En el muro de Huy ha plantado Purito su jard¨ªn
El catal¨¢n logra en la cl¨¢sica meta de la Flecha Valona la primera victoria espa?ola desde 2012, mientras Contador cede 24s a Froome, nuevo l¨ªder
Hay quienes, paseando por el village de salida del Tour, aprecian, tristes, se?ales de una cierta degeneraci¨®n del ciclismo. Lo dicen en voz alta, nost¨¢lgicos del ciclismo de hombres-hombres, de hombres de verdad, cuando en el stand llamado barber¨ªa comprueban que ya no hay curvil¨ªneas mujeres en bikini restregando sus carnes contra el cuerpo de los corredores calientes a quienes con maquinilla y espuma afeitan las piernas. En su lugar, un barbero con barba bien recortada recorta con mimo las barbas de coquetos ciclistas ¨¤ la mode. Hay tantos hipster, casi uno por equipo, como portaestandartes o as¨ª, que tienen que hacer cola mientras a sus compa?eros les masajean el cuero cabelludo. Pero cuando empieza la etapa, cuando los corredores se lanzan por los valles valones hacia las cuestas de Huy y su muro junto a la tapia del cementerio y no lejos de la central t¨¦rmica, al coraz¨®n del melanc¨®lico le reconforta ver que pese a todo algunos ciclistas corren como los de antes, ciclistas como Alberto Contador o Purito Rodr¨ªguez, quienes nunca se dejar¨¢n barba.
A uno, al de Pinto, que corre con las riendas en la boca y una fusta siempre a mano, no le fue muy all¨¢ el d¨ªa, pues en la ¨²ltima cuesta, despu¨¦s de la curva asesina, perdi¨® unos cuantos segundos con los otros tres grandes: 24s con Froome, que se descubri¨® explosivo, termin¨® segundo y, gracias a los 6s de bonificaci¨®n, recibi¨® de premio un maillot amarillo que no vest¨ªa desde Par¨ªs 2013, y 7s con Nibali y Quintana, quienes anduvieron m¨¢s vivos pese a que los porcentajes altos, de hasta el 19%, en cuestas cortas, tampoco favorecen su estilo de escaladores de largo aliento.
Para el otro, para el catal¨¢n de inteligencia ciclista y astucia inversamente proporcionales a su tama?o f¨ªsico, el d¨ªa no pudo ser mejor: 24 horas despu¨¦s de rodar por los suelos arrastrado por la tormenta del mar del Norte en los ingratos diques y herirse cadera, codo y rodilla, gan¨® la etapa que tanto deseaba y se llev¨® de regalo un maillot de lunares de provisional rey de la monta?a y una gran dosis de alegr¨ªa y confianza, tanto de ambas que acab¨® diciendo que, evidentemente, no renuncia a nada en este Tour. ¡°Esto no acaba hasta Par¨ªs. En los Pirineos y en los Alpes van a cambiar mucho las cosas¡±, dijo Rodr¨ªguez, de 36 a?os, quien antes de la monta?a deber¨¢ a¨²n sufrir, como todos los escaladores diminutos, como todos los torpes, el terror del pav¨¦s este martes camino de Cambrai, ya en Francia, lo que no teme: ¡°Mi condici¨®n es muy buena¡±.
Ning¨²n espa?ol ganaba una etapa del Tour desde que Valverde lo hiciera en 2012 en el Peyresourde. A Valverde justamente, que gan¨® en Huy en abril al final de la Flecha Valona, se le esperaba en la llegada que m¨¢s le conviene y no apareci¨® m¨¢s que a espaldas de su l¨ªder, Quintana, y perdi¨® a favor de su amigo-enemigo-rival su condici¨®n de rey del muro. Podr¨ªa decirse que Purito, ganador de la Flecha en 2012 y segundo en otro par de ocasiones, ha plantado su jard¨ªn all¨ª, entre los bosques de la B¨¦lgica de las colinas que habla franc¨¦s. ¡°Ganar aqu¨ª en el Tour, de todas maneras¡±, dijo, ¡°tiene mucha m¨¢s repercusi¨®n que hacerlo en la cl¨¢sica de primavera, aparte de que es m¨¢s dif¨ªcil¡±.
