Benzema es el eslab¨®n invisible
El delantero del Madrid se asocia a los volantes para compensar la superioridad num¨¦rica del Atl¨¦tico en el medio
Este fin de semana se preguntaban en las inmediaciones del palco del Bernab¨¦u qu¨¦ har¨ªa Ancelotti para contrarrestar el famoso 4-4-2 del Atl¨¦tico reforzando el mediocampo. ?Quitar a Bale? ?Jam¨¢s! ?Quitar a Benzema? ?Quiz¨¢! ?Poner a Isco? ?Puede ser! Por ah¨ª iban los tiros.
El toque sutil, el movimiento sigiloso, suelen pasar desapercibidos para la gran mayor¨ªa del p¨²blico lo mismo que para los jugadores del equipo rival. Benzema, que finalmente jug¨®, no es un maestro del arabesco como Isco. Pero fue el gigante invisible en la noche del Calder¨®n. El futbolista que, en colaboraci¨®n con los laterales, Marcelo y Carvajal, se asoci¨® con los centrocampistas para evitar las temidas superioridades num¨¦ricas del Atl¨¦tico. Fue suficiente su aparici¨®n para desencadenar las conexiones que impidieron al equipo local apoderarse del mediocampo como la ¨²ltima vez.
Para tapar las deficiencias de Kroos, James y Modric, Ancelotti le dio m¨¢s responsabilidad a Benzem¨¢ y adelant¨® los laterales
Dice Carlo Ancelotti que el f¨²tbol no es cuesti¨®n de n¨²meros. Los esquemas t¨¢cticos son ideas plat¨®nicas. Un 4-3-3 es una abstracci¨®n que no significa nada hasta que no se compone con hombres con cualidades concretas. Lo que no dice el entrenador del Madrid es otra cosa que conoce a la perfecci¨®n: en su plantilla no hay un solo mediocentro con oficio contrastado en el primer nivel. No hay un Busquets, ni un Alonso, ni un Motta. Tampoco hay un Casemiro, por citar equipos presentes en los cuartos de final de la Champions. Esa pieza ausente en el Madrid es la que ha dado ventajas inesperadas al Atl¨¦tico en los ¨²ltimos derbis. Se impon¨ªa una soluci¨®n. Un remedio que tapara las deficiencias de Kroos, James y Modric en el tercio de cancha que corresponde al mediocampo. La respuesta de Ancelotti fue darle m¨¢s responsabilidad a Benzema y adelantar los laterales.
El plan propuesto en la pizarra ensambl¨® al equipo en el campo. El Madrid se junt¨® alrededor de la pelota, cerr¨® l¨ªneas, y salt¨® a la cancha como si quisiera encarrilar la eliminatoria a base de goles, no de especulaci¨®n. Nada de buscar el empate. Los madridistas ocuparon el terreno rojiblanco a fuerza de mover la pelota con velocidad. A los visitantes solo les falt¨® encontrar posiciones de remate dentro del ¨¢rea. Un mano a mano de Bale con Oblak, una falta de Cristiano, un tiro desde 30 metros de Bale, un remate de Modric desde fuera del ¨¢rea y una aparici¨®n de Benzema en el segundo palo, que cabece¨® alto, evidenciaron el dominio. Por primera vez desde febrero de 2014, cuando cay¨® en las semifinales de Copa, se encontr¨® inc¨®modo. Incluso defendiendo. Diez faltas hicieron los futbolistas de Simeone por tres del Madrid en la primera mitad. Los movimientos de Benzema tuvieron mucho que ver en la transformaci¨®n.
Benzema jug¨® el ¨²ltimo derbi del Calder¨®n (4-0) con problemas en un tobillo y en la espalda. Se le vio apagado. Lo rodearon otros compa?eros. Khedira, Arbeloa y Bale en el flanco izquierdo compusieron una zona de sombra en la que todas las jugadas perdieron continuidad. El bal¨®n fue del Atl¨¦tico. Eso no volvi¨® a repetirse ayer. La inclusi¨®n de James, Modric, Ramos y Carvajal suponen un cambio radical. El escenario perfecto para que Benzema pivotara en cada jugada d¨¢ndole una salida r¨¢pida a situaciones que exig¨ªan decisiones l¨²cidas, el lanzamiento de un contragolpe despu¨¦s de un c¨®rner en contra, una v¨ªa de auxilio ante la presi¨®n de Gabi y Koke sobre James y Modric, una l¨ªnea de pase a Kroos en medio de la selva, el embotellamiento en el ¨¢rea de Oblak brind¨¢ndole espacios a Bale y Cristiano, o la aparici¨®n en el segundo palo.
A falta de 20 minutos para el final, Ancelotti sustituy¨® a Benzema por¡ Isco. Luego cambi¨® a Carvajal por Arbeloa. Y entonces el Madrid perdi¨® la iniciativa y el control, y lo empez¨® a pasar mal. Verdadera angustia para defender el 0-0 con la ¨²ltima gota de energ¨ªa.
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