¡°La vida y el baloncesto son adaptaci¨®n¡±
El hist¨®rico Jordi Villacampa maneja el destino del Joventut de Badalona, que, con su mezcla de jugadores veteranos y noveles se ha convertido en la revelaci¨®n de este curso
El jugador que fue a¨²n se mueve inquieto y encorsetado en el traje de ejecutivo que luce desde 2000. Jordi Villacampa (Reus, Tarragona, 1963) pas¨® en apenas tres a?os de la pista a los despachos en una decisi¨®n sentimental y aparentemente transitoria que ha acabado alarg¨¢ndose tres lustros. En 1997, tras ganar con el club de toda su vida la primera y ¨²nica Copa del Rey de su expediente, el eterno 8 del Joventut de Badalona anunciaba su retirada. En aquel torneo disputado en C¨¢ceres, una lesi¨®n le permiti¨® jugar solo un minuto en la semifinal y nada en el partido por el t¨ªtulo, cuya conquista qued¨® en manos de Andr¨¦ Turner, Andy Toolson y Tanoka Beard rodeados de otra meritoria camada de j¨®venes canteranos del club.
Tras 26 a?os lanzando a canasta (17 de ellos en el primer equipo del Joventut), Villacampa mitig¨® la nostalgia de baloncesto colaborando con varias radios y peri¨®dicos, pero pronto le lleg¨® una petici¨®n que le cambi¨® su hoja de ruta. ¡°El presidente que hab¨ªa entonces [Gen¨ªs Llamas] abandon¨® el cargo por motivos personales y no hab¨ªa nadie para apagar el fuego. Me lo pidieron y lo vi como una obligaci¨®n, como la forma de devolver al club algo de lo que me hab¨ªan dado a m¨ª durante mi etapa como jugador. Necesitaban una figura visible para sacar el proyecto adelante y acept¨¦ con m¨¢s coraz¨®n que cabeza. No ten¨ªa ning¨²n conocimiento de gesti¨®n y me tuve que rodear de gente capaz. Esa fue mi gran virtud¡±, cuenta tras m¨¢s de 14 a?os en el cargo. Un m¨¢ster en gesti¨®n deportiva en el Johan Cruyff Institute y toda su experiencia en las canchas puesta al servicio de la instituci¨®n fueron el bagaje de partida desde el palco del segundo m¨¢ximo anotador de la historia de la ACB (s¨®lo por detr¨¢s de Alberto Herreros). ¡°Esto se ha alargado much¨ªsimo m¨¢s de lo previsto. ?14 a?os! No estoy agarrado al poder porque esto no es poder, ni a la poltrona porque no hay poltrona. Una entidad viva tiene que cambiar m¨¢s a menudo y llevo mucho tiempo animando a que haya alguien que quiera entrar y darme el relevo¡±. En 2013 firm¨® una pr¨®rroga en el cargo y, con cierto desasosiego, reconoce que hace pocas semanas pregunt¨® en las oficinas del club cuando acababa su contrato. ¡°Me dijeron que acabo en diciembre de 2016, aunque lo de los contratos es relativo. Me ir¨¦ el d¨ªa que no est¨¦ motivado o que venga alguien mejor. No hace falta que me ate a un papel. Estar¨ªa encantado de que llegara un relevo con ideas, sponsors y recursos¡±.
Desde el palco el baloncesto se ve ¡°lejos y peor¡± explica. ¡°Me pongo nervioso porque lo que pasa en la pista ya no depende de m¨ª¡±. ¡°Antes perd¨ªa partidos y tocaba levantarse. Ahora se pierden contratos, fichajes, patrocinios de empresas¡y hay que seguir trabajando igual. Pero descubres que como jugador eres un privilegiado. Yo he sido un privilegiado en mi etapa de jugador. Te das cuenta cuando acabas. En esa etapa te lo dan todo hecho, juegas a lo que te gusta, ganas un dinero m¨¢s o menos f¨¢cil, eres reconocido, es fant¨¢stico, sobre todo para las estrellas que son la base del negocio y los que generan dinero. Ahora, buscar recursos para poder organizar el equipo en una situaci¨®n tan dif¨ªcil como la actual es muy duro¡±.
Del colegio de Los Salesianos pas¨® con 8 a?os a las categor¨ªas inferiores de la Penya jugando como p¨ªvot y, con s¨®lo 16 a?os y apadrinado por Manel Comas, lleg¨® al primer equipo en 1981 ejerciendo de base. Despu¨¦s, como alero de referencia del baloncesto espa?ol consigui¨® dos Ligas, una Copa de Europa, dos Korac y un bronce con la selecci¨®n en el Europeo de Roma de 1991. ¡°La vida y el baloncesto son adaptaci¨®n¡±, resume a modo de eslogan para hablar de su etapa con camiseta de tirantes, de la actual con chaqueta y corbata, y de la idiosincrasia del conjunto verdinegro. Ha recorrido el Joventut de abajo arriba y ahora lo hace de arriba hacia abajo, conviviendo con las grandezas y miserias de un club marcado hist¨®ricamente por su car¨¢cter formativo. ¡°Antes me enfadaba contra el mundo cada vez que nos quitaban un jugador, pero no me puedo enfadar contra el mundo cada d¨ªa. Somos un club formador y hemos sacado mucho talento adelante, para la Liga, para la selecci¨®n y para la NBA. Lo que nos interesa es protegernos m¨¢s para obtener m¨¢s recursos econ¨®micos y poder reinvertir en la cantera. Para seguir manteniendo la f¨¢brica. Es nuestra identidad y lo asumo. Lo ves. Ves a Ricky y dices uff, ese talento es incontenible. Ves a Rudy y lo mismo. Pero es que somos tan poca cosa que Pau Ribas tambi¨¦n es incontenible, Mumbru, Ra¨²l L¨®pez¡se van much¨ªsimos jugadores con talento. Hay que asumir que no podemos retener el talento que generamos. Ya no intentamos evitarlo, lo que necesitamos es que nos faciliten la inversi¨®n para poder formar m¨¢s Rudys y Rickys¡±.
Esta temporada la mezcla a fraguado y el Joventut de Salva Maldonado se ha convertido en la revelaci¨®n del campeonato. ¡°Tenemos un equipo muy bien complementado. Hemos acertado con los equilibrios de veteran¨ªa y juventud. Los veteranos nos aportan los referentes de educaci¨®n deportiva, el ejemplo. Cuando un joven con talento no encuentra buenos referentes se acomoda. Es crucial que te ense?en y te marquen el camino para que explotes tu talento en la buena direcci¨®n. Cuando Ricky entr¨® con 14 a?os al vestuario se encontr¨® con Elmer Bennet, era el veterano que se esforzaba y trabajaba cada d¨ªa a tope, es vital que te hagan ver c¨®mo funciona el deporte de ¨¦lite. Ha sido as¨ª hist¨®ricamente. Es comparable con mi ¨¦poca. Nosotros tuvimos una hornada muy buena de jugadores. Yo era el mayor y estaban Tom¨¢s y Rafa [Jofresa], Juanan Morales, Jordi Pardo¡y ten¨ªamos la tutela de Jos¨¦ Mar¨ªa Margall, nueve a?os mayor que yo. El nos ense?¨® el sacrificio de los entrenamientos, el compromiso con el equipo, el poner en valor lo que tenemos en casa¡Eso es el Joventut¡±.
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