Purito arranc¨® sin dudar a 400 metros de la llegada, nada m¨¢s pasar la curva, su distancia ideal, y su movimiento fue como el l¨ªquido revelador del fot¨®grafo en el laboratorio. A la luz de la bombilla roja, sobre el papel empezaron a verse formas hasta ahora no apreciadas. Nibali vio en la respuesta de Froome, inesperada pues la llegada no va con su forma de subir, una prueba de que el brit¨¢nico ¡°est¨¢ por encima de todos¡±. M¨¢s diplom¨¢tico, Quintana, quien entr¨® con el italiano, 11s despu¨¦s de Froome y Purito, apreci¨® que los 7s en que aventaj¨® a Contador solo significan que al espa?ol tampoco le favorecen estas subidas. Y tambi¨¦n habl¨® el otro rey de todos los belgas, y el ¨²nico rey de todo el ciclismo, el imberbe Eddy Merckx, que vio pasar la carrera desde la cuneta en su pueblo. ¡°Mi favorito antes de empezar el Tour era Contador, pero ha perdido unos segundos en Huy y eso no es buena se?al¡±, dijo el can¨ªbal. ¡°Ahora me paso a Nibali, que saldr¨¢ fortalecido del pav¨¦s¡±.
Los directores de otros equipos, y tambi¨¦n los rivales, analizan todos los movimientos de Contador, y lo ven, o lo quieren ver, impaciente y ansioso. Le vieron as¨ª cuando en el dique se desat¨® la tormenta el domingo, cuando acuciaba a compa?eros y rivales a tirar, tirar, tirar; le vieron as¨ª tambi¨¦n en las cuestas de Valonia, azuzando a los suyos como si necesitara ganar todo el tiempo posible antes de que le llegue la fatiga inevitable. ?l simplemente dijo: ¡°Hemos gastado demasiado durante la etapa y no me funcionaban las piernas al final¡±.
Cancellara abandona tras la ca¨ªda masiva
¡°Me sent¨® muy mal la neutralizaci¨®n por la ca¨ªda, pero me parece muy bien que se hiciera por respeto a los corredores. Lo primero es la seguridad¡±. Nairo Quintana se bebe dos botellines de agua de medio litro en siete segundos y despu¨¦s habla como hablar¨ªa un embajador de Mosc¨² en Washington durante cualquiera de las crisis peri¨®dicas entre Estados Unidos y Rusia. Una ca¨ªda espectacular y da?ina, con huesos rotos, cr¨¢neos traumatizados, espaldas lumb¨¢lgicas y cinco retirados,?entre ellos el l¨ªder Fabian Cancellara, e im¨¢genes terribles de corredores, que? hab¨ªa obligado al director del Tour, Christian Prudhomme, a detener la carrera unos 20 minutos, antes de la primera cuesta puntuable del Tour, porque todos los m¨¦dicos (siete) y enfermeros (cinco) de la carrera estaban ocupados curando heridas.
Como por Radio Tour Prudhomme no explic¨® las razones del par¨®n hist¨®ricamente ins¨®lito (entre los m¨¢s viejos periodistas del Tour nadie recordaba una decisi¨®n semejante por una ca¨ªda), y fisiol¨®gicamente horrible (a Thibaut Pinot acab¨® cost¨¢ndole 1m 33s: al cuerpo cansado lo peor que le puede suceder es un descanso moment¨¢neo, que multiplica el cansancio), tanto corredores como directores no se tomaron muy bien la decisi¨®n. Frente a la diplomacia de su l¨ªder, l¨²cido hasta pocos minutos despu¨¦s de lo que calific¨® como ¡°etapa nerviosa y fatigosa, pues lo importante es estar siempre en buena ubicaci¨®n, y eso desgasta mucho¡±, el director de Quintana, Jos¨¦ Luis Arrieta, plante¨® su duda radical: ¡°?Y si esto sienta un precedente? ?Qu¨¦ pasar¨¢ el martes en la etapa del pav¨¦s si hay ca¨ªdas masivas? ?Detendr¨¢ el Tour tambi¨¦n la etapa? ?Y por qu¨¦ no lo hab¨ªa hecho nunca antes?¡±
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