El Bar?a envejece ante el Apoel
El equipo de Luis Enrique, lento y sin nervio, acab¨® defendiendo el 1-0 en su ¨¢rea ¡ñ Los estrenos de en el Camp Nou del portero Ter Stegen y del mediocentro de la casa Samper, ¨²nico puntos de luz
A c¨¢mara lenta y a bal¨®n parado, resolvi¨® el Bar?a un partido que pintaba muy bonito y result¨® muy feo, dif¨ªcil de digerir para la hinchada que acudi¨® al Camp Nou a contar goles de sus delanteros y se tuvo que conformar con un testarazo de su central Piqu¨¦. El f¨²tbol tiene esas cosas. A veces el encuentro m¨¢s sencillo se convierte en el m¨¢s desagradable. Lo malo es contagioso, incluso para Messi, entregado en la pen¨²ltima jugada a Ter Stegen, que celebr¨® su debut con una palomita m¨¢s espectacular que cualquiera de los remates del Barcelona.
La condici¨®n de imbatido es el mejor aval para el Bar?a. El juego, en cambio, es todav¨ªa discontinuo, a veces vigoroso y efectivo y en ocasiones plano y chato, como ayer ante el Apoel. El equipo m¨¢s joven, inspirado en la cantera, mostr¨® un f¨²tbol envejecido, como si los azulgrana hubieran retrocedido en el tiempo, lentos e inofensivos, expuestos a cualquier accidente. La nueva versi¨®n barcelonista solo se apreci¨® en el gol, que lleg¨® a la salida de una falta, prueba de la mejor¨ªa en el juego a¨¦reo.
Barcelona, 1-Apoel, 0
Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqu¨¦, Bartra, Adriano; Xavi (Iniesta, m. 61), Samper, Sergi Roberto (Rafinha, m. 80); Munir (Sandro, m. 69), Messi y Neymar. No utilizados: Bravo; Douglas, Mathieu y Rakitic.
Apoel: Pardo; M¨¢rio S¨¦rgio, Guilherme, Carl?o, Antoniades; Tiago Gomes (Manduca, m. 62), Vinicius, Morais, Aloneftis; De Vincenti (Charalambides, m. 79) y Sheridan (Djebbour, m. 75). No utilizados: Chiotis; Kak¨¢, Artymatas y Alexandrou.
Goles: 1-0. M. 28. Piqu¨¦ remata de cabeza tras centro de Messi.
?rbitro: Deniz Ayketin (Alemania). Mostr¨® cartulina amarilla a Vinicius y Antoniades.
Camp Nou. 62.832 espectadores.
Extremista por naturaleza, el Bar?a ha pasado en menos que canta un gallo de la rutina a la sorpresa, de la previsibilidad a la emoci¨®n, simplemente con el cambio de Martino por Luis Enrique, se?al de la influencia que tienen los entrenadores en el Camp Nou. A pesar de que los diez jugadores de campo llevan tiempo en el club, nadie hab¨ªa reparado seguramente hasta ayer en que pod¨ªa salir una alineaci¨®n tan inopinada, rematada con el fichado Ter Stegen. Una foto para el recuerdo ante el Apoel.
La competitividad del plantel se garantiza con las rotaciones de la misma manera que el v¨ªnculo emocional del equipo con la hinchada se activa con La Masia, signo de identidad en el Bar?a. Tres generaciones de centrocampistas se juntaron por vez primera como muestra de la evoluci¨®n del estilo: Xavi representa la ¨¦poca dorada, Samper simboliza el futuro m¨¢s esperanzador y Sergio Roberto, en medio de ambos, se resiste a representar la camada perdida. Futbolistas de tiempos distintos; no mezclaron bien.
A veces el encuentro m¨¢s sencillo se convierte en el m¨¢s desagradable
Incluso pareci¨® que los tres eran incompatibles porque al Bar?a le falt¨® ritmo y nervio, no atac¨® el espacio ni la pelota, no iba ni ven¨ªa, muy pastoso para suerte del Apoel, bien asentado, c¨®modo en la defensa del ¨¢rea de Urko Pardo. Los barcelonistas no supieron c¨®mo jugar en ataque est¨¢tico, impermeable como se mostr¨® la zaga dispuesta por Donis. Hasta Munir y Messi, los ¨²nicos de los presentes que el s¨¢bado jugaron contra el Athletic, estuvieron desactivados ante el Apoel.
No hubo manera de filtrar un pase, de profundizar o desequilibrar, ni siquiera de tirar el hilo de juego en el Bar?a. Aunque la n¨®mina de medios parec¨ªa indicar lo contrario, no flu¨ªa el f¨²tbol azulgrana, torpe en la elaboraci¨®n, entregado desde la llegada de Luis Enrique a la presi¨®n, a la agresividad, a las transiciones vertiginosas. La quietud del partido era la mejor noticia para el Apoel. El gol solo pod¨ªa llegar en una contra o a bal¨®n parado, como as¨ª cuando Piqu¨¦ cabece¨® una falta de Messi.
Las jugadas de estrategia son una novedad en la temporada del Barcelona. El equipo ha ganado altura e intimidaci¨®n en las dos ¨¢reas, tambi¨¦n ayer en la del Apoel. Apenas hubo m¨¢s tiros a porter¨ªa, a excepci¨®n de un tuya y m¨ªa a la carrera entre Neymar y Messi. La presencia de ambos intimid¨® en exceso a Munir, igualmente contrariado por la numantina defensa del contrario, que hasta ¨²ltima hora no sali¨® de su cueva, escaso de efectivos y bien defendido por las apreturas del Bar?a.
El equipo azulgrana carg¨® el f¨²tbol en Neymar, un futbolista generoso y polvorilla en cualquier partido, amistoso u oficial, preparado para el quiebro o el desmarque, el mejor receptor para el toque de Messi, ayer m¨¢s impreciso que de costumbre, v¨ªctima tambi¨¦n la vulgaridad del partido. La sustituci¨®n de Xavi expres¨® la fatiga del futbolista por la falta de minutos y la incomodidad que sent¨ªa el Bar?a. No se rend¨ªa el Apoel, que sac¨® a Manduca para sorprender a Ter Stegen.
Tres generaciones de centrocampistas se juntaron por primera vez; no mezclaron bien
Esterilizados en ataque, los azulgrana comenzaron a fallar en la contenci¨®n, reincidentes en las p¨¦rdidas del bal¨®n, sorprendentemente err¨¢ticos en los repliegues, despu¨¦s de haberse corregido estupendamente en la Liga. El encuentro se puso muy peligroso para los barcelonistas, incapaces de resolverlo con un segundo gol que acabara con las dudas propias y las expectativas del Apoel. Sin velocidad, no ten¨ªa m¨¢s recurso el Bar?a que la recuperaci¨®n del cuero y los ataques cortos ante Pardo.
Los cambios aumentaron, sin embargo, el peligro del Apoel y el Bar?a acab¨® en su ¨¢rea defendiendo el 1-0, encomendado a Ter Stegen, despu¨¦s que no acertara a embocar Messi. Fue un minuto de locura que ni siquiera pudo evitar el l¨²cido Samper, el ¨²nico de los tres centrocampistas anoche titulares que acab¨® en la cancha del Camp Nou. No fue casualidad. En un equipo raro y despersonalizado, lento y sin intensidad, Samper fue uno de los pocos puntos de luz anoche en el Camp Nou. Administrados los esfuerzos, decidido el entrenador a tener una plantilla amplia y contar con todos los futbolistas en n¨®mina, el domingo contra el Levante volver¨¢n los habituales de la Liga.
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