David Ferrer, el ¡®peque?o¡¯ gigante

David Ferrer es, con relativo margen, el jugador m¨¢s bajo del top-10. Solo el japon¨¦s Kei Nishikori, con su 1,80, se mueve con una planta similar a la del alicantino, que pese a su 1,75 est¨¢ m¨¢s que acostumbrado a lidiar entre las torres del circuito de la ATP. Ferrer, 33 a?os ya, compensa esa inferioridad de cent¨ªmetros con inteligencia y dinamismo, con una voluntad de hierro. As¨ª que cuando encar¨® a John Isner, un p¨ªvot de 2,08, el de X¨¤bia continu¨® a lo suyo. Esto es, buen hacer, tenis de escuela. Y as¨ª, con esa receta tan sencilla de dictar, pero tremendamente complicada de plasmar, el espa?ol derrib¨® al gigante de Greensboro por 6-3, 6-7 y 6-2 y se plant¨® en las semifinales de Par¨ªs-Bercy, en las que aguarda el escoc¨¦s Andy Murray (7-6, 3-6, 6-3 a Richard Gasquet).

El a?o de Ferrer est¨¢ siendo sencillamente magn¨ªfico. En silencio y lejos de los grandes focos, pero con una regularidad ejemplar, el alicantino ya ha cosechado este curso cinco t¨ªtulos: Doha (categor¨ªa 250), R¨ªo de Janeiro (500), Acapulco (500), Kuala Lumpur (250) y Viena (500). Ahora, a poco m¨¢s de una semana para la Copa de Maestros -para la que ya sac¨® el billete-, aspira a luchar por el sexto; objetivo mayor, adem¨¢s. Todo un Masters 1.000. En su camino, Murray, el todoterreno brit¨¢nico. Un pulso (14.00, Canal+ Deportes2) entre dos f¨ªsicos superdotados. 10-6 hasta hoy para el de Dunblane, vencedor en los tres ¨²ltimos enfrentamientos. Pero ojo, porque Ferrer quiere cerrar la temporada haciendo algo sonado.

De momento ya est¨¢ en las semifinales, no sin antes haber liquidado a Isner. Despu¨¦s de un primer set pl¨¢cido, de encauzar la victoria, el espa?ol se encontr¨® con un arrebato del norteamericano, que con 5-3 y 40-15 en contra en el segundo parcial salv¨® dos bolas de partido y prolong¨® la emoci¨®n al adjudicarse el tie-break. Sin embargo, ah¨ª se le termin¨® la chispa; en esta ocasi¨®n no le sostuvo ni su servicio (17 aces). Fatigado y con problemas en el hombro derecho, se inclin¨® en la tercera manga, en la que a Ferrer todav¨ªa le sobraba la gasolina tras las dos horas y 26 minutos de juego. Y es que Ferru, peque?o gigante, no se amedranta frente a los gigantes. Desde hace mucho tiempo aprendi¨® a bailar con ellos.