El perfume Cruyff
El ¡®cruyffismo¡¯ solo se transmite a partir de su gente, de Guardiola y de Xavi, porque es inmaterial e indestructible
Ahora que Cruyff ha sido incinerado, se impone una pregunta entre quienes necesitan dar fe de su agradecimiento, no sea que las cenizas se las lleve el viento y no quede constancia de cuanto se hizo en su favor, ya sea popular o institucionalmente: ?Y qu¨¦ hacemos para honrar al Flaco?
Y las demandas solo se responden con m¨¢s preguntas. ?Hay que recordarle como entrenador o como jugador? Mal asunto si se parte por la mitad porque siempre fue uno, en la victoria y en la derrota, en el Ajax y en el Bar?a.
?No quedar¨ªa muy bien que los once jugadores del Bar?a recibieran al Madrid el 2 de abril con la camiseta del 14 al Camp Nou? No parece la mejor idea porque como azulgrana siempre visti¨® el 9 y, por otra parte, el minuto 17.14 se reserva ¨²ltimamente en algunos sectores para reclamar la independencia de Catalu?a.
Hay directivos a los que se les ha ocurrido etiquetar la puerta 14 de acceso al estadio con el nombre de Cruyff. Muy poca cosa para una figura como la de Johan.
?Quiz¨¢s estar¨ªa mejor que el Nou Camp Nou llevara el nombre de Johan Cruyff? Tampoco parece razonable si se atiende a que muchos barcelonistas y tambi¨¦n catalanistas, prefieren que los espacios comunes se identifiquen con nombres gen¨¦ricos ¡ªLes Corts, Camp Nou, Miniestadi, Palau Blaugrana¡ª, en lugar de nominales, y m¨¢s cuando se sospecha que el futuro nombre estar¨¢ vinculado a un patrocinador todav¨ªa desconocido: no ser¨ªa conveniente vincular el nombre de Cruyff al apellido Catar.
Cruyff no necesit¨® ning¨²n cargo para influir en el Bar?a ni precisa estar vivo para expandir su legado
Tampoco parece la mejor soluci¨®n levantar un monumento, siempre susceptible de ser profanado con nocturnidad y alevos¨ªa en un club con una identidad indiscutiblemente catalana y cuya notoriedad ha sido protagonizada por extranjeros como Gamper, Kubala, Cruyff, Maradona, Ronaldinho o Messi.
Cualquier propuesta es un problema desde que a Cruyff le fue retirada la condici¨®n de presidente de honor por una cuesti¨®n estatutaria, descalificaci¨®n que contrast¨® con su generosidad cuando en el homenaje al Dream Team, estando el Camp Nou lleno a reventar, mand¨® tocar el himno en lugar de apuntar al palco presidido por el emperador N¨²?ez.
Rosell nunca tuvo grandeza y a Bartomeu le falta alma, igual canta un r¨¦quiem que recita un villancico, sin saber nunca qu¨¦ siente o qu¨¦ le importa, aparentemente neutro, incoloro, inodoro e insulso como el agua, empe?ado en ser buena persona. Cruyff siempre discuti¨® con los directivos, se mostr¨® fuerte con los poderosos y pr¨®ximo con los d¨¦biles, cercano a la gente y a la calle, siempre sentado sobre una pelota cuando pensaba sobre el f¨²tbol y contaba si todav¨ªa hab¨ªa m¨¢s indios que jefes.
Cruyff no necesit¨® ning¨²n cargo para influir en el Bar?a ni precisa estar vivo para expandir su legado. La sensaci¨®n es que cualquier obra que se levante en su honor, por gigantesca que sea, nunca estar¨¢ a la altura de su may¨²sculo ideario futbol¨ªstico. Ning¨²n titular resume mejor a Cruyff que el de L¡¯Equipe: ¡°?l es el f¨²tbol¡±. ?Y c¨®mo expresarlo? No se sabe c¨®mo se puede reflejar su mirada, su instinto, su conocimiento, su talento y su carisma ni tampoco c¨®mo se dibuja el silbido de su bal¨®n, su buen gusto por el juego, su velocidad y altura, ni tampoco de qu¨¦ manera se visualiza su rondo y el solfeo futbol¨ªstico de la Masia
El cruyffismo solo se transmite a partir de su gente, de Guardiola y de Xavi, porque es inmaterial e indestructible, y para su propagaci¨®n hay que conocerlo, vivirlo y olerlo. Hoy todo el barcelonismo est¨¢ impregnado de Cruyff como anunci¨® Segurola cuando dirig¨ªa esta secci¨®n y todos le seguimos a pies juntillas con S¨¢mano. No se sabe qu¨¦ queda del Santos de Pel¨¦. El Madrid de hoy no se parece mucho al de Di St¨¦fano. Maradona siempre fue personal e intransferible. Cruyff, en cambio, est¨¢ en todas partes. Es un perfume embriagador que no cabe en un frasco para ser comercializado sino que solo lo sienten los que mean colonia.
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