social, sabiendo que si la LFP les desciende, pueden irse a un juzgado de guardia a solicitar la suspensi¨®n cautelar de la medida.
Y a¨²n peor. Si se judicializa el f¨²tbol, los clubes pueden ir mas all¨¢, y solicitar a los juzgados la suspensi¨®n de medidas disciplinarias como por ejemplo, la exclusi¨®n de Luis Su¨¢rez de los terrenos de juego. Y alguno incluso puede sentirse tentado de rearbitrar un partido en el que haya habido un gol fantasma o un penalti inexistente. Por eso, la FIFA proh¨ªbe expresamente que se lleven a los tribunales sus decisiones.
Se?or Samper, cumpla la ley y pague el recibo de hacienda como le ha dicho el juez. Lo dem¨¢s, es f¨²tbol.
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