El Arsenal se queda corto

El Arsenal quiso remontar tirando a la basura el manual de las remontadas. Ese que dice que hay que salir con el cuchillo en la boca desde el minuto uno, chutar a puerta a la m¨ªnima oportunidad y meter al rival en su ¨¢rea a base de empellones. Wenger propuso paciencia y juego pausado. La receta no bast¨® para hacer los tres goles necesarios que dieran el pase a cuartos y el t¨¦cnico gunner abandon¨® su antigua casa sabiendo que la eliminatoria se perdi¨® en Londres.

No parec¨ªa en los primeros minutos que el milagro se fuese a consumar. Ni siquiera daba la impresi¨®n de que el Arsenal tuviese prisa por lanzarse al cuello de su rival. El Arsenal tocaba con demasiada parsimonia y con una horizontalidad desesperante. Los escasos pases hacia adelante se chocaban con el muro del M¨®naco en el centro del campo. Toulalan, Moutinho y Kondogbia son una tripleta de muchos quilates, sin duda la parte m¨¢s potente del equipo franc¨¦s.

Un cabezazo desviado de Giroud al cuarto de hora fue un aviso de lo que se avecinaba, el arrebato del conjunto ingl¨¦s. Pero en contra de lo que exig¨ªa el marcador, fue una ofensiva pausada, paciente, pase a pase el Arsenal desarbol¨® al M¨®naco que de repente no supo de d¨®nde le ven¨ªan los golpes. Giroud emboc¨® en una de las m¨²ltiples llegadas de los gunners, poco bot¨ªn para lo que era necesario.

El M¨®naco solo se tranquiliz¨® con el paso de los minutos. El colch¨®n de dos goles de ventaja era suficientemente amplio a¨²n como para que le entrase la tiritona. Se acopl¨® mejor y concedi¨® menos al Arsenal, que se ten¨ªa que conformar con generar peligro a bal¨®n parado. ?zil aparec¨ªa con cuentagotas y Cazorla se iba espesando debido a la exigencia defensiva a la que estaba obligado. La remontada se iba esfumando a medida que los ingleses ganaban en ansiedad y los franceses se sent¨ªan tan confiados como para soltar latigazos a la contra.

Pero nada como un gol para reavivar las ascuas y recobrar la esperanza. Ramsey mand¨® un bal¨®n a la red y asegur¨® unos ¨²ltimos minutos angustiosos. Ya no hab¨ªa tiempo para pensar as¨ª que el Arsenal apel¨® a la heroica ante un rival que se limitaba a patear el bal¨®n para no tenerlo cerca de la porter¨ªa. La t¨¢ctica fue efectiva y el M¨®naco se llev¨® una gloria que cost¨® m¨¢s de un infarto. La paciencia propuesta por Wenger se qued¨® sin milagro.