Supercopa de Europa: trofeo internacional, ambiente local

Tbilisi?trat¨® de engalanarse con carteles por doquier que anunciaban la Supercopa, con escudos del Sevilla y Barcelona pintados por las calles y hasta carteles en las zonas m¨¢s desarrolladas y populares de la ciudad. Pero la capital de Georgia apenas not¨® el cambio, al menos en cuanto a turismo; del Bar?a acudieron unos 600 aficionados y del equipo andaluz unos 400. Cifras irrisorias explicadas por la mala combinaci¨®n de aviones y altos precios que resultaron en una final bien descafeinada en cuanto a ambiente porque los hinchas eran locales. Y en su mayor¨ªa, por la proyecci¨®n internacional, historia e iconos futbol¨ªsticos, del Bar?a. As¨ª se aclar¨® en el momento en que desde los altavoces nombraron a los equipos, aclamado el conjunto azulgrana y silencio absoluto con el Sevilla.

M¨¢s que en el f¨²tbol, la ciudad se volc¨® en las olimpiadas juveniles europeas ¨CEspa?a va octava en el medallero con laureles en nataci¨®n, atletismo y judo- que se celebran estos d¨ªas en el pa¨ªs. As¨ª lo constataban las tiradas de los peri¨®dicos, donde daban m¨¢s protagonismo y espacio al evento deportivo. Pero eso no desanim¨® a las autoridades del pa¨ªs, que se gastaron 9 millones en remodelar el estadio Dinamo Arena (sede del Dinamo Tbilisi), ya vetusto porque se alz¨® en 1936, con mejoras en las gradas, en los marcadores y alumbrado entre otras cosas. Una pasi¨®n que no fue correspondida por las hinchadas de los finalistas que, por ejemplo, ni siquiera acudieron a la Fan Zone establecida, sobre todo porque lo ¨²nico que daban eran mapas de la ciudad y no serv¨ªan bebidas ni actividades l¨²dicas.

Los precios de las entradas, sin embargo, se pod¨ªan adquirir desde los siete euros a los 30 euros (caras para Tbilisi) y convencieron de buenas a primeras ¨Cla primera tirada de 24.000 tickets se acab¨® en apenas unas horas- a los aficionados locales, que llenaron el estadio, las 54.550 butacas. Incluso hab¨ªa reventas en los alrededores del estadio que ofrec¨ªan billetes por 100 euros. S¨®lo 20 euros menos que lo que costaba el t¨ªpico polo negro de la UEFA conmemorativo de la final.

Hubo ruido, movimiento y barullo antes de la final, camisetas sobre todo azulgranas. Pero no se dieron apenas c¨¢nticos reconocibles. La final era internacional, pero la afici¨®n fue local.