El Papa Francisco, Mourinho y Van Gaal
El escritor ingl¨¦s enlaza religi¨®n y f¨²tbol, y compara la infalibilidad de los dos t¨¦cnicos con la humildad de Francisco
¡°Felicidades por haber fichado al mejor entrenador del mundo¡±. Louis van Gaal al asumir el mando del Ajax en 1991
Los resultados de una encuesta publicada esta semana por una distinguida universidad londinense indican que las mujeres brit¨¢nicas est¨¢n mucho m¨¢s dispuestas a creer en Dios y en la vida despu¨¦s de la muerte que los hombres. El profesor encargado del trabajo dijo que no hab¨ªa ¡°ninguna explicaci¨®n obvia¡± de por qu¨¦.
Pues avancemos una hip¨®tesis: que tiene que ver con el f¨²tbol, un fen¨®meno que despierta mucha m¨¢s pasi¨®n en los hombres que en las mujeres. Y no tanto porque el f¨²tbol es la gran alternativa a la religi¨®n que ofrece el mundo secular, aunque tambi¨¦n, sino porque el f¨²tbol permanentemente refuta cualquier noci¨®n de que existe orden en el universo.
Sobran ejemplos para apoyar la teor¨ªa del caos. Veamos lo que ha pasado en la FA Cup en Inglaterra en los ¨²ltimos dos d¨ªas.
El Chelsea y el City caen en la Copa inglesa ante rivales de inferior categor¨ªa
El Chelsea de Mourinho, primero en la Premier League y candidato serio a ganar la Champions League, perdi¨® en casa, 2-4, contra el Bradford City, de la League One, la Tercera Divisi¨®n inglesa. El Manchester City de Manuel Pellegrini, segundo en la Premier, perdi¨® en casa, 0-2, contra el Middlesbrough de la Championship, la Segunda Divisi¨®n. Y el Manchester United de Louis van Gaal, cuarto en la Premier y el segundo club m¨¢s rico del mundo, empat¨® 0 a 0 fuera de casa ante 8.500 espectadores con el Cambridge United, duod¨¦cimo en la League Two, la Cuarta Divisi¨®n inglesa.
Extraordinario. Jugadores de la talla de Hazard, Cesc F¨¤bregas, David Silva, Sergio Ag¨¹ero, ?ngel di Mar¨ªa y Robin van Persie, impotentes contra equipos cuyos integrantes apenas son conocidos en sus propios pueblos, donde celebraron los resultados como si fuese la segunda venida de Cristo. O, suponiendo que aquella encuesta acert¨® y dos tercios de ellos no cre¨ªan en Dios, como algo incluso m¨¢s transcendental.
El j¨²bilo de todos aquellos en el mundo del f¨²tbol que no son aficionados del Chelsea y del Manchester United, en particular, se multiplic¨® ante la percepci¨®n generalizada de que Mourinho y Van Gaal se creen dioses ellos mismos. El holand¨¦s y el portugu¨¦s que una vez fue su n¨²mero dos en el Barcelona hablan y act¨²an como si los misterios del f¨²tbol siempre se resolver¨ªan con la fiel aplicaci¨®n de sus mandamientos t¨¢cticos. Si no funcionaron contra el Bradford o contra el Cambridge no tuvo nada que ver con ellos.
Mourinho declar¨® ayer al final de una de las derrotas m¨¢s inesperadas y humillantes de su carrera: ¡°No estoy tan disgustado conmigo mismo porque yo hice mi trabajo bien¡±. Van Gaal dijo el viernes que el vergonzoso empate de su equipo fue culpa de sus jugadores, del estado lamentable del campo y del ¨¢rbitro.
Ni Van Gaal ni Mourinho son capaces de aceptar que los contratiempos que sufren tienen que ver con factores que eluden toda explicaci¨®n terrenal
Ni Van Gaal ni Mourinho son capaces de aceptar que los contratiempos que sufren tienen que ver con factores que eluden toda explicaci¨®n terrenal. Ellos mismos son infalibles. El Papa Francisco, en cambio, posee la humildad de reconocer que hay cosas que se le escapan.
El domingo pasado durante una ceremonia en Filipinas una ni?a de 12 a?os le pregunt¨® por qu¨¦ Dios permit¨ªa que tantos ni?os fuesen abandonados por sus padres, que tantos cayesen v¨ªctima de la droga o de la prostituci¨®n. El Papa abraz¨® a la ni?a y reconoci¨® que era una pregunta ¡°para la cual no hay una respuesta¡±.
Otro motivo de consternaci¨®n para el Papa fue que, en aquella ceremonia en Manila, la enorme mayor¨ªa de los fieles eran hombres. Lament¨® ¡°la demasiada poca¡± presencia de mujeres. ?Significa esto que las estad¨ªsticas brit¨¢nicas en cuanto a la menor religiosidad de los hombres no son aplicables en las Filipinas? Posiblemente. Pero, entonces, ?se cae la teor¨ªa de que el f¨²tbol, al subvertir toda noci¨®n de orden divina, atenta contra la fe, pero a la vez sirve para ocupar el vac¨ªo espiritual de los no creyentes?
M¨¢s bien todo lo contrario. Respecto al f¨²tbol, Filipinas es uno de los pa¨ªses m¨¢s paganos de la tierra. Tiene 100 millones de habitantes, pero el f¨²tbol interesa tan poco que el mejor puesto que el pa¨ªs ha logrado en su historia en el r¨¢nking mundial de la FIFA ha sido el 127. Es decir, Filipinas, donde seis millones de personas acudieron a una misa del Papa, no es un pa¨ªs futbolero, ergo buscan su consuelo no en la tierra sino en el cielo.
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