Al Bar?a le falt¨® ambici¨®n
Los azulgrana, que se adelantaron con un gol de Luis Su¨¢rez, fueron sorprendidos por un tanto desde medio campo de Florenzi y no se sobrepusieron a la lesi¨®n de Rafinha
Al Bar?a se le escap¨® un partido que ten¨ªa ganado con un gol de Luis Su¨¢rez. Acostumbra a suceder cuando la victoria parece f¨¢cil y se repite siempre que el equipo defiende el t¨ªtulo. Marc¨® el delantero centro y los azulgrana se fueron apagando poco a poco en el Ol¨ªmpico de Roma, v¨ªctimas de un encuentro accidentado, condicionado por las lesiones, sobre todo la de Rafinha, y un tanto fuera de cat¨¢logo del lateral Florenzi. El Bar?a se desanim¨® progresivamente, demasiado indulgente al inicio y excesivamente condescendiente al final, sobrecogido por tanta adversidad, sin la intervenci¨®n divina de Messi, pr¨¢cticamente an¨®nimo en su partido 100 en la Copa de Europa. Las cosas giraron como por arte de magia a favor de la Roma
ROMA, 1; BARCELONA, 1
Roma: Szczesny (De Sanctis, m. 47); Florenzi (Torosidis, m. 83), R¨¹diger, Manolas, Digne; Keita, De Rossi, Nainggolan; Salah, Dzeko e Iago Flaque (Iturbe, m. 80). No utilizados: Maicon, Gervinho y Totti.
Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqu¨¦, Mathieu, Jordi Alba; Rakitic (Rafinha, m. 60, Mascherano, m. 63), Busquets, Iniesta, Messi, Luis Su¨¢rez y Neymar. No utilizados: Masip, Adriano, Bartra, Munir y Sandro.
Goles: 0-1. M. 20. Luis Su¨¢rez. 1-1. M. 30. Florenzi.
?rbitro: Kuipers. Amonest¨® a Nainggolan y Piqu¨¦.
Ol¨ªmpico de Roma: 57.836 espectadores.
Incluso sin Pjanic, el volante sobre el que se organiza el juego, ausente por lesi¨®n, Rudi Garc¨ªa presenta un equipo interesante, amable con la pelota, recuperador en la divisoria y ambicioso en ataque por la agresividad de los extremos, Salah y Falque, y la carrocer¨ªa del rematador Dzeko. La ofensiva local condicion¨® la presencia de Piqu¨¦ y Mathieu como centrales en la formaci¨®n de Luis Enrique de la misma manera que el tridente del Bar?a alej¨® a la Roma de la porter¨ªa de Ter Stegen. Los italianos perdieron su encanto despu¨¦s de que Salah se dejara el bal¨®n tras una p¨¦rdida de Rakitic. A los azulgrana les perd¨ªa la impaciencia, la falta de precisi¨®n, sorprendidos por la mansedumbre de la Roma.
Al Barcelona le alcanz¨® con un par de gestos t¨¦cnicos de Messi para espantar a los anfitriones, m¨¢s pendientes de no perder su organizaci¨®n defensiva que de ligar su f¨²tbol, muy selectivos en sus salidas, siempre por la banda de Salah. El encuentro se puso descaradamente de parte del Bar?a. El gol se daba por descontado y se cant¨® en una jugada muy protestada por Rudi Garc¨ªa. Mathieu profundiz¨® para Rakitic en la banda derecha y el centro del croata lo cabece¨® en la raya de gol Luis Su¨¢rez. Los italianos reclamaron fuera de juego del uruguayo y falta de Messi sobre Digne cuando el bal¨®n iba de Mathieu a Rakitic.
Un golazo de Florenzi
El ¨¢rbitro certific¨® el 0-1 y acto seguido no concedi¨® un penalti que le reclam¨® Su¨¢rez despu¨¦s de ser derribado por Szczesny. El mon¨®logo azulgrana, sin embargo, se interrumpi¨® de forma sorprendente cuando Florenzi progres¨® por la banda derecha y, pasada la divisoria, coloc¨® la pelota de forma prodigiosa a la espalda del adelantado Ter Stegen. El bal¨®n se col¨® junto al palo del meta en una acci¨®n que siempre alimenta el mismo debate: el m¨¦rito del goleador ante la penalidad del portero, ya abatido en la Supercopa de Espa?a, cuando San Jos¨¦ sancion¨® un doble error del alem¨¢n en San Mam¨¦s. La jugada, en cualquier caso, evoc¨® m¨¢s el gol de Nayim a Seaman en la Recopa de 1995 que el reciente de Bilbao. El tanto tuvo un impacto brutal sobre el encuentro porque se agrand¨® la Roma en la misma medida que se encog¨ªa el Bar?a. No entraba en juego Neymar y disminuy¨® la intensidad de medios y defensas para suerte de la Roma.
Los azulgrana se corrigieron en la reanudaci¨®n con un juego m¨¢s frontal, a gusto de Su¨¢rez, siempre impetuoso y combativo, enganchado a Szczesny, que tuvo que ser sustituido despu¨¦s de que la bota del uruguayo le golpeara en una mano. Al f¨²tbol del Barcelona le faltaba electricidad, profundidad, ambici¨®n e incluso un punto de emoci¨®n, como si el partido le diera igual, convencido de que la victoria llegar¨ªa sin mayor esfuerzo, simplemente porque no sal¨ªa la Roma del ¨¢rea de De Sanctis.
Luis Enrique busc¨® un cambio de ritmo con Rafinha. La apuesta fue est¨¦ril porque el brasile?o fue reducido en el momento de tocar el bal¨®n por una fea entrada de Nainggolan. El Bar?a se fue pr¨¢cticamente del campo con Rafinha. Afectado y abatido, qued¨® mal puesto en la cancha, excesivamente cargado de centrales por la entrada de Mascherano y la falta de plantilla, sin cintura ni determinaci¨®n ni tampoco pasi¨®n, hasta las dos ¨²ltimas jugadas, salvadas apuradamente por la Roma, satisfecha y dichosa con el empate ante el campe¨®n de Europa. El encuentro que ten¨ªa que marcar la pauta del grupo acab¨® muy bien para el equipo de Rudi Garc¨ªa. Al Bar?a, fiado a marcadores cortos, le cuesta meter goles y a veces no alcanza para ganar partidos sencillos que se enredan como el de Roma.
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