Un derbi con balas de fogueo
Arsenal y Chelsea empatan (0-0) en un duelo que deja a los 'blues' a un paso del t¨ªtulo y que prolonga la desgracia de Wenger ante Mourinho: no le ha batido en sus 13 encuentros
La llama del derbi entre el Arsenal y el Chelsea se mantuvo viva el tiempo que tard¨® en darse cuenta el equipo de Jos¨¦ Mourinho, plano y reserv¨®n, de que un empate (0-0) en el Emirates era un resultado de oro. Levantaron el pie del acelerador los blues y se destens¨® el cuadro de Ars¨¨ne Wenger, al que ni siquiera el acicate de batir por primera vez a su colega portugu¨¦s ¨Csiete derrotas y seis empates a favor del luso en el cara a cara¨C le sirvi¨® de est¨ªmulo. A falta de cinco jornadas para la conclusi¨®n de la Premier y con un partido menos, el Chelsea ya acaricia la corona inglesa: cuenta ahora con 10 puntos de renta sobre el City y los gunners. Alir¨®n a la vista, por tanto.
ARSENAL, 0 - CHELSEA, 0
Arsenal: Ospina, Monreal, Koscielny, Mertesacker, Beller¨ªn, Cazorla, Coquelin (Welbeck, m. 76), S¨¢nchez, ?zil, Ramsey, Giroud (Walcott, m. 84)
Chelsea: Courtois, Ivanovic, Cahill, Terry, Azpilicueta, F¨¢bregas (Zouma, m. 90), Matic, Ramires, ?scar (Drogba, m. 46), Willian (Cuadrado, m. 94), Hazard
?rbitro: Michael Oliver. Amonest¨® a Coquelin, Monreal, Cazorla, Ramsey, F¨¢bregas, Ivanovic y Willian.
60.000 en el Emirates Stadium de Londres.
Si una dosis del morbo se concentraba en los banquillos, por el desencuentro eterno entre los t¨¦cnicos, otra buena porci¨®n correspond¨ªa al n¨²mero 4 de los blues. Antiguo buque insignia de los gunners, Cesc eligi¨® la opci¨®n de Stamford Bridge despu¨¦s de que Wenger descartase su regreso al Emirates el pasado verano.
¡°Porque quer¨ªa ganar t¨ªtulos¡±, se encarg¨® de enfatizar Mourinho en la previa del encuentro. As¨ª que recibi¨® los calurosos bufidos de los seguidores del Arsenal cada vez que toc¨® el esf¨¦rico. Cada intervenci¨®n del medio, ahora de azul e infiltrado en las filas enemigas, vino acompa?ada del ruidoso ?buuuh! de la grada. Solo una peque?a tregua al final, cuando fue relevado por Zouma y recibi¨® unos pocos aplausos como reconocimiento por los servicios prestados.
Enmascarado a ra¨ªz de la fractura nasal que sufri¨® a principios de mes, al medio pareci¨® importarle m¨¢s bien poco el revuelo. En su l¨ªnea esta temporada, teji¨® el juego del Chelsea y mand¨®. Y de un delicioso pase suyo, en forma de par¨¢bola, naci¨® la primera gran oportunidad de los visitantes. Oscar gan¨® la espalda a la defensa, Cesc filtr¨® el cuero y el brasile?o logr¨® rematar el bal¨®n ante la salida de Ospina, que arroll¨® al atacante y le dej¨® grogui; el ¨¢rbitro, muy desacertado, obvi¨® la pena m¨¢xima, m¨¢s que evidente. Camino del gol, el bal¨®n fue desviado finalmente por Beller¨ªn, veloc¨ªsimo en la carrera.
Acto seguido, F¨¤bregas fue de nuevo protagonista, pero en la otra ¨¢rea. Le tir¨® una finta a Cazorla y cay¨®, pero el ¨¢rbitro no interpret¨® el leve toque del asturiano como penalti y le amonest¨®. En la banda, risas burlonas de Mourinho, quien poco despu¨¦s aparc¨® los aspavientos ante una mano clar¨ªsima de Cahill en su intento por atajar un disparo a media distancia de Cazorla. El centrocampista asturiano volvi¨® a actuar como mediocentro, en compa?¨ªa del bregador Coquelin, y fue de nuevo el mejor soporte de su equipo. Nada que ver con el taciturno ?zil, desfondado y sin desborde, una caricatura de aquel estilista que sedujo al Bernab¨¦u.
La batalla en su terreno, la zona media, fue hermosa. Por ah¨ª fluy¨® la mayor parte del tiempo el bal¨®n, tratado con mimo durante el primer acto por parte de ambos equipos, pero inyectado de una anestesia innecesaria en la segunda mitad. Y eso que Mourinho abandon¨® la f¨®rmula del falso ariete con Oscar ¨Cforzada por las ausencias de Diego Costa y Remy¨C y desenjaul¨® al viejo Drogba, invitado non grato en el Emirates debido a los ocho goles que le ha endosado al Arsenal en las 12 veces que le ha encarado. Esta vez no tuvo la opci¨®n el delantero marfile?o, 37 a?os ya en su DNI.
Cesc fue abucheado en su retorno, pero al ser sustituido recibi¨® aplausos por los servicios prestados
Para intentar destrabar el asunto, Wenger tambi¨¦n tir¨® de dinamita en el tramo final del duelo. Mir¨® a la banqueta y retir¨® a Coquelin y Giroud para dar entrada a Welbeck y Walcott, dos picas poco afiladas. No cambi¨® el panorama. Enredos e imprecisiones, contenci¨®n y escasas opciones reales de hallar el gol. Uno, el Arsenal, que quer¨ªa pero no pod¨ªa; y otro, el Chelsea, al que con el paso de los minutos le gust¨® m¨¢s y m¨¢s el empate. De ah¨ª los brincos finales de los blues tras el pitido definitivo, despu¨¦s de un derbi con balas de fogueo que les deja a un paso del t¨ªtulo. Ser¨¢, salvo hecatombe, el primero de Mourinho en su retorno al Bridge.
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